Toyota Avensis Touring Sports 150D

Desde luego y refiriéndonos al frontal, el nuevo Avensis Touring Sports tiene una inconfundible identificación con los últimos modelos de Toyota. Es decir, el doble triángulo invertido cuyo vértices confluyen en el logo de la marca, aunque de forma más “disimulada” que en otros modelos, esta presente. Un triángulo (El invertido) lo forman los estrechos e irregulares faros y la casi imperceptible calandra de solo una sola moldura cromada y el otro, lo conforman la parte alta de paragolpes, que casi llega al citado logo de la marca, para abrirse hacia abajo, ya en color negro hacia los extremos casi rozando los antiniebla y cobijando en su parte más ancha la entrada inferior de aire. Un frontal más bien estrecho en general, bastante aerodinámico y desde luego, como hemos ya comentado inconfundible de Toyota. El parabrisas, muy inclinado, casi tiene continuidad en el gran techo panorámico que llega hasta la parte alta del portón. En la vista lateral se aprecia claramente la forma de cuña de la superficie acristalada, que se va estrechando hacia atrás para dejar entrever una mayor superficie para el maletero, así como conferir a esta parte un mayor efecto aerodinámico al bajar el abombado techo hasta el generoso alerón que cubre la luneta. Como también es característico de las creaciones de Toyota, la estrecha luneta acaba en un pronunciado escalón, que divide claramente esta parte posterior del coche, por arriba la inclinada luneta y por abajo la superficie es prácticamente vertical. Los grupos ópticos, de generosas dimensiones, forman también frontera entre los dos planos de distinta inclinación.

Decíamos en el antetítulo que el Avensis Touring Sports en un coche amplío, no en vano mide 7 centímetros más que el Sedán de cuatro puertas y la capacidad del maletero es notablemente mayor, llegando hasta los 543 litros con las dos filas de asientos montadas y hasta los 1.609 litros si la posterior se abate y proporciona una lisa superficie de carga que dispone de unos railes por los que colocar y desplazar anclajes para una red, se echa en falta más elementos que faciliten el uso del espacio de carga, como una iluminación mejor (sólo hay un punto de luz en el lado izquierdo y es de poca intensidad), una toma de corriente o lugares de los que colgar una mochila o las bolsas de la compra para que no se desplacen. En el techo, tras los respaldos posteriores, hay unos anclajes para sujetar una red verticalmente y aprovechar todo el volumen hasta el techo. Hay también que señalar que bajo el piso se cuenta con un hueco muy aprovechable. El habitáculo en general, sin ser el más amplio de la categoría (Tampoco es el más grande de dimensiones exteriores), proporciona a los posibles 5 ocupantes, un alto grado de confortabilidad, a excepción del viajero de la parte central del asiento trasero ya que éste está configurado mejor para dos personas. Si como también en el antetítulo este Avensis es un coche sencillo, nos referimos sobre todo a que en el interior se ha huido de cualquier tipo de extravagancia creativa y todo resulta de un diseño sencillo, quizás demasiado para el segmento en el que nos movemos, pero que realmente a la hora de utilizar es muy práctico.

El salpicadero, de líneas muy horizontales está presidido por el propio cuadro de instrumentos, dominado por dos grandes relojes de forma más o menos habitual y por una pequeña pantalla que los separa y que proporciona información adicional. En el centro las salidas de aire y más abajo de ellas la pantalla multifunción con sus mandos a base de interruptores, en forma de alas de mariposa, alrededor de ella. Aunque en la pantallas se reflejan la mayoría de las funciones, como las del climatizador, éstas se conectan o desconectan a través de sus correspondientes teclas o botones, lo que hace más práctica y funcional su utilización, objetivo éste que se ha tratado de conseguir en la mayoría de los aspectos del interior del Avensis, que eso sí, ofrece en algunos elementos unos plásticos demasiado evidentes. El puesto de conducción está bien conseguido y resulta cómodo con la mayoría de los mandos muy a la mano, como la propia palanca de cambios de suave manejo. El equipamiento no es de los más completos dentro de su segmento, tampoco el precio de los más elevados sino todo lo contrario, pero desde luego se cuenta con los suficientes para ofrecer una conducción segura y confortable, como el aviso de cambio involuntario de carril, activación automática de las luces largas, lectura de señales de tráfico, sistema de seguridad de precolisión, cámara de visión trasera de ayuda al aparcamiento (Aunque carece de avisadores sonoros tanto delante como atrás)…… y sobre todo hay que señalar un sistema multimedia Toyota Touch 2 que sirve para gestionar el excelente equipo de sonido, infoentretenimiento y conexiones para los smartphone.

La unidad probada estaba equipa con el motor diesel más potente, es decir el 2 litros de 143 CV a 4.000 vueltas y un par de 320 Nm a 1.750/2.250 r.p.m. Un motor que en líneas generales nos a transmitido suavidad de funcionamiento y un nivel sonoro bastante contenido una vez que se ha alcanzado la velocidad de crucero, pero que resulta un poco bronco si se utilizan las velocidades cortas a alta revoluciones, al reducir por ejemplo. Una de sus mejores virtudes es su poder de recuperación, pues desde muy bajas vueltas empieza a empujar de forma constante y eso nos evitará utilizar en demasía la palanca de cambios de una caja de velocidades de manejo manual y 6 relaciones muy bien escalonadas. En el motor se han aplicado las últimas tecnologías en materia de motores diesel que dan como resultado el que supere las estrictas normas EURO 6. Cuatro válvulas por cilindro, 2 árboles de levas en culata, inyección directa con “common rail”, turbo de geometría variable, intercooler, sistema de Star&Stop…..Con todo ello las prestaciones sin llegar a ser espectaculares son bastante correctas para lo que se espera de un coche de estas características, 200 km/h de velocidad punta o una aceleración de 0 a 100 km/h de 9,8 segundos. En cuanto al consumo se sitúa en los 4,6 litros de media, lo que no está nada mal para un coche que en vacío pesa tonelada y media y que puede mantener velocidades más que respetables.

El Toyota Avensis Touring Sport es un coche ideal para viajar. En él se va cómodo y, sin ser de los que mejor aislado tienen el habitáculo, el rumor que se oye no resulta molesto en absoluto. Los elementos elásticos que unen suspensión y chasis filtran muy bien las vibraciones que se producen al rodar sobre el asfalto. Delante contamos con un típico sistema de suspensión McPherson, mientras que en el tren trasero se emplea el paralelogramo deformable, ambos trenes con sus correspondientes barras estabilizadoras. Una combinación muy efectiva tanto para sujetar el coche con seguridad como para absorber las irregularidades del asfalto. La estabilidad en recta y en curva rápida es buena y eso es de agradecer pues transmite un alto grado de confianza. Ante una conducción decidida en carretera de montaña con curvas lentas no presenta problemas, aunque no sea un coche especialmente ágil, porque el control de estabilidad se anticipa mucho a las posibles pérdidas de trayectoria limitando la potencia del motor. La asistencia de la dirección me parece buena por tacto y por la información que llega al conductor aunque no sea de intensidad variable. Los frenos detienen el coche sin ningún problema y sin mostrar síntomas de fatiga aunque se utilice con profusión.

Terminamos como empezamos, el Avensis Touring Sports es un coche sencillo, eficaz y confortable, pero seguro que conociéndole en el día a día, una larga lista de satisfacciones y virtudes, sería fácil de completar por el afortunado usuario que lo posea, con la ventaja además de poder añadir que el modelo ha conseguido las 5 estrellas en las pruebas EuroNCAP.