Nicaragua recupera el sendero del diálogo

Los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua han aceptado el papel de mediadores en el necesario diálogo que se ha de producir entre el Gobierno, el sector privado y los trabajadores para solventar la grave crisis que se ha producido en Nicaragua, que derivó en actos de violencia extrema, enfrentamientos y llegó a interrumpir las clases. En la carta de aceptación los obispos piden que “tanto gobierno como sociedad civil evite todo acto de violencia, de irrespeto a la propiedad pública y privada” y “que prevalezca un clima sereno y de absoluto respeto a la vida humana de cada uno de los nicaragüenses”.

El Presidente de la República de Nicaragua, Daniel Ortega, que había solicitado esta mediación al Cardenal Brenes, Presidente de la Conferencia Episcopal Nicaragüense, agradeció de inmediato esta aceptación. “Compartimos plenamente su propuesta de sectores que podrían participar en las Sesiones del Diálogo Nacional. Y agregaríamos otros que consideramos importantes”, dice Ortega en su carta de agradecimiento al cardenal Brenes.

El anuncio de este Diálogo entre el Gobierno, el Consejo Superior de la Empresa Privada y los sectores sociales ha sido muy bien acogido por todas las Instancias Internacionales y por el pueblo nicaragüense, que ha visto en unos pocos días una violencia y unos disturbios totalmente extraños en un país con un promedio de crecimiento económico anual del 4,5% y considerado de los más seguros de Latinoamérica.