Los Técnicos de Hacienda calculan que el aumento del IRPF a quienes ganan más de 150.000 euros al año sólo afectará al 0,4% de los declarantes.
Los Técnicos del Ministerio de Hacienda (
Gestha) estimaron que la propuesta del PSOE se traduce en una subida de impuestos del 25% para las grandes corporaciones empresariales. De esta forma, salieron al paso del presupuesto alternativo a las cuentas públicas del Gobierno para 2018 presentado por el secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, donde se plantea un incremento de ingresos tributarios de 8.000 millones de euros.
Concretamente, la principal medida para lograrlo pasa por obligar a las grandes corporaciones a pagar un tipo efectivo mínimo del 15% del resultado contable positivo en el Impuesto de Sociedades, más del doble del tipo efectivo actual del 7,3% que soportan los grupos empresariales frente al tipo real del 12,2% que soportan las pymes.
Teniendo en cuenta que la propuesta socialista también contempla revisar los incentivos fiscales a estas grandes empresas y crear un impuesto sobre los beneficios obtenidos en España y desviados a otros países de menor tributación, todas estas medidas se traducen en un incremento anual medio de dos millones de euros en impuestos básicamente para las 1.985 mayores empresas del país que venden más de 90 millones anuales, las cuales verán aumentada su tributación en 4.000 millones al año.
Según Gestha, esta iniciativa, que afecta únicamente al 0,3% de las sociedades, lograría aumentar la recaudación del Impuesto sobre Sociedades hasta los 27.100 millones, por lo que debe calificarse como muy prudente puesto que aún faltarían otros 17.600 millones más para igualar la recaudación que logró este impuesto en 2007, antes de la crisis.
Por otra parte, Gestha calcula que sólo el 0,4% de los declarantes -81.494 contribuyentes en las comunidades de régimen común- se verán afectados por la propuesta socialista de aumentar el tipo marginal de la cuota estatal del IRPF hasta el 26,5% a quienes ganen más de 150.000 euros al año, una medida con la que el PSOE piensa que podrían ingresarse otros 400 millones de euros, si bien los técnicos estiman que podría elevarse hasta los 500 millones.
Gestha señala que el aumento del tipo marginal máximo en este nuevo tramo en la escala de gravamen estatal del IRPF supondrá un pago adicional medio de 4.900 euros para estas personas, es decir, un 10,5% más; aunque matizan que la mayor parte de este pago recaería en los 7.171 contribuyentes que declaran individualmente bases liquidables de casi 800.000 euros al año.
Además, apunta que la propuesta adelantada ayer de limitar las aportaciones a los planes privados de pensiones a los 3.000 euros de manera general y a los 4.000 euros para los mayores de 50 años afectará a los 1.130 contribuyentes con una base liquidable sometida a un gravamen superior a los 150.000 euros de ingresos anuales.
Por otro lado, el aumento del tipo de la renta del ahorro para acercar su tributación con la renta general para los contribuyentes que obtienen más de 50.000 euros de base del ahorro y unas rentas totales (general y ahorro) superiores a los 150.000 euros afectará básicamente a las 77.706 personas que hoy en día declaran rentas del capital superiores a los 65.000 euros de media. En este caso, el pago recaerá en los 7.046 contribuyentes que declaran de media una rentabilidad del ahorro por encima de los 900.000 euros individualmente.
Un “agujero” próximo a los 40.000 millones de euros
En cuanto a las pérdidas de recaudación, el PSOE propone ingresar 1.500 millones de euros adicionales por la lucha contra el fraude fiscal. Los Técnicos de Hacienda creen que esta propuesta de los socialistas rompe con dos años de estancamiento de los resultados, pero califican de excesivamente prudente la propuesta y la ven como un paso demasiado limitado hacia el deseado horizonte de equipararnos con la tasa media de la economía sumergida de los países de nuestro entorno.
En esta línea, recuerdan que por cada euro que ingresa la AEAT por esta batalla quedan casi tres pendientes de cobro, por lo que insisten en la necesidad de articular un plan realista y eficiente, con el que recaudar hasta 40.000 millones de euros a medio plazo y reducir a la mitad ese 25% al que asciende la economía sumergida en España.
Para cerrar las brechas existentes en la recaudación y lograr más ingresos con los que sufragar un mayor nivel de gasto público, Gestha insta a reorganizar la Agencia Tributaria (AEAT) para mejorar el control y la lucha contra la corrupción, a aumentar las responsabilidades de su plantilla y a dotarla con más medios.
En cambio, Gestha desconfía que un Estatuto de la Agencia Tributaria sirva para reforzar su autonomía y mejorar su gobernanza, por lo que proponen que las normas internas atribuyan con total claridad las funciones y responsabilidades de cada empleado, y que las decisiones sobre los expedientes se compartan con todas las personas que intervienen en ellos con la finalidad de dificultar o impedir las injerencias políticas o económicas.
De forma paralela, urge a abrir un debate lo más amplio posible para llevar adelante una propuesta de reforma integral de los impuestos en nuestro país que, a su vez, posibilite disponer de recursos suficientes para atender a los gastos públicos e inversiones, así como reducir el déficit y el endeudamiento.
Finalmente, Gestha ve con buenos ojos la propuesta de mejorar la evaluación de los programas de las administraciones públicas para la eficiencia del gasto público, pero reclaman una mayor concreción, que pasaría por una reforma de la Intervención General del Estado (IGAE) y de los órganos de control.
Según el secretario general de Gestha, José María Mollinedo, “la reforma fiscal que necesita España debería plantearse el reto de lograr una mayor redistribución de la renta y la riqueza entre los ciudadanos para cumplir con los principios de equidad y progresividad proclamados en el artículo 31.1 de la Constitución, y el IRPF es el impuesto que aporta básicamente la progresividad al sistema tributario. Además, los españoles que piensan que la recaudación debería basarse, mayoritariamente, en los impuestos directos casi triplican a los que son de la opinión contraria, al margen de las ideologías políticas. Sea como fuere, del último barómetro fiscal del CIS se desprende que el 87% de los ciudadanos consideran que no pagan más quienes más tienen, lo que resultaría de vital importancia a la hora de reducir la desigualdad económica y social que sufre España”.