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Audi S5 Sportback 3.0 TFSI Quattro Tiptronic

Audi S5 Sportback 3.0 TFSI Quattro Tiptronic
Ampliar

Un auténtico deportivo con aires de familiar

Por Mariano García Viana
domingo 23 de septiembre de 2018, 23:26h
Prestaciones, eficacia, confort, capacidad familiar y sobre todo un sinfín de sensaciones que proporcionan esos 354 caballos que se esconden bajo el capó y proporcionan una estupenda sinfonía de ningún modo molesta, si no todo lo contrario, ¡Sensacional!.
Este S5 actual se podría decir que es la segunda generación de este modelo, en el que desde luego Audi consiguió todo un acierto de armonía y equilibrio, entre lo deportivo y lo familiar, entre la berlina y el coupé, entre el lujo discreto y la última tecnología. Y desde luego en lo que se refiere a este último concepto el nuevo S5 Sportback puede presumir sobradamente, tanto en lo que se refiere a motor, a su chasis, suspensiones o ayudas a la conducción.

Si comenzamos por su motor, digamos que se trata de un 3 litros, con seis cilindros en V, todo de aluminio, con inyección directa, doble árbol de levas en cada culata, turbo de geometría variable, intercooler……y con todo ello nos encontramos una potencia de 340 CV entre las 5.400 y las 6.500 vueltas y un par de 500 Nm entre las 1.370 y las 4.500 r.p.m., unas cifras correspondientes a un verdadero deportivo. El funcionamiento del 3 litros es realmente fenomenal, desde parado con una simple pisada al acelerador y sin necesidad de que esta sea fuerte, el coche sale disparado hacia delante. Esa es una de sus virtudes, por que la otra es la contraria, pues si queremos hacer una salida tranquila, suave o circular a punta de gas, el motor no hace el más mínimo extraño y se adapta perfectamente a las bajas revoluciones. En la entradilla del artículo mencionamos la palabra “sinfonía” y es que desde luego, y aunque ya hemos mencionado esta característica sonoras en otros modelos de Audi de alta potencia, al apretar el botón de arranque el motor se pone en marca con una pequeña aceleración que nos hace llegar un sonido del escape, cuádruple por cierto, realmente gratificante.

La caja de cambios que acompaña al motor es automática del tipo Tiptronic, con 8 relaciones con convertidor de par, perfectamente adaptadas a las características de la mecánica. Su gran número de relaciones de cambio permiten que el motor funcione cerca de su punto ideal de carga muy a menudo, de ahí ese equilibrado funcionamiento que antes hemos mencinado. Un amortiguador de torsión variable con el régimen equilibra las vibraciones del motor para que la conducción sea eficiente, en especial con un régimen bajo. Las relaciones inferiores son más bien cortas y deportivas, mientras que las superiores son largas para reducir el régimen del motor y el consumo de carburante. También esta caja tiptronic está integrada dentro del control térmico del motor y diseñada para el funcionamiento con start-stop. Es de destacar que los conductores pueden elegir entre los modos D, S y E, además de cambiar de marcha manualmente en cualquier momento bien con la palanca o bien con las levas situadas tras el volante. Hay otra función añadida para la eficiencia, en combinación con el nuevo control de crucero: el asistente predictivo de eficiencia o el control de crucero adaptativo con función Stop&Go que incluye el asistente a la conducción en atascos. Pero lo que es un verdadero placer y volvemos al sonido, es reducir manualmente y escuchar como el propio motor hace una aceleración en vacío, como si hiciéramos el doble embrague. Estupendo.

Como no puede ser menos en un Audi con carácter rabiosamente deportivo, el S5 Sportback dispone de tracción integral quattro. Durante una conducción normal, sin aceleraciones bruscas o altas velocidades y sin riesgo de deslizamiento de las ruedas por falta de tracción, la tracción Quattro deriva el 60 por ciento del par al eje trasero y el 40 por ciento al delantero. Si existe algún deslizamiento en uno de los dos ejes, gran parte de la fuerza se distribuye inmediatamente al eje con más capacidad de tracción –hasta el 85 por ciento al trasero y 70 por ciento al delantero–. Cada diez milisegundos, el sistema recibe y analiza una gran variedad de datos, como ángulo de dirección, aceleración lateral y longitudinal y par motor, entre otros, para decidir el porcentaje de tracción de cada eje.

