En el marco del “Plan GES Galicia (Generando Empresas + Seguras)”, con el que Fundación Inade pretende ayudar a corregir las deficiencias en la gestión del riesgo y el seguro del tejido productivo gallego, se ha celebrado una nueva jornada en la tribuna de Foro Inade, que contó con la colaboración de la Cámara Oficial de Comercio, Industria, Servicios y Navegación de Santiago de Compostela. El objetivo de la jornada fue profundizar en los modelos de gestión del riesgo, así como en los nuevos derechos y obligaciones de los contratos de seguro y las implicaciones que tendrá el nuevo Baremo de accidentes de tráfico sobre los seguros de responsabilidad civil.
La inauguración de la jornada corrió a cargo del Presidente de la Cámara de Santiago, Jesús Asorey, que destacó “la importancia de la sesión para ayudar a los empresarios a lograr que sus seguros sean más eficaces”. Posteriormente, el director del grupo de investigación VALFINAP de la Universidade de Santiago de Compostela, Luis Otero, centró su presentación en ofrecer un panorama de la gestión de riesgos en el tejido empresarial gallego en función del estudio realizado a petición de la Fundación y que fue publicado bajo el título “La gestión del riesgo y el seguro en la empresa gallega”.
Así, destacó que “en Galicia hay 17.000 empresas, y de ellas 7.000 deberían tener implantados modelos de gestión de riesgos, dado su tamaño y estructura, pero la realidad es otra”. El profesor Otero estima que sigue siendo habitual que el tamaño de las mismas sea determinante a la hora de realizar este tipo de políticas. No obstante, insistió en que “la solvencia y la valoración de una empresa depende de la gestión de riesgos que haga”. Además, afirmó que “gestionar los riesgos no es un coste, es una política que ayuda a tomar decisiones dentro de una empresa”. Otero quiso aclarar que “los riesgos no generan solamente amenazas, sino también oportunidades para anticiparte a tus competidores o replantear tu negocio”.
Igualmente, indicó que “las empresas que implantan procesos de gestión de riesgos tienen más beneficios; hacer este tipo de gestiones compensa económicamente”.
En relación con este proceso, insistió en que “dentro de la empresa se deben comunicar los riesgos y hacer que toda la compañía sea parte activa de ese proceso de gestión”. Como herramienta para realizar este tipo de políticas, Luis Otero habló del seguro, definiéndolo como “una herramienta clave en la gestión de riesgos de una empresa” y añadiendo que “la política de gestión del riesgo puede mejorarse con la ayuda del sector asegurador, que debe dinamizar y catalizar este tipo de procesos en las empresas gallegas”.
A preguntas de los asistentes, Luis Otero comentaba que “el riesgo de impago es uno los riesgos fundamentales de la crisis” pero insistió en que la industria aseguradora proporciona numerosos mecanismos de transferencia, por lo que este riesgo puede minimizarse. El ponente animó a los empresarios a implantar este tipo de políticas aconsejando que “para las pymes la mejor solución sería subcontratar estos servicios a profesionales, pero siempre contando con una persona responsable de estas cuestiones dentro de la empresa”.
CONTRATACIÓN DE SEGUROS
La segunda parte de la jornada se centró en la intervención del Director de la “Cátedra Fundación Inade-UDC: La gestión del riesgo y el seguro”, Fernando Peña, que centró su exposición en dos objetivos. El primero, analizar los derechos y obligaciones de las empresas en su calidad de tomadores, asegurados y beneficiarios de los contratos de seguro una vez que el pasado uno de enero entró en vigor la última reforma de la Ley de Contrato de seguros. El segundo fue profundizar sobre los efectos que en el riesgo de responsabilidad civil produce la entrada en vigor del nuevo sistema para la valoración de los daños y perjuicios causados a las personas en accidentes de circulación (Baremo de tráfico).
A la hora de analizar los derechos y obligaciones de las empresas, estructuró su intervención en las diferentes fases del contrato: precontractual, la firma o renovación de la póliza, y el pago de la prima y de la indemnización en caso de siniestro. En la fase precontractual mencionó la importancia de que exista un intercambio de información adecuado por ambas partes, tomador y aseguradores. Concretamente, indicó que “los tomadores deben declarar las circunstancias que influyen en la valoración del riesgo asegurado, lo que desde 1990 ha quedado circunscrito a responder a un cuestionario proporcionado por la aseguradora”. Además, informó a los asistentes de que “en los últimos diez años se ha consolidado una interpretación muy favorable al asegurado, que no incumple si no se presenta el cuestionario o si la circunstancia que no se declara no se pregunta en el cuestionario”.
Respecto al momento de formalización del contrato, Peña aconsejó que “es conveniente detenerse el tiempo que sea necesario para analizar si las pólizas contratadas cubren suficientemente los riesgos de la empresa”. Asimismo, se debe tener en cuenta que “cualquier oscuridad o falta de claridad en la póliza perjudica al asegurado”.
En la última fase, Peña habló del impago de primas recordando de que “si no se paga la primera prima, el contrato no ofrece cobertura, aunque cuando no se pagan otras primas sucesivas existe un periodo de gracia de un mes durante el que tengo cobertura”. Eso sí, aclaró que “en los casos de seguros de responsabilidad civil, si no pago la prima el contrato se suspende entre las partes, pero un tercero perjudicado de un daño puede reclamar indemnización a la compañía aseguradora”.
Por último, profundizó en cómo afecta a la empresa en su riesgo de responsabilidad civil el nuevo Baremo de Daños Personales que entró en vigor el 1 de enero de 2016 y con el que se buscaba acercar las indemnizaciones a la media europea. Respecto a esta temática, Fernando Peña indicó que “a día de hoy la mayoría de las pólizas de responsabilidad civil tienen una cobertura insuficiente en cuanto al capital, no sólo en la parte económica, sino también en la cobertura de daños morales”. En este sentido, recordó que “en caso de daños personales, aunque sean fuera del ámbito de la circulación, como mínimo se nos va a aplicar este nuevo Baremo, por eso lo debemos tener en cuenta para saber si estamos bien cubiertos por nuestras pólizas”.
El foro estuvo moderado por el Director de Fundación Inade, Adolfo Campos, que indicó a los asistentes que a partir del próximo uno de julio las compañías de seguros deben entregar a los tomadores las pólizas de nueva contratación adaptadas a la última reforma de la Ley de Contrato de Seguros.
Campos también se refirió a la renovación de los contratos en vigor, manifestando que en el periodo comprendido entre el próximo 1 de julio y el 30 de junio de 2017, las compañías deben adaptar sus contratos a los nuevos requisitos que exige la Ley de Contrato de Seguro. Esta adaptación se realizará mes a mes, a medida que se vayan renovando las pólizas. El Director de la Fundación solicitó la máxima colaboración de los mediadores de seguros, ya que son una pieza fundamental en este proceso de adaptación de las pólizas que en la actualidad están en vigor, una tarea “que va a significar un gran esfuerzo por parte de todos los operadores del mercado; la buena imagen del sector va a depender en parte del éxito de este proceso”.