MActual afirma que el periodo vacacional no interrumpe los hábitos de compra online, aunque sí los varía sensiblemente. Las compras de agosto suelen ser de menor importe, orientadas a servicio más que a producto y le dan mucha importancia a los plazos de entrega.
¿Dejamos de comprar online durante las vacaciones de verano? Según
MActual, la web de comercio electrónico especializada en la venta online de productos y servicios de informática y tecnología, la respuesta a esta pregunta es: no, aunque lo hacemos de otro modo. Esa es la conclusión a la que llega este site de e-commerce tras preguntar a sus clientes acerca de sus hábitos de compra online y analizar su propio historial de ventas durante este periodo.
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Dejar nuestro domicilio habitual para trasladarnos a nuestro destino vacacional durante dos, tres o cuatro semanas es un factor que influye en nuestros hábitos de compra online, pero eso no quiere decir que dejemos de comprar por Internet. Porque seguimos necesitando todo tipo de productos y servicios, y, aunque es verdad que en vacaciones disponemos de más tiempo para acudir a comercios físicos, también la oferta disponible en tiendas es habitualmente más limitada”, afirma
Rafa Torres, CEO de
MActual.
Hábitos de compra online en vacaciones Los plazos de entrega mandan. Si la rapidez de la entrega es un factor cada vez más importante en cualquier compra online, lo es mucho más cuando la estancia del usuario en la dirección de destino tiene una caducidad limitada. El comprador vacacional preferirá pagar un suplemento por este concepto para asegurarse de que en 24 o 48 horas tendrá la compra en su poder antes que arriesgarse a que llegue al final de sus vacaciones y no haya ni rastro del paquete.
Productos económicos y poco aparatosos. Sí, durante el periodo vacacional se sigue comprando online, pero seguramente no el reloj de 1.500 euros ni la televisión de 50 pulgadas. El temor ante la eventualidad de que el objeto se pierda en el trayecto por tratarse de una dirección de entrega circunstancial, a que no llegue a tiempo o a la perspectiva de tener que transportar esa compra a nuestro domicilio una vez terminadas las vacaciones hacen que nos decantemos por compras de escaso valor económico y tamaño reducido.
Aumenta la “reserva online”. De novedades que aún no estén disponibles en stock pero que las marcas ya están anunciando y que admitan la posibilidad de reservar online. Julio y Agosto son, por tanto, un buen momento para empezar a planificar e incluso ejecutar ya las primeras compras de la nueva temporada.
Menor compra por impulso. El comprador online que está de vacaciones dispone de mayor tiempo para navegar, investigar y comparar. También para leer las opiniones de otros usuarios, un factor cada vez más importante en la decisión de compra. La pura navegación por las tiendas online de referencia y otras nuevas que descubre por el camino se convierte en una parte de su ocio vacacional.
Con una excepción. Sí se compra por impulso todos aquellos productos y servicios que tengan relación directa con el verano o con el disfrute de las vacaciones. Desde un bañador hasta un hinchable para la playa o una caña de pescar. El usuario de siente más indulgente consigo mismo a la hora de gastar dinero si es para darse un pequeño capricho que le ayude a disfrutar aun más de sus vacaciones.
Compra tecnológica. Las compras de tecnología están directamente relacionadas con el uso de la tecnología que se hace en vacaciones. Entre los productos más adquiridos, las tarjetas de memoria para que no nos quedemos cortos de almacenaje a la hora de hacer fotografías, las cámaras GoPro para plasmar nuestras hazañas en la bicicleta de montaña, las televisiones y monitores de pequeño formato ideales para campings y segundas residencias, los dispositivos wifi que mantengan nuestra casa de vacaciones totalmente conectada o las consolas para el entretenimiento portátil.
Servicios sobre productos. Hacer la compra semanal de alimentos y que te la traigan a casa supone una gran ventaja cuando estamos alojados en una casa de verano que, a lo mejor, está lejos o mal comunicada con una gran superficie. También se incrementan en esta época la compra en webs de ofertas para restaurantes, spas, excursiones y otros planes asociados a la localidad en la que pasamos nuestras vacaciones.