La tierra, humedecida por la reciente lluvia, impregna con su característico olor todo el ambiente. El sol, a lo lejos, como una bola de fuego, lanza sus últimos tímidos rayos y amenaza con ocultarse tras la línea del horizonte. Como si quisiese ser testigo excepcional del momento, el arco iris hace su aparición y ni siquiera los animales se atreven a perturbar el silencio de la sabana. Es un simple atardecer en el parque Kruger, la gran reserva sudafricana, pero parece el prólogo de la creación del mundo.
Miles de ñus, cebras, antílopes y búfalos tupen como una alfombra la árida e interminable explanada, acompasando su movimiento a esas leyes invisibles que rigen la migración. Es uno de los grandes momentos en África, cuando se muestra más auténtica. El tiempo elegido por los grandes carnívoros para buscar su cena. La hora en que luces y sombras flirtean, creando figuras mágicas entre la vegetación.
Todo parece dispuesto como en un gran decorado, uno de esos que escritores y cineastas han reflejado hasta la saciedad. Aquí el protagonista es el propio visitante, todo está montado para su disfrute, para que logre plasmar en sus retinas la solemnidad del momento.
Desde la ya lejana publicación del libro de Karen Blixen y, sobre todo, la posterior película “Memorias de África” (1985) y la sucesión de novelas y filmes con África como protagonista, el interés de los viajeros por el continente negro no ha dejado de subir. La aparición de turoperadores expertos en África favorece que se pueda viajar a distintos países con todo organizado y sacándole el máximo partido a la experiencia. “Llevamos años recorriendo más de una docena de países africanos: Kenia, Tanzania, Madagascar, Uganda, Zimbabwe, Zambia, Botswana, Isla Mauricio, Namibia, Zanzíbar, Ruanda, Sudáfrica y Mozambique –comenta Eduardo García del Álamo, director de The African Experience (www.theafricanexperiences.com), una agencia experta en África– y en cada uno de ellos hemos elegido lo mejor para los viajeros españoles. La oferta es amplia, desde safaris clásicos acompañados de los profesionales que mejor conocen cada destino, a programas de voluntariado con los indígenas o con los animales salvajes; desde recorridos a tu aire con un todoterreno totalmente equipado y todos los requisitos solucionados a originales cursos de ingles en Sudáfrica”.
Porque, en efecto, Sudáfrica, uno de los destinos de moda y más cerca que nunca ahora que la compañía Iberia va a reanudar en agosto los vuelos directos desde Madrid con precios desde 446 euros ida y vuelta, ofrece muchas sorpresas y numerosas experiencias que vale la pena conocer. Aquí hemos elegido diez de ellas, pero hay muchas más:
1.- El esplendor y la serenidad de los paisajes
Sudáfrica está bendecida por espectaculares paisajes y entornos naturales: picos y pasos de montana, densos y antiguos bosques, kilómetros de costas vírgenes, ríos que sosiegan o estremecen y maravillosas praderas y campos de flores de todas las tonalidades. Lugares para descansar, lugares para inspirarse, lugares para explorar o simplemente para gozar del regalo de la naturaleza. La riqueza natural de Sudáfrica ha sido la fuente de atracción principal que siempre ha tenido este país africano para todos aquellos que lo han visitado. Es casi un continente dentro de un país, gracias a su extensión y situación geográficas. No sólo goza de espacios naturales idílicos, sino que el desarrollo en las ciudades es igual de espectacular que el que han experimentado capitales europeas o americanas.
2.- Cata de vinos
En las regiones vitivinícolas que se extienden desde el Cabo Occidental hasta el extremo del Cabo Norte y las estribaciones de la meseta de Karoo, se puede catar el sabor de Sudáfrica. Esparcidos al pie de las montañas están los más cotizados viñedos y bodegas de África, conocidos en todo el mundo por la calidad de sus productos, con muy pintorescos lugares como Paarl, Franschoek y Stellenbosch, Worcester, Robertson y Montagu. Todos ellos ofrecen la oportunidad de visitar sus instalaciones, conocer su historia y al tiempo que uno se deleita con sus vinos, disfruta de una exquisita comida. Y donde hay fabulosos vinos tiene que haber excelente comida. Los amantes del vino y de la gastronomía no pueden perderse estos viñedos.
3.- Safari cinco estrellas
Hacer un safari no debe ser perder comodidades y lujo. En los galardonados albergues de safaris en Mpumalanga, Limpopo y el Cabo Oriental, el chaparral se transforma. El lujo en todos los aspectos, un impecable servicio y una cuidada gastronomía, los sedantes spas y los maravillosos encuentros con la fauna silvestre complementarán las aventuras de safari más allá de lo que jamás se haya imaginado. Los amantes de la naturaleza apreciarán la alta prioridad dada a su conservación, prioridad manifiesta inequívocamente en la gran cantidad de reservas y parques nacionales, como el mundialmente famoso Parque Kruger, el más grande e importante de Sudáfrica, famoso internacionalmente como el Rey de los Parques Nacionales, por el delicado manejo del equilibrio ecológico, producto de una experiencia ganada durante más de un siglo. Con una superficie de 2.000.000 de hectáreas. cuenta con 147 diferentes especies de mamíferos, incluyendo los "Cinco Grandes": elefante, rinoceronte, búfalo, león y leopardo, 507 especies de pájaros, 114 especies de reptiles y 33 especies de anfibios. En total 801 especies de animales y una inmensa variedad de vegetación.
