Como ya dijimos en alguna ocasión, el evento que no se recuerda es como si no hubiese tenido lugar. Los específicamente dedicados al team building -reuniones para mejorar y fortalecer el funcionamiento de los equipos empresariales- necesitan incorporar, cada vez más, actividades nuevas que despierten el entusiasmo de los participantes y dejen en ellos un recuerdo duradero.
Las actividades de team building, por lo menos las que organizan aquellas empresas decididamente volcadas en la formación de su capital humano y en la retención del talento acumulado por sus empleados, son usadas con asiduidad para integrar a los componentes de toda la empresa -o de uno de sus departamentos- en el desarrollo de un objetivo común. Éste puede ser aumentar las ventas, dar a conocer una nueva política de responsabilidad social corporativa o anunciar algún cambio de estrategia empresarial. Pero siempre se trata de comunicar algo a aquellos que han de acometer un nuevo reto. El team building es distinto al viaje de incentivo que, generalmente, sirve para premiar objetivos ya conseguidos.
En cualquier actividad humana, el conocimiento mutuo entre los componentes de un grupo favorece la creación de nuevos vínculos. Descubrir capacidades, que nos eran desconocidas, en un compañero de trabajo puede hacer que la colaboración entre todos los miembros de ese equipo mejore sustancialmente.
En esta noticia descubrimos algo muy interesante. Be Sailor es una empresa dedicada al alquiler de todo tipo de embarcaciones -yates, veleros, catamaranes, etc.- que, además dispone del servicio de Team Building Master Corporate, dedicado a que los equipos de trabajo vivan una experiencia inolvidable en el mar, en embarcaciones preparadas para disfrutar con todas las comodidades y que siempre estarán acompañados por un profesor o monitor, apto para cumplir las necesidades de formación o motivación que haya marcado la empresa contratante.
Las diversas actividades incluyen motivación de equipos, team building de aventura, descubrimiento y definición de roles, gamming motivacional, coaching directivo y, en general, actividades de formación a medida según necesidades del departamento de recursos de cualquier empresa. Todas estas actividades básicas se pueden complementar con filmación con drones -para hacer un vídeo recordatorio-, filmación lipdub -baile más coreografía participativa-, animación motivacional profesional, storyteller corporativo, motos acuáticas y terminar con un afterwork, después de la actividad, en el Café del Mar Beach Club Barcelona. Por disponer, disponen hasta de servicio de helicóptero.
Lo único dentro de lo exclusivo
La ruta de la sal es un evento deportivo y competitivo consistente en una carrera de barcos que parten desde distintos puntos de la costa mediterránea española y han de llegar a Ibiza. El objetivo es imitar la competición comercial que se desarrollaba por conseguir el llamado “oro blanco”: la sal. El origen histórico de esta regata se remonta a 1846, durante las guerras carlistas, cuando Barcelona quedó cercada al sufrir un bloque comercial por la “Revolta dels Marins”. Un hombre de negocios, para romper el bloqueo, propuso hacerse cargo de los pagos a los barcos que llevasen sal desde las Salinas Pitiüses hasta Barcelona, pero con un matiz muy interesante: los pagos se harían en orden de llegada, es decir, el primer barco podría ganar mucho dinero pero, seguramente, el último en llegar no tendría ni para los gastos.
En el año 1989, ANAM inauguró la Ruta de la Sal como competición deportiva. Y todos los años crece el número de participantes. Es una buena forma de entrenar la competitividad.
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