Poco ha durado la celebración del acuerdo preliminar anunciado ayer entre EE.UU. y México, cuyos efectos parecen estar durando más en otras bolsas europeas que en la española.
El sector que mejor lo ha recogido ha sido el automovilístico, que ha permitido al DAX alemán cerrar plano y al CAC francés sumar un 0,11%. El FTSE británico, cerrado ayer por festivo, ha logrado cerrar con alzas del 0,52%.
Por su parte, el Ibex ha caído un -0,55% (hasta los 9.606 puntos) al verse afectado por la preocupación en torno a los países emergentes. Hoy se han producido caídas adicionales en las divisas de Turquía, Argentina o Brasil, algo que se ha dejado notar en los valores con mayor presencia en esos países. De esta manera BBVA ha cedido un -1,45%, Telefónica un -1,01% o Banco Santander un -0,52%. La mayor caída de la sesión la ha protagoniza Inditex al caer un -1,80% en el día en que los analistas de RBC le rebajaban el precio objetivo precisamente por la fortaleza del euro.
Los descensos de estos pesos pesados han ensombrecido el buen comportamiento de otras compañías como CIE Automotive (+3,74%), eufórica desde que se anunciase el acuerdo comercial en Norteamérica. Le han seguido valores como Red Eléctrica (+1,40%) o Arcelormittal (+0,72%), y una vez más, supermercados DIA (+1,34%).
El mercado está dividido en cuanto a la valoración que hacen sobre el efecto que tendrá este preacuerdo en las negociaciones comerciales entre EE.UU. y China. Algunos creen que es el primer gran pacto comercial de Trump, y que así rompe con la línea beligerante que ha mantenido hasta ahora.
Por el contrario, hay voces que apuntan a que una vez atado el acuerdo con México,Trump podría plantear una posición incluso más dura con China, al estar EE.UU. reforzando lazos con países terceros. Por el momento, se da por hecho que las autoridades americanas están centradas en el NAFTA, lo cual retrasará las negociaciones con Pekín.
La moneda única sube un día más frente al dólar y rebasa ya el nivel de 1,17. Están actuando en el euro fuerzas contrapuestas: lo refuerzan los buenos datos macro conocidos en los últimos días y las especulaciones sobre quién sucederá a Mario Draghi al frente del BCE. Pierde fuelle la candidatura del alemán Jens Weidmann, ‘halcón’ y firme defensor de abandonar la política monetaria expansiva. En cuanto a los factores que podrían debilitar a la moneda única el principal es el discurso del gobierno italiano, dispuesto a rebasar el objetivo de déficit del 3% establecido por el Pacto de Estabilidad, y por si fuera poco, las amenazas a vetar el próximo presupuesto comunitario.
En la agenda macroeconómica apenas hemos contado con datos relevantes, por lo que habrá que esperar a mañana a conocer la variación del PIB y del consumo en EE.UU. o algunas cifras del mercado inmobiliario en el país norteamericano.