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Tesla Model S 100D

Tesla Model S 100D
Ampliar

El futuro eléctrico y eficiente ya está aquí

Por Mariano García Viana
martes 17 de abril de 2018, 23:53h
La movilidad eléctrica se muestra imparable en un mundo cada vez más consciente del peligro que significa para nuestro futuro la contaminación y la importancia de conservar el planeta con energías más eficientes y con menos emisiones nocivas.
Por ese motivo no es de extrañar que la mayoría de las marcas, ya sean generalistas o premium, ofrezcan o están a punto de hacerlo, modelos movidos con energía eléctrica, pero hasta ahora ninguna ofrece, ni de lejos, lo que la exclusiva marca californiana Tesla. Ni en tecnología, ni en prestaciones y por supuesto ni en autonomía. Cuando Tesla lanzó su gama, de alguna forma significó una revolución en la industria del automóvil, al ser el primer modelo auténticamente premium, totalmente eléctrico, potente, con unas prestaciones que pocos deportivos pueden conseguir y con una autonomía de más de 500 kilómetros, que evita en los trayectos largos ir mirando el kilometraje que queda para agotar la batería y “rezar” para encontrar un lugar para cargarla de nuevo.

En los pocos años que Tesla lleva en el mercado su oferta ha ido creciendo en versiones y modelos y de todos ellos hemos tenido la fortuna de probar el que quizás sea el más completo el Model S 100D, que dispone de una batería de 100 kwh, que alimenta dos motores eléctricos, cada uno de ellos situados en ambos ejes, con lo cual obtenemos una transmisión a las cuatro ruedas y no a las traseras como en los primeros modelos de la marca. Cada motor proporciona 193 Kw de potencia (262 CV), lo que supone que una potencia nominal de 422 CV con un par de nada menos que de 632 Nm, disponibles, como buen motor eléctrico, desde la primera revolución. Con estos datos y con las cuatro ruedas transmitiendo la potencia disponible desde el primer segundo, es fácil suponer, como así es, que las aceleraciones con contundentes, 4,3 segundos de 0 a 100 km/h. y como hemos podido comprobar se consiguen con creces y con una particular satisfacción para el conductor como luego veremos. El consumo medio de la batería, que lógicamente varía en función de la forma de conducir y de esas “maravillosas” aceleraciones que proporcionan los motores eléctricos, es unos 15/20 Kw a los 100 kilómetros, mientras que la autonomía, como hemos podido comprobar con la batería cargada al máximo es de 515 kms., que pude bajar a los 450 kms. si la conducción es de tipo deportivo.

El Model S es un modelo francamente conseguido en lo que a su diseño se refiere. Su frontal resulta algo extraño por la ausencia de entradas de aire, que en este caso serían innecesaria al no tener un motor de combustión que necesite refrigeración, por lo que el morro es muy aerodinámico y está dominado por suaves superficies y unos rasgados faros con tecnología full led que, como hemos podido comprobar, proporcionan una iluminación estupenda. El gran e inclinado parabrisas se prolonga en parte por el abombado techo que desciende resolutivamente como un gran coupé de cuatro puertas, consiguiendo que la parte trasera la más atractiva del modelo, con una luneta también de grandes dimensiones y muy inclinada, mientras que los grupos ópticos de tecnología led ocupan gran parte de este panel trasero y se prolongan por el lateral de la carrocería. Lateralmente, además de esa trasera coupé a la que colabora también la forma de la tercera ventanilla, llama la atención las grandes ruedas de 19 “, que hacen que el modelo parezca aún más bajo en proporción. Por último señalar, en lo que a la carrocería se refiere, que los abridores exteriores de las puertas están enrasados y se desplazan hacia afuera cuando nos acercamos al coche con la llave aunque esté en el bolsillo.

