Un país acogedor, de buena gente y seguro.
El archipiélago forma parte de la región de Macaronesia. Se compone de diez islas grandes y cinco menores. En el norte del archipiélago se sitúan las denominadas islas de Barlovento: Antao, Sao Vicente, Santa Luzia, Sao Nicolau, Sal y Boavista; mientras que al sur, se encuentran las de Sotavento: Santiago, Fogo, Maio y Brava. Todas ellas están habitadas con la excepción de Santa Luzia. La capital del país, Praia, se sitúa en la isla de Santiago.
Sus habitantes se distribuyen de forma heterogénea entre las diferentes islas, siendo la más poblada Santiago.
Las islas son de origen volcánico. En la de Fogo existe un volcán activo (última erupción en 2014). En su mayor parte, son montañas escarpadas cubiertas de cenizas volcánicas, por lo que hay poca vegetación. El clima es seco y caluroso, con una media de temperatura de 20/25 °C. En los meses de enero y febrero, el archipiélago sufre la influencia de tempestades procedentes del Sáhara.
Administrativamente, cada una de las islas se organiza en concejos. El concejo más poblado es el de Praia, la capital del país, que con 131.719 habitantes aglutina el 27,8% de la población nacional. Su renta per capita ha pasado en las últimas tres décadas de 175 a casi 4.000 dólares.
En la isla de Sal está el aeropuerto Amilcar Cabral, el mayor internacional del país, de Madrid a Cabo Verde los vuelos duran 4h y media.
Su idioma oficial es el portugués, aunque la lengua popular es el criollo caboverdiano (cada isla cuenta con su respectiva modalidad dialectal).
Cabo Verde es un pais en desarrollo que contrasta con el resto de África por su estabilidad política, económica y social.
El Banco Mundial subraya "su buena gobernanza, gestión macroeconómica sana, apertura al comercio y adopción de políticas sociales efectivas". El Banco de Desarrollo Africano considera que el país se ha convertido "en un destino seguro para la inversión exterior debido a sus instituciones sólidas y tiene potencial para convertirse en un serio rival de otras islas por atraer turistas. El turismo viene creciendo satisfactoriamente en los últimos 8 años. Sol y playa; ecoturismo (caminatas, observación de fauna, ornitología, turismo en espacio rural, etc.). Hace años que sus gobernantes empezaron a vender en el exterior sus enormes playas, casi vírgenes, la belleza del paisaje, sus montañas con picos de casi 3.000 metros. Los inversores y los organismos internacionales han apoyado todos los proyectos de desarrollo puestos en marcha por el Gobierno. La privatización de los puertos atrajo el interés de 11 empresas de Portugal, Inglaterra, Holanda o Turquía.
No hay conflictos ni movilizaciones de protesta importantes, no hay problemas raciales. Negros, criollos y blancos se mezclan sin problemas.
La cultura caboverdiana es una mezcla de elementos europeos y africanos. Es conocida por su diversidad musical, que refleja los distintos orígenes de la población. El país posee géneros musicales propios como la "morna". Cesária Évora (en la imagen), por ejemplo, una cantante caboverdiana más conocida internacionalmente y que falleció hace unos años. Suzanna Lubrano es la cantante Zouk con más renombre actualmente e Ildo Lobo tambien otro de los artistas más importantes.
Un concepto muy presente en la cultura caboverdiana, principalmente, en su literatura y en su música, es el de “saudade”. Es más que un sentimiento de tristeza o melancolía, consiste en tener presente a los que se fueron, lo dejado atrás. Es la “saudade” de las “mornas” de Cesárea Évora. Destacamos algunos escritores: Germano Almeida (en la imagen), Amílcar Cabral, Baltasar Lopes da Silva, Arménio Vieira, etc.
Lugares histórico-artísticos
El lugar de mayor interés histórico-artístico de Cabo Verde es Ribeira Grande de Santiago, más conocida popularmente como “Cidade Velha” (en la imagen). Cabo Verde nació en Cidade Velha, cuando el genovés Antonio de Noli, en nombre de la Corona de Portugal, escogió su bahía para establecer el primer lugar habitado de todo el archipiélago en 1462.
En 1999, la AECI puso en marcha un proyecto de gran envergadura dirigido a recuperar el rico patrimonio histórico-artístico de Cidade Velha. Cidade Velha fue declarada en junio de 2009 por la UNESCO Ciudad Patrimonio Mundial.
Porto Madeira, situado en el interior de la isla de Santiago, a 25 km de Praia aproximadamente, en un paraje montañoso de gran belleza. En este enclave, la AECID ha dado su apoyo al Proyecto de Desarrollo del Turismo Rural y Ecológico a través del Arte en Porto Madeira, impulsado por la artista caboverdiana Misá, dirigido a convertir el enclave rural de Porto Madeira, situado en una zona de gran valor ecológico y paisajístico, en un espacio en el que el turismo rural y cultural sean motores de desarrollo de la comunidad.
Praia, la capital de Cabo Verde, es tal vez la ciudad más africana del archipiélago y posee un centro histórico-colonial (barrio de Plateau) relativamente bien conservado. En Praia puede visitarse el Museo de la Avenida 5 de Julio (fecha de la independencia del país), que ocupa un edificio colonial del siglo XVIII y que expone una muestra de la artesanía. En la capital también puede visitarse el Museo Arqueológico nacional, de pequeñas dimensiones.
