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Opel Corsa-e, el eléctrico urbano

Opel Corsa-e, el eléctrico urbano
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La última generación del Corsa ofrece esta ahorrativa versión 0 emisiones

Por Mariano García Viana
miércoles 13 de enero de 2021, 23:18h
Autonomía homologada de más de 300 kilómetros, batería con 8 años de garantía o 160.000 kilómetros, 136 CV de potencia y un equipamiento completo, tanto en sistemas de seguridad como en los de confort. id:67072
Esos datos de la entradilla es lo que pudiéramos llamar la carta de presentación del Corsa eléctrico, un coche que apenas pasa los 4 metros de longitud y que hace unos pocos meses se convirtió en la sexta generación de un modelo que siempre ha estado relacionado con España, debido a su fabricación desde su nacimiento en 1982. Pues bien, como vemos, ahora esa sexta generación se ha apuntado a la última corriente (Nunca mejor dicho) de la tecnología del automóvil, la electromovilidad.

Para ello, el Corsa incorpora un motor eléctrico de 136 CV de potencia y un par de 260 Nm, un rendimiento más que suficiente como para mover el coche con una soltura típica de los coches eléctricos, una aceleración de 0 a 100 de solo 8,1 segundos, pues no olvidemos que en estos tipos de motores se tiene el par pleno desde el arranque, lo que le hace reaccionar como y pequeño deportivo, aunque luego la velocidad punta no sea tan brillante, quedándose en los 150 km/h. El consumo medio es de 17,5 kWh a los 100 kms, pero esta media varia bastante según la forma de conducir y las situaciones del tráfico y la configuración de la carretera. La batería de iones de litio, situada en posición central, es de una capacidad de 50 kWh. y el tiempo de su recarga varía notablemente en función de la fuente de energía.

El Corsa-e viene equipado de serie con un cargador monofásico de 7,4 kW, contando igualmente de serie con un único cable para el enchufe doméstico. En este caso (2,3 kW) el tiempo que necesitaría de recarga desde 0 sería de más de 30 horas, es decir unos 6 kilómetros de autonomía cada hora. En la práctica hemos pasado de 60 km de autonomía hasta los 150 en unas 14 horas, más de una noche de recarga. Ahora bien, en opción hay un cargador trifásico de 11 kW, en lugar de los 7,4, con lo que, en un punto de carga rápida de corriente continua (50 0 100 kWh), se podría pasar de cero al 80% de la recarga en unos 30 minutos, mientras que para el 20% restante, al disminuir la velocidad de recarga para no dañar la batería el tiempo sería mucho mayor, llegando a un total de poco más de 5 horas.

La autonomía oficial del Corsa-e con la batería completamente cargada y en condiciones muy favorables, de conducción suave y con poco consumo de elementos auxiliares, es de 330 km., pero como decimos en la práctica es bastante menos como hemos podido comprobar. Circulando por autovía a unos 120 km/h., durante 40 km., luego unos 6 kilómetros por ciudad, vuelta a la carretera otros 30 km. al 100 km/h y posteriormente otros 40 km por autovía a 120 km/h,, desde los 150 km. que teníamos de autonomía al salir de casa nos quedaron 30, obligándonos a quitar el climatizador por si surgía algún imprevisto en el recorrido final y circular en modo Eco. Con ello queremos decir, que el Corsa-e es interesante para la persona que utilice el coche de su ciudad dormitorio a Madrid (Por poner un ejemplo), circular unos kilómetros por la ciudad y volver a casa. Con lo que con cargar el coche en un enchufe doméstico por la noche tendría más que suficiente autonomía sin verse “apurado”. Además, resulta igualmente interesante, además de las 0 emisiones y las ventajas que ello supone al circular o aparcar en las áreas restringidas de algunas ciudades, el ahorro que supone la diferencia en consumo de electricidad con el de la gasolina o gasóleo, en lo que a precio se refiere.

El Corsa-e ofrece tres modos de conducción, Eco, Normal y Sport, cada uno de los cuales afecta a la potencia del motor, a la respuesta del acelerador y la dureza de la dirección. En modo Eco la potencia máxima del motor es de 82 CV, en modo Normal de 109 CV y de los 136 cuando se utiliza la modalidad Sport, en la que lógicamente el consumo se eleva considerablemente y el coche se comporta con talante más deportivo.

