Mientras el Estado rescata a grandes multinacionales que hicieron inversiones que nadie les solicitó por puro lucro, el Gobierno condena a la ruina a los que destinaron sus ahorros a una inversión pedida por el estado para el beneficio de los españoles.
Anpier, la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica, lanza una campaña audiovisual para ilustrar, en
25 segundos, la situación que atraviesa el colectivo de decenas de miles de familias españolas productoras de energía solar fotovoltaica, que destinaron sus ahorros e ilusiones al desarrollo y generación de esta tecnología, atendiendo un llamamiento realizado por el propio Estado español.
Diez años después, los objetivos que el Estado español les había encomendado: generar energía limpia y madurar la tecnología fotovoltaica, han sido alcanzados. Con el resultado de que los españoles tienen acceso a una fuente de generación sin riesgo, que no contamina ni afecta a la salud, que es inagotable y que puede ser modulable según las necesidades de cada consumidor, sea particular o empresa.
Sin embargo, el Gobierno decidió aplicar al sector recortes retroactivos que llegan hasta el 50% de las retribuciones pactadas, lo que ha supuesto la necesidad de refinanciar todo el parque social fotovoltaico hasta los 18 años con lo que, estas familias empezarían a recibir el retorno de la inversión dentro de 8 ejercicios más, si no se produjera el nuevo recorte que ha anunciado el Ministro Nadal, que sería de un 20% adicional, con lo que todo el esfuerzo inversor y el trabajo diario en el cuidado y mantenimiento de estas instalaciones habrá sido en balde para decenas de miles de familias.
En el caso de los pequeños productores fotovoltaicos, una reducción de la tasa de rentabilidad razonable establecida sería aún más perjudicial que para el resto del sector renovable, puesto que la rentabilidad ficticia que el Gobierno dice que tienen, (7,39%) nunca se ha alcanzado, ni siquiera se ha estado cerca, ya que al tratarse de iniciativas de particulares:
- Retribuyeron a toda la cadena en el primer momento (Ingenierías, promotores, instaladores, etc.) sin poder internalizar ningún proceso ni lograr beneficio alguno de economía de escala.
- En general, se financiaron con tipos de interés muy altos, soportando derivados financieros y aportando garantías personales e hipotecarias propias y de terceros.
- Con la reforma, el colectivo de familias ha tenido que refinanciarse, extendiendo hasta 18 años el periodo de financiación y con vinculaciones personales, incluso con incrementos de precios, al haber cambiado la situación de riesgo sobre las previsiones iniciales.
- Al tener garantías personales, las condiciones de refinanciación han sido exigentes, frente a los grandes proyectos sin garantía, con los que la banca ha sido más amable. En algunos casos, el tipo de interés supera el 8%.
- Las familias fotovoltaicas no tienen la posibilidad de compensar pérdidas porque no forman parte de un grupo de empresas.
- Las familias fotovoltaicas no tienen la opción de repercutir el impacto fiscal del impuesto del 7% a la generación.
- Este colectivo financió un Know How del que ni siquiera pueden beneficiarse, al ser familias cuya actividad es exclusivamente de micro generación.
El Presidente de Anpier, Miguel Ángel Martínez-Aroca ha recordado que “Las familias fotovoltaicas han cumplido con todos sus compromisos legales, fiscales, contractuales y bancarios, sólo solicitan un trato justo. En un escenario en el que las grandes empresas multinacionales exigen al Estado recuperar a través de rescates con dinero público hasta el último céntimo de inversiones que hicieron por su propia iniciativa y que no suponían ningún avance para la sociedad, resulta lacerante ver como a miles y miles de españoles a los que fue el Estado quien les introdujo en estas inversiones, que han aportado un progreso extraordinario para la sociedad y que ni siquiera solicitan recuperar todo lo garantizado por el Estado, sino evitar la ruina, el Gobierno se empecine en expulsarlos del sistema eléctrico y condenarles a la precariedad. Situación aún más sangrante cuando las empresas extranjeras que realizaron estas mismas inversiones están ganando los pleitos internacionales y recuperarán todo lo perdido”.
El video, de 25 segundos, podrá verse, a partir de la semana próxima, en toda España a través de las principales cadenas territoriales de televisión y por medio de las redes sociales, donde Anpier considera que tendrá una relevante difusión, puesto que ya ha registrado más de 12.000 visualizaciones. En la pieza se refleja la disparatada situación de un colectivo de familias que ha logrado una revolución social y tecnológica que ha beneficiado a la sociedad, fueran arruinados y maltratados. “Una vez lograda la madurez tecnológica y demostrado que la sociedad es capaz de recuperar la soberanía en la generación de la energía, el Gobierno ha considerado que, efectivamente, es un progreso incuestionable la generación fotovoltaica; pero no les ha debido parecer oportuno que los ciudadanos puedan producir energía y, de esta forma, asistimos a un cambio tecnológico; pero la generación seguirá concentrada en unas pocas empresas, que monopolizarán el sector que más dinero capta de las familias. Al hurtar a los españoles esta fuente de ahorro, por autoconsumo, e ingreso, por generación social, la sociedad se empobrece y se rompe un círculo virtuoso que permitía destinar el dinero de la factura de la luz a los ciudadanos, dado que el Gobierno prefiere que esos colosales ingresos diarios vayan a unas pocas empresas. Así las cosas, no sólo se pierde la oportunidad de socializar una riqueza, sino que asistiremos a mayores cargas fiscales que permitan financiar políticas sociales para paliar desigualdad social y despoblación, que se incrementan cuando al ciudadano no se le permite participar de actividades como la generación de energía” ha subrayado Martínez-Aroca.
25 SEGUNDOS QUE ILUSTRAN LA SITUACIÓN DE LAS FAMILIAS FOTOVOLTAICAS