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Imagen de una prueba de medición sonora en un vehículo eléctrico.
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Imagen de una prueba de medición sonora en un vehículo eléctrico.

Una empresa alicantina desarrolla un pavimento acústico para rebajar los atropellos provocados por coches eléctricos

martes 11 de septiembre de 2018, 17:40h
El asfalto genera al rodar sobre él la sonoridad que los nuevos vehículos no producen por sí mismos debido a sus silenciosos motores.
La empresa alicantina CHM está desarrollando junto a la Universidad de Alicante (UA) y al Centro Tecnológico de la Construcción de la Región de Murcia (CTCON) un pavimento acústico para generar ruido con el rozamiento y minimizar el riesgo de atropellos de los vehículos eléctricos en las zonas de mayor circulación.

Este nuevo asfalto, denominado fonoseguro, pretende que emita un sonido de advertencia a los peatones ante la aproximación de un vehículo eléctrico. Con este novedoso pavimento se persiguen evitar situaciones de inseguridad en núcleos urbanos con velocidad limitada. El innovador firme está siendo desarrollado por la constructora CHM, con sede central en Alicante, a través de un proyecto financiado por el CDTI y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). Además, cuenta con la colaboración del Departamento de Física, Ingeniería de Sistemas y Teoría de la Señal de la Universidad de Alicante y del Centro Tecnológico de la Construcción de la Región de Murcia.

Estudios realizados en Europa, Estados Unidos y Japón relacionan el uso del vehículo eléctrico con problemas de seguridad en los peatones y con el aumento de accidentes por atropello. Por esta razón, parecen imprescindibles los denominados sistemas de alerta acústica de vehículos o sonidos de advertencia AVAS (Acoustic Vehicle Alerting Systems) o WS (Warning Sounds) que se van a insertar o están relacionados con los vehículos eléctricos.

La mayoría de los fabricantes están desarrollando sonidos incorporados a estos vehículos que sirvan de alerta peatonal para proporcionarles una advertencia acústica y que sean menos intrusivos que una bocina tradicional.

Con esta alternativa, CHM plantea la posibilidad de que el peatón pueda en todo momento ser alertado de la aproximación de un vehículo.

La utilización del vehículo eléctrico en zonas urbanas, aquellas con limitación de velocidad de 50 km/h y con tendencia generalizada a limitar a 20 km/h, puede acarrear cierta incertidumbre ante la seguridad vial de los peatones debido a la baja sonoridad de estos vehículos eléctricos. Este bajo nivel de ruido, junto con el ruido de fondo en las ciudades, lo hace escasamente perceptible ante su acercamiento al peatón y reduce el tiempo que este tiene para evitar un atropello. Ello es especialmente relevante, por ejemplo, en personas invidentes.

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