La activación del sistema de transmisión integral sigue una estrategia de dos fases: predictiva –o sea, anticipativa– y reactiva. En el nivel predictivo, la clave está en los datos suministrados por los sistemas del coche. La unidad de control utiliza esos datos para, por ejemplo, calcular el punto en el que la rueda interior a la trazada llegará al límite de adherencia durante un paso veloz por curva, cálculo que se completa en torno a 0,5 segundos antes de que ello ocurra. Si la rueda se acerca al límite de adherencia dentro de un umbral definido previamente, el sistema de tracción integral es activado. Con la activación predictiva, la unidad de control quattro se orienta primordialmente al estilo del conductor, el estado del ESC y el modo seleccionado en el Audi drive select. Consecuentemente, y como ya hemos dicho la tracción total quattro está siempre lista un poco antes de que sea necesario aunque el cambio es imperceptible para el conductor. Si ocurriera una situación de conducción que no se puede prever, como cuando los neumáticos pasan de asfalto seco a una placa de hielo, el sistema reacciona al súbito cambio en el coeficiente de adherencia y, sin que el conductor lo note, reactivamente selecciona el modo quattro. A ritmo rápido, el diferencial empuja literalmente al coche hacia el interior de la curva, eliminando cualquier posible subviraje. En curva, tanto si se acelera como si no, la mayoría del par se dirige a la rueda exterior, lo que dirige al coche hacia el interior. Antes de que la zaga deslice, el coche se estabiliza para que pueda ser controlado fácilmente. Aunque pueda parecer un poco larga la explicación, que aún puede ser más detallada, cosa que ya haremos en otra ocasión que hablemos de la técnica Quattro especialmente, hemos querido dar a entender la tecnología que equipa al S5 en este apartado, como en otros muchos, como es por ejemplo el equipo de frenos de pinzas con pinzas de seis pistones, pintadas de rojo y presionando sobre discos ventilados de gran tamaño, 350 mm., que dan como resultado una eficacia y precisión envidiables.

Siguiendo esta misma línea técnica, digamos que el S5 Sportback ofrece el control de amortiguación, Drive Select mediante el cual, el conductor puede pulsar un botón para, elegir la configuración de la suspensión que prefiera en cada momento. Esta suspensión adaptativa trabaja con la nueva amortiguación CDC (continuous damping control) con válvulas controladas electromagnéticamente en sus pistones. El sistema permite que el fluido hidráulico circule más rápido o más lento según sea necesario. Un nuevo concepto de accionamiento hace que sea muy eficiente en términos energéticos. La unidad de control central de la suspensión procesa todas las señales del sensor en milisegundos y controla cada amortiguador de forma individual. Junto a las válvulas de amortiguación, esto asegura un amplio espectro de posibilidades entre la conducción suave y la más deportiva.

Exteriormente el nuevo S5 Sportback, incorpora luces LED de ultima generación de serie, la parte inferior de la ancha parrilla Singleframe, se extiende en mayor medida que en el modelo precedente y con el mismo estilo que otras últimas versiones de la marca. La entrada de aire inferior, que forma parte de la calandra está adornada con una moldura de aluminio mate, que se extiende por todo el ancho del frontal, hasta la ubicación de los faros antiniebla, en un cubículo adornado con tramas de nido de abeja en negro mate, así como barras verticales que recuerdan a los coches de competición. Otros detalles deportivos tienen que ver con la calandra rematada en gris mate y con listones dobles en aluminio mate. En la vista lateral, el S5 Sportback exhibe una característica línea de cintura que describe una ligera ondulación. Los pasos de rueda son prominentes como si quieran destacar de alguna manera la tracción quattro. Como en un modelo de carreras, los retrovisores exteriores son de color aluminio y una línea cromada contornea las cuatro ventanillas, más la pequeña que remata la zona acristalada, que forma parte de las cuatro puertas sin marco. En la vista trasera, destacan los grupos ópticos con iluminación LED e intermitentes dinámicos. Un pequeño alerón esta ubicado sobre borde del maletero y pintado en el color de la carrocería, sirve también para mejorar la aerodinámica. En el paragolpes trasero aparece integrada una estrecha parrilla con trama de nido de abeja, plana y en color negro. El difusor es gris mate con franjas verticales y las dos salidas dobles de escape están cromadas a cada lado de la parte baja del paragolpes. A destacar también las bonitas llantas de aleación de 19 pulgadas.

El nuevo S5 Sportback también es deportivo en su interior. El diseño limpio, con su clara orientación horizontal, hace que el habitáculo para 4/5 ocupantes parezca aún más grande y confortable, mientras que el maletero de 480 litros ofrece capacidad suficiente para ellos. La pantalla del Audi MMI da la bienvenida al conductor y a los pasajeros con una imagen en la que figura el logotipo S5. Por la noche, una iluminación LED traza el contorno de las puertas y de la consola que puede tener distintos colores de iluminación ambiental. Los umbrales iluminados de las puertas, junto al volante deportivo multifunción de cuero y al remate cromado en el selector del cambio tiptronic dejan a la vista el logo S5 con rombo de color rojo.

Como es habitual en la gama S, el color negro es dominante. Por ejemplo, aparece en el techo y el panel de instrumentos. Las inserciones decorativas dan un toque de contraste muy elegante, con acabado en aluminio mate y carbono Atlas. Los asientos deportivos S tienen reposacabezas integrados, laterales ajustables y función de masaje. La tapicería de serie es de cuero granate que, en el modelo de la prueba, destaca con el elegante color azul marino de la carrocería, con trama de diamante, costuras de contraste y el logotipo S. Un punto destacado en el interior es el Audi virtual cockpit opcional, que muestra toda la información en unos gráficos realmente nítidos en su pantalla de 12,3 pulgadas. Entre las vistas disponibles que ofrece, hay una de enfoque deportivo en la que el elemento central es el cuentarrevoluciones, aunque también se puede reproducir el mapa que figure en la pantalla multifunción de 8,3 pulgadas, situada en el centro del salpicadero. También hay que señalar la proyección en el parabrisas de la velocidad y otros datos, a través del Audi Virtual Cockpit.

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