El grupo de Género y TIC analizará datos sanitarios y socioeconómicos para descifrar el impacto social de la enfermedad en Cataluña. id:60606
Aunque las mujeres tienen una tasa de empleo (50,4 %) nueve puntos por debajo de la de los hombres, según apuntan
datos de la Generalitat, el ámbito al que se dedican podría condicionar el impacto del coronavirus según el género. Mientras que solo el 3,7 % de los hombres realizan trabajos relacionados con la
salud y los servicios sociales, este
sector es el
más numeroso entre las
mujeres ocupadas, con un 13,5 %. Una realidad que podría ser determinante para entender el efecto social de la pandemia en Cataluña, objetivo de una nueva investigación de la Universitat Oberta de Catalunya (
UOC).
«Nuestro proyecto analizará el impacto de la COVID según la segregación ocupacional en función del género, aspecto sobre el que no hay datos hasta ahora y creemos que es importante», apunta Lídia Arroyo, del Internet Interdisciplinary Institute (IN3) de la UOC, que coordina la investigación aprobada por la Generalitat. La investigadora avanza que los análisis exploratorios hechos hasta ahora apuntan a que la incidencia de la pandemia podría ser mayor en los barrios más pobres. Según Arroyo, una de las causas podría estar relacionada con el hecho de que las profesiones menos cualificadas estarían más expuestas.
El proyecto de la UOC ha sido aprobado por el Programa de analítica de datos para la investigación y la innovación en salud (PADRIS), de la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitarias de Cataluña (AQuAS), adscrita al Departamento de Salud. AQuAS ha autorizado quince nuevas investigaciones, en una convocatoria extraordinaria publicada a raíz de la pandemia, para analizar los datos disponibles del sistema sanitario de Cataluña. Su objetivo es impulsar la analítica de datos para la construcción de modelos predictivos con la información del sistema de salud, con proyectos que ayuden a mejorar la gestión pública sociosanitaria.
Riesgos laborales con perspectiva de género
Según un informe reciente de AQuAS, de las más de 12.000 defunciones por COVID-19 registradas en Cataluña entre el 7 de marzo y el 25 de mayo, más del 51 % eran mujeres. «La segregación laboral podría explicar la diferencia», señala Arroyo, investigadora del grupo Género y TIC (GenTIC). Comprobar hasta qué punto las mujeres y los hombres trabajadores están expuestos de manera diferente a la COVID-19, por la segregación ocupacional de género, es uno de los principales objetivos de la investigación de la UOC. Lídia Arroyo indica que las diferencias de género «no son solo cuantitativas, sino también sobre el tipo tareas que se desarrollan y las condiciones de trabajo». Arroyo incide en que la calidad de los servicios de los cuidados «tiene que ver con la proximidad, no solo psicológica, sino también física». Por ello, la investigadora explica que deberían revisarse los criterios de calidad de profesiones de sectores como el de la salud y el de los servicios sociales: «aplicar perspectiva de género a sus riesgos laborales». Además, Arroyo concluye que los trabajos de cuidado han expuesto más a las mujeres no solo porque son mayoría, sino porque son actividades esenciales que no se detuvieron en ningún momento.
Cruzar datos socioeconómicos y de salud
«AQuAS dispone de datos sanitarios desde hace muchos años. Tenemos a nuestro alcance un volumen de información muy amplio, que no solo tiene que ver directamente con la COVID, sino también con todo lo que el sistema sanitario registra de la atención médica habitual a la ciudadanía», aclara la investigadora, que considera que hay variables que deben analizarse más allá de las de contagios o de muertes por COVID. El equipo investigador de la UOC quiere analizar los datos de la población de Cataluña que tienen que ver con el género desde una perspectiva interseccional. Así, se estudiará cómo afecta esta cuestión en su relación con la edad, el nivel socioeconómico o el origen, es decir, «el nivel de pobreza o de riqueza, cómo pueden determinar cuestiones como que la pensión que reciba una persona sea contributiva o no», relata Arroyo. En una segunda fase, el equipo investigador también espera poder cruzar datos del sistema sanitario con otros relacionados con el empleo, el trabajo cualificado y no cualificado, y el paro.
Colaboración internacional para compartir conocimiento
De los quince proyectos concedidos por AQuAS, el de la UOC es uno de los tres seleccionados más allá de la investigación hospitalaria para analizar el impacto de la enfermedad desde las ciencias sociales, y el único desde la perspectiva de género. Además, el proyecto de la universidad incorpora la participación de la entidad social Iniciativa Barcelona Open Data, una asociación dedicada a la difusión de datos abiertos. La investigación de la UOC también establece sinergias con proyectos internacionales como GenPORT, un portal para compartir conocimiento e inspirar acciones colaborativas sobre género y ciencia, coordinado por el grupo GenTIC. Así, para generar conocimiento abierto y accesible sobre COVID y género, en GenPORT se ha creado el archivo #COVIDGenderArchive, con más de cincuenta recursos compartidos por su comunidad de experiencia internacional. Como señala Lídia Arroyo: «queremos hacer llegar a la ciudadanía la información disponible sobre la afectación de la COVID con una perspectiva de género interseccional, contribuyendo al conocimiento abierto de esta investigación».
La investigadora
Lídia Arroyo, Investigadora de Género y TIC del Internet Interdisciplinary Institute de la UOC.