Más de 820.000 trabajadores no se incorporan a su puesto de trabajo cada día en España. Aproximadamente, dos tercios de estos trabajadores están de baja médica. El otro tercio que no va a trabajar no está de baja médica. Las empresas tienen a su alcance algunas soluciones para combatir este problema.
Manejando datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE) y de la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE), Randstad Research ha realizado su informe sobre el absentismo laboral y su magnitud en el mercado laboral español, correspondiente al primer trimestre de este año.
El informe de Randstad indica que 247.000 personas, cada día, no se presentan a sus puestos de trabajo sin estar de baja médica. Otras 577.000 tampoco van a trabajar, pero sí están de baja médica. El absentismo laboral cuesta millones a las empresas españolas cada año, concretamente la cantidad de 50.200 millones de euros.
El presentismo es otra anomalía laboral bastante frecuente en muchas empresas, pero no es lo contrario del absentismo. Lo contrario del absentismo es que el trabajador cumpla con su obligación de ir a trabajar y trabaje. El presentismo consiste en que el trabajador sí está en su puesto de trabajo pero sin hacer lo que debe o simplemente sin hacer nada productivo para la empresa, llegando, incluso, a prolongar su jornada laboral. También hablamos de presentismo cuando el empleado va a trabajar estando enfermo. Los costes de esta conducta son mucho más difíciles de medir para las empresas. Es fácil calcular la productividad por empleado de una empresa, incluso de una sola sección o departamento de la misma, pero no lo es calcular la de cada trabajador de forma individual, excepto en puestos de trabajo muy concretos como los comerciales, por ejemplo.
¿Qué pueden hacer las empresas?
El control de los horarios de los trabajadores va mucho más allá del estricto complimiento de la ley. Ahora es obligatorio llevar un registro diario de la asistencia de cada uno de los trabajadores, aunque en la empresa no se hagan horas extras, ya sean sus jornadas completas o a tiempo parcial. Este control obligatorio, realizado a través de un sistema de control de presencia, también se puede convertir en una herramienta para mejorar la gestión de los recursos humanos.
Un sistema de control de presencia moderno y basado en las nuevas tecnologías es, desde luego, eficaz contra el absentismo. La identificación de los trabajadores por reconocimiento facial, lector de huella y/o contraseña que permiten estos equipos hace bastante complicado la suplantación y que un trabajador fiche por otro. Concretamente, los sistemas de control de asistencia con huella digital son unos de los más solicitados debido a su sencillez y precio.
Detectar el presentismo no es imposible en una empresa con buen ambiente laboral. Algunas empresas lo provocan ellas mismas por sus modelos organizativos anticuados basados únicamente en la autoridad. Todavía las hay que piensan que el temor al despido es un aliciente para trabajar más o mejor o ambas cosas a la vez. Y se equivocan, consiguiendo solo tener empleados atemorizados que en, muchos casos, acudirán a trabajar sin motivación y lo harán incluso estando enfermos.
Una empresa moderna tiene que basar las relaciones laborales en el compromiso de los empleados. Esto se logra sustituyendo el autoritarismo por el liderazgo, implantando la flexibilidad horaria allí donde sea posible y aprovechando las nuevas tecnologías que facilitan el teletrabajo. Eso sí, con la verificación adecuada que permite un sistema de control de presencia.
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