La historia de las criptomonedas deja al descubierto algunas reacciones humanas -individuales, colectivas y hasta de instituciones, representadas por sus máximos dirigentes, que son dignas de mención.
Como todo el mundo sabe, las noticias que se publican en cualquier medio de comunicación -en papel o digital, da igual- aunque partan de hechos ciertos y comprobados reflejan, en el mejor de los casos, la opinión del redactor que las escribe, cuando no están directamente influidas por la línea editorial de la publicación. El simple hecho de publicar o no una noticia de agencia ya supone una elección. ¿No se publica porque no es relevante o no se publica porque no quiero que sea relevante?
Buscando noticias sobre bitcoin hemos encontrado la web de belu.ga/es/. Por el aspecto de la página, ésta es de nueva creación, se nota que tienen cosas que mejorar pero me ha gustado lo que intuyo en su proyecto. Creo que va a ser un portal neutral. Evidentemente, si habla de temas técnicos -posibilidades de minar criptomonedas en páginas web-, es porque está a favor del desarrollo de las criptomonedas y si informa sobre la regulación fiscal en Estados Unidos, que obliga a los contribuyentes declarar las ganancias en criptomonedas, es porque desea que este mundo de las nuevas monedas virtuales se aleje lo antes posible de los rumores, algunos confirmados, sobre su uso en actividades delictivas. Esto de intentar, con demasiada frecuencia, mezclar el uso de criptomonedas con la delincuencia sí que es llamativo. Siempre que se apresa un barco intentado descargar toneladas de cocaína en una playa española, también, dentro del barco se encuentran importantes cantidades de dinero físico. Y a nadie se le ocurre prohibir la circulación de euros.
Empecé este artículo hablando de cómo la actitud de la gente frente las criptomonedas refleja su psicología.
La conducta de las personas está, muchas veces, ligada a pensamientos o, incluso, a acciones completamente irracionales. Desde los que al aparecer las criptomonedas dijeron que éstas no tenían futuro y que seguramente eran una estafa, y ahora ven que empresas como Microsoft aceptan el pago en bitcoins para algunos de sus productos, hasta los que pensaron que eran un camino seguro para hacerse millonarios, y empezaron a minar bitcoins -al principio era muy barato- y cuando la cotización llegó a 20 dólares vendieron todo, ya habían ganado bastante, no había que arriesgarse más. Mientras escribo esto un bitcoin se cambia por 6.655,66 dólares.
Los comportamientos colectivos pueden ser igualmente irracionales pero más visibles al ser ejecutados en masa -cientos o miles de personas empujándose mutuamente a la entrada de un centro comercial un día de rebajas me sigue pareciendo incomprensible-. Un buen remedio para estar correctamente informado y no creérselo todo, simplemente porque que lo dicen los demás, es visitar esta página sobre el Bitcoin, con información básica y práctica sobre cómo obtener bitcoins y cómo gastarlos.
Por último, el comportamiento de la mayoría de las instituciones financieras, tanto públicas como privadas, así como de los responsables políticos con competencias en asuntos económicos han dejado que el tema de las criptomonedas les sobrepase. Que alguien emita moneda, sabiendo de antemano cuánta va a emitir y cómo conseguirla, en un entorno descentralizado y seguro y al margen del político de turno les parecía imposible. Bueno, pues ha sido posible gracias a la tecnología blockchain, que hoy está en la base de múltiples aplicaciones y servicios presentes en Internet que nadie critica.