Reutilización: los residuos plásticos reciclados se procesan en aceite de pirólisis, que posteriormente puede ser utilizado para nuevos componentes. Marco Philippi, Director de Estrategia de Compras: “Queremos establecer sistemas circulares inteligentes en nuestras cadenas de suministro y hacer un uso eficiente de los recursos”. id:65421
Un gran número de componentes de los automóviles están fabricados a partir de material plástico que debe cumplir con exigentes requisitos de seguridad, calidad y resistencia a temperaturas elevadas. Por eso, hasta ahora, sólo los materiales basados en el petróleo eran adecuados para la fabricación de componentes plásticos en los automóviles, que están sujetos a un intenso desgaste. En la mayoría de los casos, estos materiales no son reciclables. Mientras que los plásticos del mismo tipo a menudo pueden reciclarse mecánicamente, el reciclaje de los residuos plásticos mixtos plantea un gran desafío. Por ello, Audi y el Instituto Tecnológico de Karlsruhe (KIT) han puesto en marcha un proyecto piloto para el reciclado químico como parte del THINKTANK “Estrategias de Recursos Industriales”, con el fin de introducir de nuevo este material en un sistema circular de conservación de recursos.
“Queremos establecer sistemas circulares inteligentes en nuestras cadenas de suministro y hacer un uso eficiente de los recursos”, explica Marco Philippi, Director de Estrategia de Compras. “En este sentido, el reciclaje de productos químicos tiene un gran potencial: si los componentes plásticos pueden ser producidos a partir de aceite de pirólisis en lugar de petróleo, será posible aumentar significativamente la proporción de componentes fabricados de manera sostenible para la producción de automóviles. A largo plazo, este método también puede desempeñar un importante papel en el reciclaje de vehículos al final de su vida útil”.
El proyecto piloto de “Reciclaje Químico de Plásticos en la Industria Automovilística” tiene como objetivo la creación de sistemas circulares inteligentes para materiales plásticos y el establecimiento de un nuevo método como complemento del reciclaje mecánico y sustituto de la recuperación energética. En asociación con el KIT, el objetivo de Audi es ensayar la viabilidad técnica del reciclado químico y evaluar el proceso en términos económicos y de impacto ambiental. Estas evaluaciones son realizadas en el KIT por equipos dirigidos por el Profesor Dieter Stapf en el Instituto de Química Técnica (ITC) y por la Doctora Rebekka Volk en el Instituto de Producción Industrial (IIP). Para ello, la empresa proporciona componentes de plástico que ya no son necesarios, como los depósitos de combustible, las piezas de los tapacubos de las ruedas y las rejillas de los radiadores de modelos de Audi que regresan de la red de concesionarios alemanes, por ejemplo. Estos componentes plásticos se procesan en aceite de pirólisis mediante reciclado químico. La calidad de este aceite corresponde a la de los productos petrolíferos, y los materiales fabricados con este proceso son de la misma calidad que los nuevos, por lo que a medio plazo, los componentes fabricados con aceite de pirólisis pueden ser utilizados de nuevo en la fabricación de automóviles.
Hasta ahora, el reciclaje químico es el único método que puede utilizarse para convertir los residuos de materiales plásticos mixtos en productos con una calidad equivalente a los nuevos. Como resultado, se puede reciclar una gama más amplia de plásticos. Estos circuitos cerrados de materiales tienen varias ventajas. Por un lado, conservan recursos valiosos porque se requiere menos materia prima. Esto, a su vez, ahorra energía y costes, y es beneficioso para el medio ambiente. Audi es uno de los primeros fabricantes de automóviles que ha probado este método de reciclaje en un proyecto piloto con plásticos procedentes de la producción de automóviles. “El reciclaje de determinados plásticos de automoción no ha sido posible hasta ahora por diversos motivos. Por eso estamos haciendo un trabajo pionero junto con Audi”, declara Dieter Stapf. “Si queremos cerrar el círculo, tenemos que desarrollar métodos adecuados para ello”.
Este proyecto está dirigido por el THINKTANK Estrategias de Recursos Industriales, establecido en el KIT por el gobierno del estado de Baden-Württemberg, junto con la industria y con el apoyo de la academia. “El THINKTANK se centra en una visión global de los sistemas circulares de materias primas. El reciclaje químico puede ser un elemento importante en el reciclaje integral de plásticos, por lo que se convierte en una propuesta muy interesante para la industria automotriz. El THINKTANK y Audi están abordando conjuntamente un objetivo fundamental: hacer los automóviles más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente en el futuro, independientemente del sistema de propulsión utilizado”, explica Christian Kühne, Director del THINKTANK.
Audi ha identificado el reciclaje químico como una oportunidad para trabajar junto con sus proveedores y formar parte de los talleres de CO2. El objetivo del programa de CO2 de Audi es utilizar los recursos de la forma más eficiente posible y reducir las emisiones de dióxido de carbono en la cadena de valor ascendente, centrándose claramente en los materiales que se necesitan en grandes cantidades, o que implican procesos de fabricación que requieren una alta demanda energética. Un ejemplo exitoso es el Circuito Cerrado para el Aluminio con el que Audi y sus proveedores consiguieron reciclar los residuos de aluminio y mejorarlos hasta que alcanzaron el nivel de calidad de los productos nuevos, evitando así unas 150.000 toneladas métricas de emisiones de CO2 en el balance medioambiental sólo en 2019.
La empresa tiene previsto aumentar gradualmente la proporción de materiales secundarios en sus modelos. El ejemplo más reciente es la utilización de PET en el Audi A3. El PET es un polímero plástico que puede ser separado de otros materiales con los que se puede haber mezclado y, por lo tanto, es más fácil de reciclar. Para el Audi A3, por ejemplo, hay disponibles tres tapicerías textiles con un contenido de material PET reciclado de hasta el 89 por ciento. Por el momento, las fundas de los asientos no están hechas completamente de materiales reciclables. “El reto es el tejido de la capa inferior, que está unido al material superior con un adhesivo. Estamos trabajando para reemplazar también este material por poliéster reciclable”, declara Ute Grönheim, responsable del Desarrollo de Materiales Textiles de Audi. “Nuestro objetivo es fabricar una tapicería para los asientos compuesta íntegramente con el mismo material, para que pueda ser reciclada. No estamos lejos de alcanzarlo”. En el futuro, las tapicerías textiles de los asientos pasarán a estar fabricadas a partir de materiales reciclados en todas las gamas de modelos. Si se puede demostrar su viabilidad técnica, Audi planea industrializar la tecnología y luego aplicarla progresivamente a más componentes.