Como ya hemos comentado en otra ocasión, desde 1934/5 Skoda había puesto sus miras en el segmento de las grandes berlinas con el lanzamiento del primigenio Superb que llegó a tener una versión de tres litros de cilindrada, pero nunca había apostado porque esa gran berlina tuviera una carrocería familiar, basada en la tercera generación del moderno Superb o sea en una gran berlina moderna y tecnológicamente avanzada, que ya de por si dispone de un espacio interior envidiable y que ahora en esta versión Combi llega a su máxima expresión.
Exteriormente el Combi está francamente conseguido y en sus formas rectilíneas, que marcan su contorno, se aprecia un conseguido estudio aerodinámico que ya se demostraba en la berlina y que ahora con la ampliación y el nuevo diseño de la trasera, sigue mostrando la misma virtud. El amplio capó está marcado por unas acertadísimas nervaduras que, además de darle consistencia, también colaboran en darle un aspecto moderno y elaborado. Lo mismo ocurre con el paragolpes y con los faros, por supuesto de xenón y los alargados antiniebla-luces direccionales. Todo está dominado por líneas rectas y ángulos marcados, incluso la tradicional calandra de la marca, adquiere un nuevo aspecto más moderno. En el lateral, volvemos a encontrarnos las nervaduras rectas, que estilizan y dan mayor longitud a una carrocería ya de por sí de generosas dimensiones y que en su tercera ventanilla vuelve a marcar unas líneas rectilíneas, al contrario que la forma de la luneta que redondea la parte trasera con su marcada inclinación. Los grupos ópticos, a base de leds, ocupan una buena parte de la atractiva parte trasera, mientras que el portón desciende hasta la mitad de paragolpes, con lo que se facilita el acceso de las cargas al amplísimo maletero. Para rematar el conjunto hay que señalar lo acertado del diseño de las llantas de aleación. Lo acertado de las formas del Superb Combi se demuestra con el premio de diseño conseguido recientemente y que describimos en otra de las noticias de esta misma sección del Motor.
Nada más abrir la puerta y lo mismo que nos ocurrió con la berlina, se puede comprobar de solo un vistazo que el espacio disponible es impresionante, sobre todo del que disponen los pasajeros de atrás para las piernas, no hay quién lo iguale. Otra apreciación ineludible es la buena disposición de todos los elementos y la sensación de confort, sin grandes concesiones al lujo desmedido, pero con unos excelentes asientos de piel en esta versión Laurint&Klement. El amplio salpicadero es de diseño sencillo, pero muy ergonómico y sobre todo con una buena terminación. La posición ante el volante es la ideal, aunque este quizás sea algo grande, pero es que en el Superb y más en el Combi, todo es grande. El cuadro es típico de Skoda, fácil de entender y con los indicadores habituales separados por la pantallita, no menos habitual en el Grupo VW, que informa de las distintas opciones del ordenador y la útil velocidad en curso. La pantalla multifunción de generosas dimensiones se sitúa bajo las salidas de aire y a su alrededor y en su parte inferior, los botones de los distintos elementos del equipamiento y de activación del potente climatizador.
La calidad y ajuste de los materiales están muy cuidados y son agradables al tacto, además encontramos detalles que siguen siendo únicos en el mercado, como el hueco que hay en cada una de las puertas delanteras para llevar un paraguas. Estos huecos están ventilados y puede introducirse en ellos el paraguas mojado sin efectos secundarios. Otro detalle que se agradece es la cantidad de huecos disponibles y su tamaño. En los de las puertas (las cuatro) cabe una botella de 1,5 litros mientras que en el hueco que hay bajo el reposabrazos delantero cabe sin problemas una tableta digital y dispone de una salida de aire e iluminación. Detrás y delante del selector del cambio automático, hay dos huecos donde dejar un teléfono móvil o una billetera y el tamaño de la guantera es lo suficientemente grande como para meter la documentación y un chaleco de alta visibilidad sin apreturas. Otra novedad en esta versión es que tiene habilitado SmartLink, una tecnología que engloba los sistemas MirrorLink, Apple Car Play y Android Auto y que permite manejar algunas de las aplicaciones de un teléfono móvil inteligente (smartphone) a través de la pantalla del coche. Un gran número de elementos componen el equipamiento, entre los que cabe destacar: el sistema de frenado de emergencia, el programador de velocidad activo, el avisador de mantenimiento de carril, el avisador de ángulo muerto en los retrovisores (BLIS), sistema de reconocimiento de señales, pantalla trasera…..y un largo etcétera que hace muy agradable el viajar en el Superb Combi, que además ofrece un maletero de 660 litros que se puede ampliar hasta nada menos que 1.950 litros, como para hacer casi una mudanza.
La versión probada montaba un potente motor TDI de dos litros (1.968 c.c.) y con un rendimiento de 190 CV a 3.500/4.000 vueltas. Un motor que con un par de 400 Nm entre 1.750 y 3.250 r.p.m., deja entrever un excelente rendimiento, tanto en baja como a velocidades medias y bajas, aunque al ralentí y en velocidades cortas se deje sentir presencia con cierta intensidad, aunque nunca molesta, hecho éste que va desapareciendo según de engranan velocidades más largas y se gana velocidad. Pero si la rumorosidad en parado o a poca velocidad es alta, su funcionamiento es excelente, pues siempre está dispuesto a entregar la potencia en cualquier circunstancia y su diseño es sumamente moderno, adquiriendo toda la más moderna tecnología diesel del momento (Turbo de geometría variable, intercooler, inyección directa, common rail….. Como es fácil de comprender las prestaciones de este confortable y amplísimo vehículo son más que respetables, pues su velocidad máxima se sitúa en los 230 km/h y la aceleración de 0 a 100 km/h es de solo 7,6 segundos. Casi como un deportivo a pesar de que su peso es de 1.615 kilos. En lo que se refiere al consumo las cifras son contrarias a las prestaciones, ya que la media es de solo 5 litros, poco más que un utilitario. Al contar con el sistema Star&Stop, éste se reduce considerablemente en la circulación en ciudad o en caravanas. La caja de cambios automática DSG de 6 velocidades, como en otros modelos del Grupo, funciona a la perfección y se adapta perfectamente a la mecánica.
Si el aspecto del coche es magnífico, su habitáculo amplio y práctico y no digamos de sus brillantes prestaciones, su comportamiento esta desde luego a la misma altura. El Superb se maneja fácilmente, parece más pequeño de lo que es en realidad, y se sujeta con una eficacia envidiable, transmitiendo una gran sensación de seguridad, gracias a las sólidas y bien estudiadas suspensiones, con McPherson delante y paralelogramo deformable atrás, por supuesto con sus barras estabilizadoras correspondientes. A pesar de su envergadura el Combi se muestra ágil, aunque las carreteras sean viradas y su tracción integral contribuye a una estabilidad a toda prueba. La circunstancia más adecuada para este familiar desde luego, es circular por autopistas y carreteras despejadas, donde se muestra casi imbatible a mantener unas velocidades de crucero altas y constantes.
Si (
No(
