Seis razones por las que la franquicia de muebles de cocina es una buena inversión

La elección de la franquicia se ha mostrado en los últimos años como modelo a la hora de montar un negocio al tratarse de un sistema que minimiza los riesgos. Del total de 1.348 enseñas que operan en nuestro país, según la Asociación Española de Franquiciadores (AEF), 70 están especializadas en mobiliario/hogar. La firma de origen belga èggo Kitchen House forma parte de este grupo desde 2013, fecha en la que abrió su primera tienda de muebles de cocina hechos a medida en el centro comercial La Gavia de Madrid.

Con cinco años de experiencia en nuestro país y siete establecimientos en marcha tras la reciente inauguración de la tienda ubicada en el centro comercial Parque Rioja de Logroño, la enseña confirma el atractivo de este tipo de negocio para los inversores. “El crecimiento constante y sostenido en los últimos años del sector del mueble de cocina es un aliciente importante y también que el 80% de las transacciones que se realizan se correspondan a la reposición y reforma de esta estancia del hogar, justo el ámbito en el que se posiciona nuestra marca”, sostiene Alberto Terán, director Comercial de la firma.

Welcome pack

Además, como incentivo para los inversores, la enseña ha diseñado un welcome pack que permite al franquiciado beneficiarse de la eliminación del 100% del canon de entrada y del stock de exposición gratuito al abrir una èggo Kitchen House en 2018.

Las seis razones para invertir

Pero el sector del mueble de cocina aporta otras claras ventajas para quienes están buscando una oportunidad de negocio sostenible en el tiempo.

1.- La inversión necesaria para una franquicia de muebles de cocina es inferior a la que se precisa en el ámbito de la restauración o comida rápida. En el caso de èggo asciende a 100.000 euros si se opta por el modelo de coinversión con la masterfranquicia española.

2.- En el sector del mueble de cocina a medida no se estoca producto. En èggo no se produce nada que no haya sido previamente vendido, ya que toda la producción se realiza bajo pedido. Incluso para las cocinas y demás productos destinados al showroom cuenta con acuerdos que permiten su gratuidad.

3.- Los requisitos legales necesarios para operar en el mercado del mueble de cocina son menores y más simples que los que se exigen en otras actividades.

No existe legislación restrictiva referente a higiene de los productos a comercializar, a la conservación de los mismos o sus fechas de caducidad.

4.- La duración de las colecciones de producto es más alta que en sectores como el textil, donde la reposición o las necesidades de renovación de exposiciones o productos para la venta son casi continuos.

5.- Baja necesidad de cash-flow operacional. El modelo de negocio de la cadena èggo le garantiza al franquiciado que recibirá, al menos, el 40% del importe de la venta antes de realizar ningún pedido.

6.- El riesgo de impagados es nulo. Como sucede en gran parte de los sectores más modernos, en el modelo èggo el 100% del importe del producto se cobra siempre antes de la entrega al cliente.

“Si en los últimos años las franquicias low cost lideraron las preferencias de los franquiciados a la hora de emprender, ahora es el momento de negocios de mayor envergadura económica que, lógicamente, también reportan mayores beneficios”, aventura Terán, para quien es importante poner el foco en perfiles inversores, así como en el desarrollo de propuestas financieras destinadas al crecimiento de las redes. “Mientras llegan, los franquiciadores tenemos que ofrecer este apoyo”, concluye.