Hablando de abridores, al acceder al coche y de un primer vistazo, lo que más llama la atención es, por un lado, la enorme pantalla vertical, de 17”, que va desde la parte alta del salpicadero hasta la media de la consola y por otro, que nos decepciona un poco el propio diseño en general y la terminación de los acabados y materiales empleados, teniendo en cuenta sobre todo que estamos hablando de un coche de lo más avanzado en lo que a tecnología se refiere. Dicho esto, señalemos que los asientos de piel por el contrario tienen un aspecto magnífico y como dejan entrever son muy confortables. Sus múltiples reglajes hacen que resulte muy sencillo acomodarse ante el volante y desde esa postura se pueden accionar fácilmente todos los mandos incluida la palanca selectora del cambio situada, como en los Mercedes, está situada tras el volante donde la mayoría de los fabricantes ubican la del limpiaparabrisas. Su accionamiento es sumamente sencillo y cómodo. Como lo es el manejo de la enorme pantalla que ofrece entre otras funciones el GPS, el equipo de música de alta calidad, los ajustes de los sistemas y hasta la programación de la conducción pilotada entre otras opciones. El cuadro de mandos es por supuesto digital, se puede configurar y en él se reflejan la velocidad, el estado del coche su autonomía, cuando recarga en marcha y cuando solo consume, etc. El asiento trasero resulta confortable para tres personas, pues al no existir túnel de transmisión se dispone de un mejor acomodo. El maletero tiene una capacidad para 745 litros y se complementa con otro de 150 litros bajo el capó delantero. Lo que se echa de menos son huecos por el habitáculo ya que las puertas carecen de las típicas “bolsas” y solo se dispone de la consola central y bajo el apoyabrazos entre los asientos delanteros.

Viajar en el Model S resulta de lo más agradable ya que a la ausencia de sonido mecánico, silencio que solo es alterado por el rumor de la rodadura, se une la mencionada capacidad de aceleración. Si queremos circular “fuerte” en carreteras convencionales, adelantar en cuestión de segundos no supone ningún problema y además con un alto índice de seguridad, pues los frenos se muestran a la altura de las prestaciones conseguidas. Con suspensión neumática, independiente delante y de paralelogramo deformable atrás, el Tesla se sujeta muy bien en cualquier tipo de trazado incluyendo las de montaña, donde solo su volumen y peso nos limitan una mayor agilidad, En las carreteras despejadas, transmite una gran seguridad pues se muestra muy asentado al asfalto y con una dirección que transmite bien lo que pasa en las ruedas. Otra característica de las suspensiones es que tiene altura variable y además con memoria si regulamos la altura en ocasiones repetidas, al entrar en el garaje de casa en casa por ejemplo.

Hemos dejado para casi el final el tema de la autonomía, quizás la fibra más débil de los coches eléctricos hoy en día, pero como ya hemos insinuado al principio del artículo con el Tesla ese tema es otro mundo. Y decimos esto por que esa autonomía anunciada en el cuadro de 515 kilómetros recién recargado, es real, lo que permite ya “meterse” en recorridos largos sin ir con el alma en vilo, Cierto es que hay que planificar el viaje para poder hacer al menos una recarga si queremos llegar a la costa, desde Madrid, a una buena velocidad, pero ya Tesla dispone de una red de recarga en las rutas principales, que se puede visualizar en una de las funciones de la “superpantalla”. Esta red de supercargadores de Tesla permiten cargar las baterías en muy poco tiempo, por ejemplo en solo 15 minutos tienes 250 kms de autonomía y en poco menos de media hora para unos 400 kms. También se puede recargar en los cargadores públicos que desde luego son más lentos, pero nos pueden “reponer fuerzas” mientras hacemos alguna gestión larga o mientras trabajamos si no tenemos a mano un supercargador de Tesla. Como tercera opción de recarga, podíamos hacerlo en casa en un enchufe de 220 normal, que de verdad ofrezca esa potencia. Así lo probamos también y en unas 8 horas (o una noche) cargamos más de 250 kms.

Por último y para no hacer interminable el artículo, mencionemos la conducción autónoma, Autopilot, un sistema de autonomía de nivel 2 y que combina su funcionamiento con el sistema de control de crucero activo y el Autosteer, que mantiene el coche en su carril. No es todavía lo que ya se va conociendo como Conducción Autónoma y que todavía esta muy en pruebas en distintos fabricantes. Pero si es cierto que hay un grado de autonomía en el Tesla y que desde luego funciona bien en autovías y autopistas y el coche, siempre que el conductor tenga las dos manos en el volante, puede cambiar de carril solo al poner el intermitente para adelantar y desde luego no viene nadie por el carril exterior. Los radares y cámaras que lleva el coche lo centraran en el carril sin acercarse al quitamiedos y luego con el intermitente derecho, si nos hemos separado lo suficiente del coche adelantado, volverá al carril y así sucesivamente, siempre que no haya muchas curvas, situación ésta en la que el sistema no funciona por seguridad.

En definitiva, un coche cargado de tecnología, que no de lujo, completamente eficiente, con unas prestaciones sorprendentes, sobre todo la aceleración y que marcará el camino a otros que vengan detrás.

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