El transitario digital y el reconocido experto Lars Jensen cuestionan la ‘disrupción’ repentina del sector y advierten de la falta de impacto de la automatización cuando no se plantea estratégicamente y con un enfoque progresivo.
Un halo de urgencia y ambición rodea a la automatización del transporte marítimo, uno de los temas más candentes del sector logístico.
Los nuevos transitarios digitales llegan con la misión de transformar la compleja e inmensa industria del transporte internacional, pero estos intentos de ‘disrupción’ plantean dudas en el sector, especialmente en lo que a su impacto se refiere.
Diversos estudios, como los publicados por Barclays y más recientemente por Transport Intelligence, han observado una falta de impacto en estas ‘disrupciones’ proclamadas por los transitarios de la nueva era digital.
Las oportunidades están ahí. La industria dispone de ingentes cantidades de datos aún inexplotados y florecen nuevas tecnologías que, como el blockchain, podrían allanar el camino hacia la digitalización del transporte marítimo.
Pero esto no es algo que ocurrirá de la noche a la mañana, al menos no de acuerdo con iContainers, pionero entre los transitarios digitales.
Un cambio de tal magnitud sólo puede ser acometido desde dentro de la industria. La automatización del transporte marítimo requiere experiencia, estrategia y tecnología, una combinación difícil de encontrar tanto en los transitarios tradicionales como en los nuevos actores digitales.
Desde sus inicios, iContainers ha centrado sus esfuerzos en introducir e implementar este cambio.
“La clave es ser ambicioso, pero de una forma estratégica. En lugar de intentar transformar la industria en su conjunto y de una vez, nosotros hemos apostado por automatizar progresivamente, parte por parte,” explica Iván Tintoré, presidente ejecutivo y cofundador de iContainers.
Para el transitario, uno de los principales factores que explica la complejidad de automatizar la industria es el elevado número de jugadores que intervienen. Una simple operación de transporte marítimo involucra a diferentes figuras: proveedor, almacén, transportistas, navieras, transitarios, despachantes de aduanas, comprador, etc. Todas ellas interactúan en diferentes tramos del flujo y necesitan comunicarse a lo largo de distintas etapas del proceso.
“Cada uno de estos actores tiene formas distintas de hacer las cosas. Si además pensamos en la cantidad de procesos y sistemas diferentes que entran en juego, el número crece exponencialmente,” sostiene Tintoré.
“Intentar unificar y estandarizar todos esos procesos para automatizarlos de una tacada es una tarea casi imposible.”
El informe de Transport intelligence señala que la entrada de los transitarios digitales ha empujado a los grandes transitarios a mejorar su capacidad tecnológica y las funcionalidades que ofrecen a los expedidores. Pero aún considerando esto, el impacto generado está lejos de poder ser considerado como una verdadera “disrupción”.
“Escucho continuamente hablar sobre la disrupción de la industria, pero en mi opinión estos comentarios van muy desencaminados,” afirma Lars Jensen, CEO de Seaintelligence Consulting y autor del libro Liner Shipping 2025, durante una visita a iContainers a principios de año.
“No creo en la premisa de llegar con una solución nueva y de repente transformar la industria entera, como si en uno o dos años pudiera ser una industria completamente diferente. El cambio sucederá, pero será una evolución gradual, no una revolución.”
Para Tintoré, la idea de que un nuevo actor actúe por su lado y provoque una disrupción en una de las industrias más grandes y antiguas del mundo tampoco es realista. Sin embargo, opina que bajo el enfoque adecuado el cambio sí es posible.
“Lo primero que automatizamos en iContainers fueron los sistemas de cotización y reserva, los dos aspectos más básicos y vitales de todo transitario digital, en mi opinión. Una vez que los tuvimos consolidados, comenzamos a plantearnos la automatización de operaciones más complejas,” dice Tintoré.
“Hoy nuestros procesos de exportación FCL están completamente automatizados. Las operaciones y las comunicaciones detrás del proceso son automáticas y con eso reducimos riesgos innecesarios como los errores manuales. La automatización nos permite garantizar rapidez, eficiencia y precisión.”
En comparación con otras industrias, como la de las aerolíneas, el transporte marítimo sigue muy por detrás en lo que a automatización y digitalización se refiere. La adaptación a la tecnología y la apuesta por las ventajas que trae consigo han tardado demasiado en llegar.
Y aunque se han hecho avances en esta dirección, no es un camino fácil. La industria y sus protagonistas están anquilosados en sus formas de siempre de hacer las cosas y, teniendo en cuenta el tamaño y la antigüedad de la industria, es fácil ver por qué.
Pero la luz de la automatización comienza a brillar con más intensidad y sus beneficios se hacen cada vez más claros, especialmente para aquellos que apostaron primero por ella. La clave reside en continuar por este camino.
“Será una transición lenta,” afirma Jensen. “Si te fijas en lo que está haciendo iContainers, en cómo están facilitando poco a poco la manera en que se gestiona el transporte marítimo, esa es exactamente la forma en que debe ser hecho. Cambiarlo todo de la noche a la mañana no es posible, pero dar pasos e ir introduciendo cambios gradualmente es lo que realmente va a funcionar.”
“En 2025 todo estará digitalizado. Pero no será porque un actor aislado haya hecho algo fantástico. El cambio llegará lentamente y será gracias a aquellos que logren integrar la tecnología moviéndose de forma acompasada con el conjunto de la industria.”