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La economía de la zona euro, en una espiral económica estable
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La economía de la zona euro, en una espiral económica estable

miércoles 17 de octubre de 2018, 07:04h
El ojo del huracán: las políticas fiscales, monetarias y comerciales de EE.UU. crean presión sobre la economía doméstica, al tiempo que absorben la liquidez global.
El crecimiento de la zona euro se mantendría en una espiral relativamente estable, con previsiones de crecimiento aún positivas a pesar de cierta desaceleración.
  • El poder adquisitivo de las familias de la zona euro crecerá con respecto a años anteriores (+1,4% en 2018).
  • Por países:
    • España: desaceleración del consumo privado, inversión todavía robusta.
    • Alemania: fuerte demanda interna, aunque se relaja el sector exportador.
    • Francia: rebajas fiscales para el sector privado.
    • Italia: la desaceleración y el estrés de mercado plantean restricciones a los planes presupuestarios.
    • Reino Unido: un Brexit de última hora.

La zona euro alcanzó un crecimiento récord en 2017 con respecto a los últimos diez años (+2,6% en 2017), pero la menor contribución externa neta apunta a una desaceleración progresiva del PIB regional. SOLUNION, la compañía experta en seguros de crédito y de caución y en servicios de gestión del crédito comercial, analiza las perspectivas de crecimiento para las principales potencias económicas de la región, a partir de los datos de su accionista, Euler Hermes.

El crecimiento del PIB debería desacelerarse a +2,1% y a +1,8% en 2018 y en 2019, respectivamente, aunque estas cifras se verán parcialmente compensadas por una mayor demanda interna.

La diferencia entre el crecimiento de la facturación y los tipos de interés sigue siendo positiva para las perspectivas de inversión. El crecimiento salarial se acelerará a + 2,3% interanual y la tasa de desempleo bajará a 8% a finales de 2018. Además, una menor inflación (1,7% a finales de 2018), junto con el aumento de la renta disponible, respaldarán el poder adquisitivo de las economías domésticas (+1,4% en 2018). Se espera que las empresas inviertan, puesto que aún disfrutan de elevados márgenes y de bajos costes de financiación.

Con estos datos, las previsiones indican que la región debería permanecer en una posición positiva en cuanto a perspectivas de crecimiento mundial, manteniéndose en una espiral económica estable, con China y Japón. A diferencia de los mercados emergentes, la región podría superar con éxito posibles efectos externos negativos en términos de liquidez e incertidumbre comercial. Esperamos que el crecimiento alcance del +0,4% al +0,5% intertrimestral en el tercer trimestre y que permanezca estable durante los próximos dos trimestres.

España: desaceleración del consumo privado, inversión aún robusta

La desaceleración cíclica (+2,7% crecimiento en 2018, +2,4% 2019) que se estaba esperando después de tres años de crecimiento superior al +3%, ha comenzado a producirse gradualmente. Las principales causas serán, por un lado, la reducción de capacidad productiva sin utilizar en la economía, debido a la pérdida de impulso en la mejora de las condiciones laborales; y, por otro lado, el ajuste gradual de la política monetaria, que endurecería las condiciones de financiación.

Los apoyos al consumo de los hogares apuntan a una desaceleración: los salarios nominales disminuyeron -0,1% en el segundo trimestre de 2018 con respeto al mismo periodo de 2017, después de haberse ralentizado en el primer trimestre. La tasa de ahorro está en un mínimo histórico, y el desempleo se encuentra en su nivel más bajo desde el cuarto trimestre de 2008, por lo que prevemos una mejora más lenta en el mercado laboral.

En este contexto, ¿qué pueden esperar las empresas?: la inversión se mantendrá robusta, con márgenes de beneficio como porcentaje del PIB aún altos, alrededor del 42%, y tasas de utilización de la capacidad que siguen siendo superiores a la media de largo plazo (79.5% en el segundo trimestre). Después de tres años impresionantes en cuanto a la caída del número de insolvencias empresariales, la tendencia sufrió una desaceleración en 2017 (-4%) y se prevé una estabilización para 2018 (0%) y una ligera disminución en 2019 (-2%). Sin embargo, el número de insolvencias se quedará un 30% por encima del nivel alcanzado en 2008.