Mindelo, capital de la isla de Sao Vicente (en la imagen) es una ciudad portuaria, con claras reminiscencias de su importancia histórica, bellos edificios coloniales y una bahía espectacular, reconocida como una de las más bellas del mundo, por donde se extiende su puerto y su paseo marítimo. Es conocida como la capital cultural del archipiélago.
Sao Filipe, capital de la isla de Fogo, es una bella y cuidada ciudad, en la que es muy recomendable pasear por sus calles empedradas y admirar los “sobrados”, edificios de dos plantas con un patio central y una amplia balconada de madera en el exterior, memoria del pasado colonial. En Sao Filipe puede visitarse la “Casa da memoria”, un museo situado en una casa familiar bellamente restaurada, que traza un recorrido por la interesante historia de Fogo durante el siglo XIX y que en ciertas ocasiones alberga eventos culturales.
Una cabaña tradicional
Otros lugares de visita obligada en Cabo Verde por su belleza y espectacularidad son Chã das Caldeiras, la gran meseta ocultada por un circo de roca al pie del monumental volcán de Fogo y la isla de Santo Antao, en particular los valles o “ribeiras” de Paúl y de Torre, y la costa norte (de altos acantilados), desde Janela a Ponta do Sol, en especial Vila das Pombas.
Las islas de Sau Nicolau y Brava destacan por su carácter apartado y sus bellos pueblos (Vila da Ribeira Brava en S. Nicolau, Vila Nova de Sintra en Brava) y paisajes.
En Tarrafal, (Santiago), está Assomada. Se puede visitar este centro, construido en 1936, que albergó a prisioneros políticos del régimen de Salazar. En su primera etapa, entre 1936 y 1954, fue centro de detención de prisioneros políticos procedentes de Portugal.
Áreas protegidas
Monumento natural de Monte Estância (en la imagen).
Paisaje protegido de Curral Velho. Parque natural de Norte.
Reserva natural integral del islote de Baluarte.
Reserva natural integral del islote de Curral Velho.
Reserva natural integral del islote de los Passaros.
Reserva natural Tartaruga.
Monumento natural del islote de Sal Rei.
Monumento natural del monte Santo António.
Monumento natural Rocha Estância.
Paisaje protegido Monte Caçador e Pico Forcado.
Reserva natural de Boa Esperança.
Reserva natural de Ponta do Sol.
Reserva natural de Morro de Areia.
Tortuga Caretta (Tortuga Boba) que se acerca a las costas de Cabo Verde para desovar.
El turismo de Cabo Verde se localiza en la isla de Sal y de Boavista. Ambas cuentan con kilómetros de tranquilas y excelentes playas, destacando los complejos hoteleros de las cadenas RIU, IBEROSTAR y MELIA.
En la isla de Maio de menor desarrollo turístico y que posee también excelentes playas, están comenzando a surgir algunos pequeños establecimientos hoteleros.
El interior de las islas de Fogo, Santo Antao, Santiago, Sao Nicolau, Brava y Sao Vicente es de una belleza agreste, con aldeas, pueblos, valles y montañas para un turista que quiera estar en contacto con la naturaleza. Cabo Verde ofrece rutas y parajes seductores para los amantes del senderismo.
Playa de Santa Mónica (Boa Vista)
Gastronomía
En la cocina caboverdiana destaca el pescado, junto con el maíz, el arroz, las alubias y distintas verduras (zanahoria, col) y tubérculos (patata, mandioca, boniato), sin olvidar frutas autóctonas como el plátano, la papaya o el mango.
El plato nacional de Cabo Verde es la “cachupa” (en la imagen), un alimento muy nutritivo, de origen rural y alto valor calórico, antaño reservado a las reuniones familiares o festivas. Un cocido elaborado con carne de cerdo, alubias, maíz, mandioca, boniato, zanahoria y col, aunque puede contener otras hortalizas diferentes y, en algunas ocasiones, sustituir la carne por el pescado. Otros platos caboverdianos populares son la “feijoada”, que emplea diferentes tipos de habas o judías, el arroz (preparado de las más diversas formas) y un cus-cus distinto al árabe, que consiste en un bizcocho untado con miel de caña.
En la cocina caboverdiana abundan los arroces de marisco, los asados de cabrito (especialmente en las islas de Boavista y Santiago) y una especialidad de bacalao con huevo y patata (“bacalhau a braz”).
Destacar el vino blanco (en la imagen) producido en la meseta volcánica de Chã das Caldeiras, al pie del volcán de Fogo, fresco y afrutado. Este vino es elaborado por una cooperativa local de agricultores, junto con otros vinos y licores.
Hay hoteles para todos los gustos y de todo tipo de categorías, prácticamente las nueve islas que estan habitadas en Cabo Verde cuentan con hoteles desde más o menos económicos hasta el gran lujo. Una gran mayoria son cadenas españolas (en la imagen el Melia Toruga Beach Resort y Spa). No es difícil encontrar hoteles con piscina y otros servicios como restaurantes, televisión vía satélite o espectáculos de animación.
Poco a poco crece también el fenómeno del turismo rural en las islas (en la imagen San Felipe, la capital de Fogo, ejemplos de casas tipicas convertidas en hotel rural) y es que cada vez surgen más albergues a las afueras de las grandes ciudades o de las capitales de isla, donde además de alojarnos podemos hacer excursiones por sus alrededores en un contexto de plena naturaleza.