El Audi Museum Mobile lleva a cabo una exposición de 12 coupés que datan de los años 1930 al presente, titulada “Escultura Dinámica. La Tradición de Deportividad y Elegancia en Audi”. Esta exposición especial estará abierta hasta el 18 de septiembre. Su temática se centra en las formas especiales de la carrocería coupé y sus orígenes. Probablemente no existe un tipo de carrocería que pueda igualar el magnetismo que el coupé ejerce en los amantes de los automóviles. Con orígenes que se remontan a la fabricación de carrozas o coches de caballos, el formato progresó hasta convertirse en el epítome de elegancia y buen diseño automovilístico.
Cuando aparecieron por primera vez vehículos con este tipo de carrocería, se les llamaba frecuentemente “Les Désobligeants” (los “descorteses”). El formato toma su nombre de la idea de “cortar” (“couper/coupé”, en francés) una carrocería de un cuatro plazas para crear un biplaza. El resultado era un estilo de carrocería que excitaría el interés de la élite. Y en los años siguientes, el equipamiento interior y los acabados de alta calidad de los coupés los convirtieron en favoritos de la alta sociedad de las grandes ciudades europeas. Con los intentos iniciales de afinar los diseños en los años 1930, la forma del techo descendente hacia atrás comenzó a imponerse. Sin embargo, el criterio por el que definimos hoy día un coupé ha emergido gradualmente: un techo corto descansando en dos montantes, con un interior biplaza. Los coupés se afirmaron realmente en los años 1950 y 1960. Un factor clave en su popularidad lo constituyeron las carreras de larga distancia de la época, como las Mille Miglia, Targa Florio, la Lieja-Roma-Lieja o los “2000 km durch Deutschland” (2000 kilómetros por Alemania), que casi parecían haber sido concebidas específicamente para coupés. Típica en el planteamiento de un coupé era la combinación de un exterior atractivo y la mejor tecnología disponible. Y todavía en la actualidad, se ve al coupé como la joya de la gama de cualquier marca.
¿Cómo han evolucionado los coupés a lo largo del tiempo? ¿Y qué aspecto tendrá el coupé del mañana? La exposición especial “Escultura Dinámica – la Tradición de Deportividad y Elegancia en Audi” da respuestas a esas preguntas. Esperando a los visitantes de esta muestra especial se exhiben 12 coupés de la historia de Audi. Una destacada estrella será la réplica del “Manuela”, una versión coupé única del Horch 853. El coche se construyó especialmente para Bernd Rosemeyer en 1937. Piloto de Auto Union más exitoso y popular de entonces, Rosemeyer amaba este lujoso coche, una pasión claramente reflejada en numerosas fotografías de la época. Esto, más el hecho de que el piloto falleció en accidente mientras intentaba un nuevo récord mundial absoluto de velocidad, justo unos meses después de recibir el coche, elevaron el Horch “Manuela” a su estatus de leyenda. Se cree que el coupé original desapareció sin dejar rastro durante la Segunda Guerra Mundial.
Otros tesoros de los anales de la compañía representan la variante de carrocería en los años 1950: un singular DKW Coupe Meisterklasse con carrocería de la firma especialista Hebmüller, un DKW Monza de 1956, el Auto Union 1000 Sp de 1958, o un NSU Sport Prinz de 1959. También parte de la muestra es el primer Audi Coupé de posguerra, el Audi 100 Coupé S de 1970. Ilustrando el retorno histórico de la marca de los cuatro aros al segmento Premium están el Audi Coupé GT de 1980, el Audi quattro de 1981, el Audi Sport quattro de 1983 y el Audi Coupé de 1988. Los visitantes también tendrán la oportunidad de ver la primera generación del icono estilístico que fue el primer Audi TT de 1998. Y en el camino hacia el presente encontramos también al Audi A5 de 2007.