4.- Sitios de lucha por la libertad
La lucha por la libertad en Sudáfrica sigue inspirando y emocionando la vida de millones de personas. Hay que visitar los sitios y museos que evocan aquella lucha y forma parte del camino hacia la libertad siguiendo los pasos de algunos de los más grandes iconos vivientes de la historia sudafricana.
5.- Magnífica fauna marina
¿En qué otro lugar se puede navegar junto a una ballena, mirar a los ojos a los tiburones tigre, bucear (dentro de la seguridad de una jaula) para ver a los grandes tiburones blancos, sentirse cautivado por los pingüinos urbanos, nadar junto a tiburones peregrinos u observar a la luz de la luna, a las tortugas recién nacidas hacer su recorrido hacia la vida en el océano?
6.- Encuentros culturales
Vale la pena experimentar interacciones culturales reales e inspiradoras. Tanto si se pasa el día en una aldea zulú o en un distrito urbano, o una semana en una casa Xhosa o en una típica granja afrikáner, se descubre que los sudafricanos son amistosos y que sus estilos de vida y costumbres son interesantes. Tanto si la estancia es corta como larga, hay que sentir esta experiencia.
7.- Recorridos por la naturaleza
Un clima fantástico, lugares espectaculares, paisajes maravillosos y aventuras estremecedoras: así es como Sudáfrica ha ganado el título de Capital Mundial de la Aventura.
8.- Ritmo urbano
Pero no todo es naturaleza y vida salvaje, en este país hay que sentir la energía de sus ciudades, seguir el ritmo del afro-pop, el hip-hop o el jazz en un shebeen o en un club nocturno... Se puede jugar en sus casinos, visitar sus museos y divertirse en sus teatros. Hay que salir de compras, comer y seguir el pulso del ritmo de la próxima aventura urbana en Sudáfrica. Ciudad del Cabo es una de las ciudades más bonitas del mundo. Mezcla de Río de Janeiro, San Francisco y Niza, está bañada por una luz austral, cristalina, que al atardecer tiñe de oro las montañas y el mar que la rodean. Más que la ciudad en sí, lo deslumbrante es el paisaje, la geografía... La idílica belleza de Ciudad del Cabo, con su marcada influencia holandesa y dominada por la imponente majestuosidad de Table Mountain, a la que se puede subir por teleférico. Johannesburgo es conocida como "la ciudad bosque", y es la más rica del país; debe su existencia al descubrimiento y explotación de grandes depósitos de oro. Aquí están las minas de oro más ricas del mundo, entre las elevaciones del “Gold Reef”. En la ciudad, el mirador del edificio más alto del continente, con vistas espectaculares de la ciudad y el vertiginoso movimiento del radio céntrico, sus instituciones, su historia y sus anécdotas. La elegante zona de las mansiones de los magnates del oro sobre las colinas, museos, parques y paseos, las zonas residenciales, el zoológico y el Jardín Botánico. Soweto, la vibrante ciudad negra cuna de la resistencia al apartheid, está en el suroeste de Johannesburgo, tiene numerosos lugares de interés, relacionados con los personajes significativos de esa lucha, incluyendo la casa de Nelson Mandela antes de ir a prisión, la legendaria Iglesia Regina Mundi, monumentos, museos, artistas locales y zonas residenciales. Hoy es un vibrante ejemplo de una sociedad negra urbana.
9.- Festín sudafricano
Desde el confort tradicional de un restaurante con estrellas Michelin hasta el sustancioso buffet de un shebeen o un banquete gastronómico bajo el estrellado cielo africano, hay que dar rienda suelta a las papilas gustativas y salir a descubrir la sabrosa comida sudafricana.
10.- Un capricho para los sentidos
Y cuando el cansancio o el estrés aparecen, hay que relajarse y rejuvenecer al estilo sudafricano. Dejándose mimar con sedantes tratamientos y terapias. Los tradicionales bálsamos perfumados elaborados con aceites e ingredientes nativos quitarán todo el estrés y en poco tiempo uno se sentirá todo un rey africano.
Cómo ir:
Entre las muchas propuestas de The African Experience (tel.: 913.152.944,
www.theafricanexperiences.com), destaca su programa Sudáfrica Self&Drive que transcurre por una de las zonas más bonitas para recorrer en Sudáfrica y permite disfrutarlo a tu aire, manejando tu coche y dedicando a cada cosa el tiempo que quieras. Cada uno de los pueblos que unen Ciudad del Cabo con Port Elisabeth son únicos, todos con un encanto especial que permiten disfrutar de un viaje que posiblemente nunca se hubiera imaginado en este continente. Comienza en la cosmopolita y trepidante Ciudad del Cabo, que nunca deja de sorprender, para viajar hasta las zonas donde es fácil ver al temido tiburón blanco, como Hermanus y Gansbaii y continuando por el sur hacia el Parque Nacional de Tsitsikama en Plettenberg Bay, con unas playas de postal y unas puestas de sol dignas de la mejor película. El viaje acaba en Port Elisabeth donde se encuentra esta pequeña ciudad mirando al mar. Y por supuesto este viaje no podría acabar si no se disfruta de un safari y de la vida salvaje que el Parque Nacional de Addo puede ofrecer, con su maravillosos elefantes, leones, rinocerontes y muchos más animales en su hábitat natural. Un viaje de ocho días que sale a partir de 660 euros, incluyendo traslados, 6 noches de alojamiento y desayuno en estupendos hoteles con encanto y alquiler de coche por seis días. No se incluyen los vuelos. Hay salidas de marzo a septiembre.