Alemania: crecimiento sólido (+2,1% en 2018, +1,9% en 2019) a pesar de los vientos en contra del comercio exterior

La demanda interna alemana continúa en buena forma, pero el motor de las exportaciones se atasca. Una de las principales razones de ello es, sin duda, el conflicto comercial persistente con Estados Unidos. Un posible acuerdo entre este país y la Unión Europea podría aliviar esta situación.

Alemania ha generado un excelente superávit fiscal en el primer semestre de 2018, lo que ha provocado un gran debate sobre el uso que se le debe dar. Esperamos un +0,4pp de gasto adicional en 2019 (+ 0,8% del PBI), lo que no debería poner en riesgo el objetivo de superávit fiscal para el próximo año.

Aunque el índice de clima empresarial IFO cayó ligeramente (-0,2 puntos) en septiembre y las empresas encuestadas evaluaron tanto su situación comercial como sus expectativas comerciales de manera algo menos positiva que en agosto, el sector manufacturero tiene confianza en el futuro. Las compañías planean expandir su producción en los próximos meses, una buena noticia para la industria en Alemania, que mostró signos de debilidad en los meses anteriores. Gracias a la robusta demanda interna sostenida, se prevé que la economía alemana continúe creciendo sólidamente en lo que queda de año.

Francia: rebajas impositivas para una economía con falta de confianza

Después de un año dedicado a controlar el gasto público y posponer algunos recortes fiscales para limitar el déficit fiscal, el Gobierno anunció una serie de políticas favorables para el sector privado, previstas para 2019. De esta manera, las empresas deberían beneficiarse de los recortes más amplios (aproximadamente 20.000 millones de euros) haciendo aumentar su inversión a un ritmo acelerado. Esta apuesta por el sector empresarial se agradece, después de que las empresas francesas tuvieran que aumentar su exposición a la deuda este año (72,3% del PIB en el segundo trimestre) para financiar sus esfuerzos de inversión (+ 3,7% en 2018).

Sin embargo, la economía gala no puede sostenerse solo sobre el sector empresarial. El consumo de los hogares se desaceleró a +0,8% en 2018 (el más bajo desde 2013), con lo que los hogares no contribuyeron al crecimiento del país.

El anuncio del Gobierno de que los impuestos disminuirán en 6.000 millones de euros en 2019, no fue suficiente para impulsar la recuperación de la confianza de los hogares. Aunque se espera una recuperación para 2019, el crecimiento del consumo de las economías domésticas aún es bastante bajo (+0,3% intertrimestral en el tercer trimestre, después de -0,1% en el segundo).

Italia y Reino Unido: pragmatismo y disciplina para el mercado

El Gobierno italiano tiene como objetivo un déficit presupuestario del 2,4% del PIB para 2019, por encima del nivel previamente comunicado por el Ministro de Finanzas Giovanni Tria, y en el extremo superior de las expectativas del mercado. Insiste en que sigue comprometido a reducir su carga de la deuda (132% del PIB). No obstante, la expansión fiscal planificada provocaría un aumento de la deuda pública. El crecimiento del PIB nominal se desaceleraría debido a la elevada incertidumbre política y los mayores costes de refinanciación que pesan sobre la actividad económica. Cabe destacar que la previsión de crecimiento de 2019 de Euler Hermes (+0,8%) contrasta con la proyección de crecimiento del gobierno de +1,6%, que en el contexto de la desaceleración del crecimiento del PIB de la eurozona y el endurecimiento de las condiciones financieras, parece fuera de alcance.

El escenario de base de Euler Hermes espera que el Gobierno italiano modifique notablemente su política fiscal ultra expansiva de 125.000 millones de euros en medio de la elevada presión del mercado (con solo el 40% de las medidas propuestas implementadas en 2019/20).

Por su parte, en Reino Unido se esperan intensas negociaciones y tensiones políticas. Se sigue perfilando un escenario con un acuerdo de Brexit de última hora para enero de 2019. Para 2021, el acuerdo comercial entre Reino Unido y la Unión Europea debería aliviar las tensiones políticas y evitar la separación de Irlanda. De todo este proceso, las economías domésticas se llevarán la peor parte.

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