La concienciación y la preparación para el Mercado Único Digital deben aumentar, ya que la mayoría de las empresas europeas tiene previsto haberse expandido en el continente en 2020.
Un nuevo estudio encargado por Ricoh Europe revela que una abrumadora mayoría de empresas europeas (92%) admite no estar preparada para la introducción del Mercado Único Digital en la UE. La regulación de un Mercado Único Digital será la que más cambiará las reglas del juego en Europa esta década. Sin embargo, actualmente millones de empresas pierden beneficios y dejan pasar la oportunidad de formar parte de un mercado que se prevé que aportará 415.000 millones de euros1 a la economía europea.
Solo la mitad de las compañías (51%) ha oído hablar de la propuesta europea de un Mercado Único Digital, cuya entrada en vigor está prevista para finales de 2016 y que estandarizará el mercado online europeo para que los mismos contenidos, productos y servicios estén disponibles a los mismos precios en cualquier lugar de la UE. Los países en los que el conocimiento de esta propuesta es menor son los nórdicos (28%), Bélgica y Luxemburgo (29%) y Portugal (30%). Estos son datos obtenidos de una encuesta realizada a 1.360 directivos de empresas de todos los estados de la UE.
Los bajos niveles de concienciación y preparación son especialmente preocupantes dado que actualmente solo el 7% de las pymes de la UE vende más allá de sus fronteras, una cifra que debe aumentar si se quiere que la economía europea prospere2. La mayoría de las empresas europeas (65%) afirma que pretende expandirse a otros países del continente en los próximos cinco años, pero a menos que se adopte el Mercado Único Digital, es poco probable que estos ambiciosos planes de crecimiento puedan hacerse realidad. Las empresas de Austria, Hungría y los países nórdicos tienen más probabilidad de tener planes de expansión fuera de sus propios países en 2020.
La mayoría de los encuestados cree que se producirán varios beneficios como consecuencia del Mercado Único Digital, en particular, un aumento del número de clientes de la UE (beneficio elegido por el 56% de los encuestados), la oportunidad de acceder a nuevos mercados europeos (elegido por el 52%), así como un aumento de la eficiencia interna de sus propias empresas (44%).
Sin embargo, el 24% de las empresas encuestadas no cree que se vayan a producir beneficios a causa de un Mercado Único Digital y muchas están preocupadas por el impacto en su propio negocio. El 40% de las empresas afirma no estar preparada para el aumento de la competencia que producirá el Mercado Único Digital, mientras que el 37% teme sus implicaciones en los costes y el 34% cree que no dispondrá de los recursos para capitalizar la oportunidad. Un tercio también piensa que la nueva regulación se quedará en papel mojado.
Ramon Martín, Director General y COO, señala que: “Hasta ahora los líderes empresariales no están aprovechando el enorme impacto que el inminente Mercado Único Digital tendrá en sus compañías. Es realmente preocupante que muchos de estos líderes no sientan una presión inmediata de preparar sus organizaciones para el cambio de Europa hacia una economía cada vez más basada en lo digital”.
Una razón de la falta de interés de las compañías por el Mercado Único Digital puede ser que les preocupe la fortaleza digital de sus propios países. Solo el 9% de los directivos de empresas europeas dice que su propio país es “muy fuerte” en tecnologías, capacidades e infraestructuras digitales. Mientras que casi dos tercios de las empresas de los países nórdicos creen que sus respectivos países son muy fuertes en lo digital, esta cifra se reduce a una quinta parte en las compañías polacas y españolas, y solo al 15% en las empresas de Francia e Italia. Según el Índice de la Economía y la Sociedad Digitales desarrollado por la Comisión Europea3, Dinamarca, Suecia y Finlandia ocupan los tres primeros puestos como los países con mayores capacidades digitales de los 28 estados miembros de la UE, mientras que Polonia, Italia y España se encuentran en los últimos puestos de la lista.
Martín concluye: “Si empiezan ya a optimizar, digitalizar y estandarizar sus procesos, las empresas europeas con visión de futuro se encontrarán en el buen camino para desarrollar una ventaja competitiva diferencial. Se trata de un paso necesario si Europa quiere crear gigantes digitales propios que puedan competir en la escena mundial tradicionalmente dominada por las compañías americanas y, cada vez más, por las compañías chinas”.