Además de los atractivos culturales, históricos y gastronómicos
Japón ofrece, numerosas alternativas para los amantes de lo deportes al aire libre y quienes quieren disfrutar de experiencias únicas e insólitos lugares en la naturaleza. Escalar el Monte Fuji, practicar kayak en el río Kumano, única vía fluvial declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO; recorrer la isla de Shikoku por el camino de peregrinación de los 88 templos; pedalear sobre el puente más largo de Japón o bucear entre los corales de las aguas de Okinawa son sólo algunas de las propuestas.
1.- Escalar el Monte Fuji. Con 3.776 metros de altura es la montaña más alta de Japón y Patrimonio de la Humanidad desde el año 2013. Entre los meses de julio y agosto se convierte en lugar de peregrinación de japoneses y turistas, que aprovechan el buen tiempo y la apertura de alojamientos y todo tipo de establecimientos para vivir esta experiencia. Cuenta con diferentes rutas de ascenso que se inician entre los 1.900 y los 2.200 metros sobre el nivel del mar y que llevan al caminante por diferentes senderos y caminos con vistas espectaculares a los alrededores.
2.- Practicar kayak y rafting. Japón está rodeado de mares y océanos, surcado además por ríos y vías fluviales en su interior, idóneos para la práctica de actividades deportivas acuáticas. Al norte del país, en el paraíso de los esquiadores, se encuentra Niseko (Hokkaido), donde la nieve derretida del invierno inunda los ríos en primavera y permite disfrutar en verano de aguas más tranquilas. El río Tone (Minakami, prefectura de Gunma), el más grande de Japón, es idóneo para la práctica de rafting, gracias a sus más de 12 kilómetros de rápidos. Para los amantes del deporte en kayak destaca el lago Aoki, los ríos de Hakuba (Nagano), Hime o el río Kumano, en la prefectura de Wakayama, única vía fluvial declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
3.- Senderismo en los Alpes Japoneses. Además de la escalada al Monte Fuji existen en Japón numerosas opciones para la práctica de senderismo, que permiten disfrutar también de bellos paisajes en cada época del año, especialmente durante el otoño y la primavera, con la floración del cerezo. Los pintorescos senderos de Yakushima, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en la prefectura de Kagoshima, o los Alpes Japoneses en Nagano, son algunas de las alternativas. Otro de los recorridos pintorescos es el de los cañones de Gokase, en Takachiho. Estas gargantas que caen al río Gokase, se crearon antiguos mareas de lava del gran volcán del centro de Kyushu. Para llegar hasta ellos se puede hacer una ruta de un kilómetro a pie, o alquilar barcas que conducen entre los cañones hasta la cascada Manai (Manainotaki), de 17 metros de altura.
Además, Japón cuenta con dos rutas de peregrinación religiosa destacadas: la ruta de los 88 templos, que recorre la isla de Shikoku y el Camino de Kumano Kodo, en la prefectura de Wakayama.
4.- Cicloturismo por el mar de Seto. En Tokio el 14% de los viajes diarios se realizan en bicicleta y éste es un medio de transporte que no sólo se usa en Japón para moverse por las grandes ciudades, sino que también es una forma de disfrutar haciendo deporte y turismo por el país, especialmente en las zonas rurales que no cuentan con un transporte público habitual. Se pueden encontrar tiendas de alquiler de bicicletas (llamadas "rentarusaikuru") frente a las estaciones de tren o cerca de ellas en muchos destinos turísticos, ya sea en los campos de flores de Hokkaido en el norte, en la propia estación de tren de Kioto, hasta en las soleadas islas de Okinawa en el sur. También se puede encontrar servicio de préstamos de bicis en los diferentes tipos de alojamientos.
Uno de los itinerarios destacados es la Shimanami Kaido, una ruta ciclista de 60 a 70 km de longitud que conecta la isla principal de Japón, Honshu, con su cuarta isla más grande, Shikoku, a través de una red especialmente construida de carriles para bicicletas y puentes que atraviesan seis islas más pequeñas y ofrecen impresionantes vistas del Mar Interior de Seto.
Descubrir Kioto en bicicleta, recorrer los extensos campos de flores de Biei (Hokkaido), el entorno del lago Biwa, el lago de agua dulce más grande de Japón, o la costa de la península de Noto, son otras alternativas.
También Okinawa ofrece bellos recorridos para los amantes de este deporte, que pueden atravesar Miyakojima-Irabujima, el puente más largo del país, con 3.540 metros y descubrir en el camino pintorescos cafés y playas de arena dorada casi vacías.
5.- Buceo en Kyushu y Okinawa. Las aguas cristalinas y las temperaturas cálidas de estas islas del sur de Japón atraen a numerosos buceadores que, además de descubrir la vida submarina del país, puede explorar las ruinas y pecios hundidos. Uno de los lugares únicos es la isla de Yurigahama (prefectura de Kagoshima), un banco de arena que aparece y desaparece dependiendo de las mareas. Además, es conocida por su arena en forma de estrella, formada por granos de pequeñas conchas. Imprescindibles también son las islas Ogasawara, un grupo de treinta islas dispersas en el Océano Pacífico, cuya lejanía les confiere una flora y fauna únicas tanto en tierra como bajo el agua, donde atesoran también bellos arrecifes de coral; y las islas IzuShichito, siete archipiélagos que forman parte del cinturón volcánico Fuji, llenas de aguas termales y de clima templado.
En Okinawa los buceadores encuentran también distintos puntos principales, como las islas Kerama; la famosa "Manta Scramble" de Ishigakijima, donde se pueden observar mantas-raya; el misterioso monumento bajos las aguas de Yonagunijima; los arrecifes de coral Yabiji de Miyakojima, los más grandes de Japón; la cueva submarina de Gakeshita; y los corales y aguas cristalinas de Cape Maeda.