Con una filosofía que nada a contracorriente, la e-commerce de muebles española alcanza el millón de euros a solo 7 meses de crear su segundo Showroom.
En los últimos años, la fiebre por la decoración se ha disparado de forma exponencial. Ya sea alquiler o compra, no dejamos de ver casas perfectamente decoradas donde los estilos, los materiales o los acabados marcan la diferencia. Esta tendencia, también se ha reflejado en el sector del
e-commerce de muebles: en 2017, España, facturó 918 millones de euros y está previsto que para 2021 facture 1.486 millones de euros, es decir, un 38,2% más. Sin embargo, existen casos curiosos como el de la
e-commerce de muebles española Sillatea, que nació online para dar el paso a tienda física.
Desde su fundación, en octubre de 2014, Sillatea surgió como una tienda únicamente online. Al cabo de un año y debido a la elevada demanda que recibía el joven equipo de Sillatea por parte de sus clientes, abrieron un primer punto físico (Showroom) en Barcelona que apenas contaba con 30m2, donde el cliente tenía la oportunidad de ver, tocar y probar el producto de primera mano.
Frente a todo pronóstico y con una facturación que alcanzó el millón de euros en su último ejercicio, a finales de 2017 y motivados por la creciente demanda, Barcelona volvió a ser la ciudad elegida para acoger la segunda tienda física. La Showroom consta de 170m2 y está situada cerca de uno de los centros neurálgicos de la ciudad, la Sagrada Familia.
Además de ser diseñadores y creadores de modelos propios, Sillatea fue una de las pioneras en ofrecer entregas en 24 horas, pero siempre manteniendo un trato muy familiar y directo, marcando mucho ese espíritu offline que los hace diferentes.
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