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Hyundai Kona 1.6 T-GDI 177 CV AWD DCT

Hyundai Kona 1.6 T-GDI 177 CV AWD DCT
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El más atractivo de su género

Por Mariano García Viana
martes 24 de julio de 2018, 23:18h
Continúa la invasión de los SUV compactos, prácticamente no hay marca que no disponga de un modelo o incluso dos. A este concurrido segmento B se ha integrado el Kona, con una serie de virtudes, además del acertado diseño, que le hacen acreedor a encabezar todo ese ejército de todocaminos.
Efectivamente el Kona es todo un ejemplo de lo que se puede conseguir con un diseño acertado y bien estudiado. Si nos fijamos en su carrocería, apreciaremos rápidamente lo elaborada que está, casi no hay un centímetro cuadrado que no haya sido especialmente cuidado y estudiado para hacerlo más atractivo. Los aditamentos protectores realzan su espíritu aventurero y hacen además más compacto el modelo. En el frontal, solamente la parrilla modificada al efecto, recuerda o identifica que se trata de un Hyundai, ya que el resto es auténticamente novedoso. De entrada, digamos que sobre la mencionada calandra existe una estrecha abertura de entrada de aire, mientras que los faros antiniebla no se sitúan como es habitual en los extremos de la carrocería, sino que en esta ocasión están bastante centrados y a cada lado de una entrada de aire inferior, teniendo una curiosa forma irregular. La posición de los faros principales nos recuerda a la de los últimos modelos de Citroën, es decir están situados más bajos e independientemente, de los de la iluminación de día (En este modelo junto a los intermitentes) que se haya en la parte más alta del frontal, justo donde termina el capó motor, en una estrecha franja.

Los pasos de rueda se muestran bastante señalados en el propio diseño de la carrocería, sobre todo los delanteros, pero es que además protegiéndolos se encuentran unos aditamentos plásticos de generosa anchura, que en el caso de los delanteros se prolongan hacia el frontal, de forma que envuelven también a los faros principales, que por cierto emplean tecnología led, y a unas falsas entradas de aire de color negro. Para remate incluyen también un catadióptico blanco. Para rematar esta parte delantera tan lograda, señalemos también el diseño del abultado capó con sinuosas nervaduras. Un frontal llamativo, aunque no especialmente agresivo, sino más bien poderoso y como decíamos al principio aventurero y juvenil. Si hacemos un recorrido visual por el lateral, además de los abultados y protegidos pasos de rueda, que por cierto sus llantas de bonito y original diseño son de 18 pulgadas, podemos observar una vez más lo trabajada que esta la carrocería, sinuosas formas recorren el lateral, por encima de los tiradores de las puertas y hasta el inicio de los grupos ópticos traseros y por la zona baja de aquellas, por encima de la banda plástica protectora. Las barras del techo, de color negro, son muy discretas y apenas sobresalen del mismo.

Por su parte la trasera sigue la misma línea original y elaborada. El mismo alerón que cubre la luneta y que contiene la tercera luz del freno, se prolonga hacia abajo y lateralmente con unas originales estrías. Como ocurre en la parte delantera, el protector de plástico del paso de rueda posterior, se prolonga y envuelve los grupos ópticos de intermitente y antiniebla y marcha atrás, mientras que la luz de posición y el freno, de leds, se sitúan más arriba justo debajo de la luneta. La parte baja del generoso paragolpes está ocupada por una imitación de difusor de aire de color aluminio que prácticamente oculta el escape.

