El Reino Unido es uno de los países más beligerantes contra el tabaco, y desde hace unos años ha apostado claramente por el cigarrillo electrónico como parte de sus políticas anti-tabaco.
El
Comité de Ciencia y Tecnología, de la Casa de los Comunes del Parlamento británico emitió un exhaustivo informe sobre los cigarrillos electrónicos. La
Unión de Promotores y Empresarios del Vapeo, hace un resumen ejecutivo donde se pueden ver los puntos más destacados del mismo.
El Reino Unido es uno de los países más beligerantes contra el tabaco, y desde hace unos años ha apostado claramente por el cigarrillo electrónico como parte de sus políticas anti-tabaco. Este informe es un espaldarazo muy importante a las políticas de control del tabaco británicas, ya que analiza punto por punto todas las controversias surgidas en torno al cigarrillo electrónico, evaluando las distintas posibilidades. Por resumir brevemente, estos son los principales puntos que toca:
Resumen ejecutivo del informe sobre los cigarrillos electrónicos
- INTRODUCCIÓN
Debido a la controversia y a los desacuerdos en torno a los riesgos para la salud de los cigarrillos electrónicos, el Comité de Ciencia y Tecnología ha decidido examinar las evidencias sobre su impacto en la salud y su papel como herramienta contra el tabaquismo. Para ello, se han revisado más de 100 obras de evidencias escritas, se han organizado 5 sesiones de evidencias orales y se ha escuchado a 25 testigos.
- REDUCCIÓN DE DAÑOS
Los cigarrillos electrónicos son definitivamente menos dañinos que el tabaco. De acuerdo con Public Health England, es al menos un 95% menos nocivo que el tabaco, y su vapor carece de alquitrán o de monóxido de carbono, las dos sustancias más perjudiciales del tabaco.
Para el Departamento de Salud y Cuidado Social, lo mejor que un fumador puede hacer es dejar de fumar, pero la evidencia muestra que los cigarrillos electrónicos son mucho menos dañinos, por lo que hay que apoyar a los consumidores que dejen este hábito y adopten el uso de productos menos dañinos.
Algunos han expresado preocupaciones en torno a los posibles riesgos de los e-líquidos de sabores. Sin embargo, es muy poco probable que tengan impacto en la salud de los usuarios. De hecho, son una parte muy importante de su atractivo para los fumadores, y probablemente han evitado que algunos recayeran y volvieran a fumar.
A largo plazo, hay falta de evidencias, ya que hay muy pocos vapeadores que no hayan sido fumadores previamente. Sin embargo, de acuerdo al Profesor Peter Hajek (Profesor de Psicología Clínica de la Universidad Queen Mary de Londres), tanto la lógica como los datos muestran que los químicos que realmente son peligrosos para los fumadores no están presentes (o cuando lo están, aparecen en muy poca cantidad) en los cigarrillos electrónicos.
Conclusión: Cualquier juicio respecto a los riesgos del cigarrillo electrónico tiene que tener en cuenta los riesgos de no usar e-cigs, es decir, los riesgos de continuar fumando cigarrillos convencionales, mucho más dañinos. Por el momento, se recomienda al Gobierno que mantenga sus análisis anuales para estar al tanto de todas las evidencias científicas.
- CIGARRILLOS ELECTRÓNICOS Y CESACIÓN TABÁQUICA
Actualmente, el Departamento de Salud y Cuidado Social estima que los cigarrillos electrónicos contribuyen a que, cada año, unas 16.000-22.000 personas dejen de fumar. Para la Asociación Médica Británica, está claro que juegan un importante rol para ayudar a la gente a superar su adicción.
Una de las principales preocupaciones es su papel como puerta de entrada hacia el tabaquismo para los jóvenes. Sin embargo, por el momento, esos temores no se han materializado, y lo mismo ocurre con el miedo de que los sabores puedan atraer a usuarios más jóvenes.
El Plan de Control del Tabaco destaca que hay que atajar la elevada tasa de tabaquismo entre la gente con alguna enfermedad mental. Suelen tener menos éxito a la hora de dejar de fumar, por lo que se beneficiarían de usar cigarrillos electrónicos como alternativa al tabaco convencional.
Por último, los e-cigs generalmente están prohibidos en espacios cerrados, como lugares de trabajo, transportes públicos o restaurantes. Sin embargo, no hay evidencia de que la exposición al vapor sea nociva.
Conclusión: Los cigarrillos electrónicos ayudan cada año a decenas de miles de personas a sustituir el tabaco por una alternativa menos perjudicial, y los temores respecto a que sea una posible puerta de entrada al tabaquismo no se han materializado. Para los pacientes de las unidades de salud mental, serían una ayuda, dado su alto nivel de tabaquismo. Igualmente, se recomienda establecer un mayor debate sobre el vapeo en espacios públicos, toda vez que no hay evidencia que la exposición al vapor sea dañina.
- REGULACIÓN
Las limitaciones de la Directiva Europea de 20mg/ml de nicotina en los e-líquidos no están basadas en evidencias empíricas. Igualmente, no hay base científica para el límite de 2 ml del tanque y de 10 ml para la botella.
Actualmente, hay muchas restricciones en torno a cómo y dónde se pueden anunciar los cigarrillos electrónicos. Sería muy interesante dirigir ciertas comunicaciones a los fumadores, y hablarles de la existencia de estos nuevos productos, siempre con el máximo cuidado de dirigirnos a la audiencia correcta.
A nivel de impuestos, la carga impositiva debería estar directamente relacionada con el nivel de riesgos que presenta cada producto, por lo que el impuesto del cigarrillo electrónico debería reflejar que es menos peligroso que el tabaco.
Conclusión: Los límites en la cantidad de nicotina de los e-líquidos y del tamaño de los tanques no tienen sentido y no están basados en evidencias científicas. La prohibición de reflejar los beneficios relativos de los e-cigs para los fumadores puede evitar que algunos de ellos continúen con este hábito. Igualmente, la carga impositiva de los e-cigs debería reflejar su menor riesgo para la salud, siendo así menor a la del tabaco y la del tabaco calentado.
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