El interior nos recuerda al del Stonic de Kia, por algo son primos, y se pude decir que es amplio, bien terminado y con una sabia mezcla entre los plásticos duros, los blandos y en la versión probada, también con la piel. Es agradable encontrar detalles de color en salpicadero, consola, bordes de los asientos, etc. La postura ante el volante es de lo más conseguido y gracias a las regulaciones eléctricas del asiento del conductor, no plantea ningún problema para adaptarse a ella a cualquier morfología. Ante el ocupante se ofrece un cuadro fácil de interpretar, que realmente es una pantalla multifunción, con dos indicadores grandes, para velocímetro y cuentavueltas, separados por un espacio que informa de distintos elementos del ordenador de la ayuda la conducción, etc,,complementando por el pequeño panel que se despliega sobre el cuadro a la altura de los ojos del conductor y le informa de la velocidad a la que circulamos, la permitida y si llevamos conectada la velocidad de crucero. La pantalla táctil de 8 pulgadas que, de forma prevalente, se sitúa en el centro del salpicadero. Bajo ella encontramos los mandos del potente climatizador, que son prácticamente los mismos del mencionado Stonic, interruptores auxiliares, más abajo todo tipo de conexiones y ya horizontalmente, huecos portaobjetos y la palanca selectora del cambio automático de 7 velocidades. Las plazas traseras son cómodas y espaciosas y ofrecen amplitud para las rodillas y una distancia al techo más que suficiente. Pueden viajar sobradamente tres personas pues el túnel central es poco prominente. El maletero ofrece una generosa capacidad de 361 litros, con un máximo de 1.143 litros si se pliega el asiento posterior (60:40). Además con este nivel de acabado equipa de serie un práctico panel de dos niveles bajo el suelo de carga, el cual puede ser compartimentado para guardar objetos pequeños o herramientas. Las formas son muy regulares y al abatir los asientos el piso queda totalmente plano.

El equipamiento del Kona, en esta versión, es realmente supercompleto, pues además de la mencionada pantalla multifunción, dispone de un equipo de sonido Krell de primerísima calidad, con ocho altavoces. También se dispone de CarPlay y Androide Auto. Cabe destacar también la calefacción en el volante, en los asientos delanteros, que incluyen así mismo ventilación, sistema activo de cambio involuntario de carril, sistema activo de conexión a luces de carretera, freno autónomo de emergencia AEB, avisador de ángulo muerto, sistema de iluminación en curva con faros Full led, selector de modo de conducción, control de descenso, bloqueo diferencial central, etc.

La versión que nos ocupa montaba el motor más potente de gasolina, el 1.6 litros de 177 CV de potencia a 5.500 r.p.m. y un par de 265 Nm entre las 1.500 y 4.500 vueltas. Un motor que tiene un funcionamiento ejemplar y más que suficiente para mover con gran soltura al Kona. Desde muy bajas vueltas el motor empieza a empujar con una sorprendente fuerza, tanto que permite sobradamente una utilización deportiva, pues como luego veremos la estabilidad está más que asegurada. La alegría de la motorización y su facilidad para subir de vueltas proporcionan unas excelentes prestaciones, como lo demuestra que su velocidad máxima es de 205 km/h y la aceleración de 0 a 100 km/h se sitúa solo en los 7,9 segundos. Su sonido, en una utilización “normal”, es apenas perceptible, pero cuando se le pisa con decisión se deja oir sobradamente, pero en ningún caso resulta desagradable. Asociada a esta mecánica se monta una caja de cambios automática de 7 velocidades. Caja que funciona perfectamente en cualquier circunstancia tanto en las recuperaciones como en las aceleraciones continuas o esporádicas. El consumo no es especialmente bajo en una utilización mixta pero relajada, pues se sitúa en los 6,7 litros a los 100 kms. en esas circunstancias, ahora bien si se quiere conducir con ese talante deportivo que tan fácilmente ofrece, la cifra sube hasta casi los 8 litros. Es importante señalar que el motor dispone del sistema Star&Stop, que siempre viene bien al circular en ciudad y con paradas frecuentes.

Hemos mencionado en el apartado de equipamientos el contar con el selector de modo de conducción o sea el Drive Mode, que ofrece tres posibilidades de utilización, Eco, Comfort y Sport. En función del modo elegido, el motor y el cambio tienen un funcionamiento específico. El comportamiento del Kona es muy seguro circunstancia esta que fácilmente se traslada al conductor que puede conducir relajadamente sin preocuparse de la seguridad aunque se circule muy deprisa por zonas viradas, las suspensiones, con McPherson delante y paralelogramo deformable detrás, con las correspondientes barras de torsión, unido a un excelente chasis y a que se cuenta con la tracción a las cuatro ruedas de forma automática, permiten siempre un agarre eficiente, incluso fuera de la carretera. En esta circunstancia, la altura libre sobre el suelo, el control de descenso y el bloqueo del diferencial central (50% delante y 50% detrás), permiten al Kona adentrarse en terrenos con ciertas dificultades o mejor por pistas forestales, no olvidemos que el coche no es un todoterreno puro, sino un SUV, de lo mejor de su segmento, pero un todocamino.

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