Esta nueva generación, la sexta del ya legendario Corsa, la primera bajo la batuta del Grupo PSA, luce una acertada mezcla de líneas curvas con otras más rectilíneas. Así el frontal propiamente dicho es más bien redondeado, mientras que el capó dispone de dos aristas laterales y una central que le recorren y en el lateral igualmente se aprecia una arista que recorre parte de la carrocería por encima de los tiradores de las puertas y una forma sinuosa y suave, con su “correspondiente” arista en la parte baja de las mismas. En la trasera se repite la misma y acertada tónica, una arista rectilínea recorre la parte baja de la luneta uniendo los grupos ópticos, mientras que el paragolpes tiene formas más redondeadas. En conjunto, el nuevo Corsa es desde luego el más atractivo y mejor logrado de la historia. El mencionado frontal muestra la típica calandra de Opel presidida por el logo de la marca de generosas dimensiones y bajo ella una gran entrada de aire, a cada lado de la cual se ubica, bien protegidos los faros antiniebla, mientras que los faros principales incorporan la tecnología Matrix Led, con ocho módulos que se encienden o se apagan de manera automática en función de la información que reciben de la cámara situada en la parte superior del parabrisas. También son de led los grandes grupos ópticos traseros situados en los extremos de la carrocería, mientras que la luneta esta casi tan inclinada como la de un coupé deportivo y una gran visera la protege llamativamente, tanto en la parte superior, donde se sitúa la tercera luz de freno como lateralmente.

Como la situación de las ruedas es en los extremos de la carrocería, dejan adivinar un habitáculo muy utilizable y aprovechado, como así es. En general el interior, si lo comparamos con el acertado diseño exterior, resulta un tanto soso y parece que PSA ha renunciado en él a la creatividad francesa y a elegido la sobriedad alemana, dado el origen histórico de la marca. Por ello el salpicadero es más bien sencillo, rectilíneo y desde luego moderno. El cuadro, protegido por una gran visera, ofrece una pantalla en la que, además de la velocidad digitalmente, se ofrecen diversas informaciones relacionadas con el flujo de energía, autonomía, carga de la batería y el funcionamiento de la recarga y recuperación de energía, en las frenadas y en las retenciones, que se incrementan cuando pulsamos la posición B en la palanca selectora del cambio.

Como continuación de la visera del cuadro, en el centro del salpicadero se sitúan las salidas de aire centrales y bajo ellas la pantalla táctil multifunción de 10 pulgadas, con el sistema de infoentretenimiento compatible con Bluetooth, Apple CarPlay y Android Auto, además del navegador, que resulta un tanto lento en su manejo, aunque de excelentes diseños y buena visibilidad. Debajo de la pantalla se encuentran los mandos del equipo de climatización, que por cierto no es bizona, aunque los mandos giratorios para el manejo dan a entender eso. De todas formas, sus distintas posiciones se reflejan en una pantallita. Delante de la palanca de cambios se encuentra una pequeña plataforma para cargar de forma inalámbrica los móviles, así como una toma de 12 voltios y un enchufe USB y delante de ella unas teclas auxiliares para diversas anulaciones como el del avisador de aparcamiento o del mantenimiento en el carril. También existen huecos en las puertas, debajo del reposabrazos central y lógicamente en la guantera de regulares dimensiones.

Los asientos, en lo que se refiere a los delanteros, se puede decir que además de un acertado diseño deportivo en esta versión Elegance, sujetan bien el cuerpo, aunque las maniobras sean un tanto bruscas. La posición ante el volante es correcta y apta para cualquier anotomía sin necesidad de hacer muchas regulaciones (Todas manuales) y desde el puesto de conducción casi todo queda al alcance de la mano y se domina todo con una excelente visibilidad. Por su parte, el asiento trasero, acoge muy bien a dos personas y una tercera en el centro no iría tan cómoda ya que la propia concepción de banqueta y respaldo lo hacen adecuado para dos viajeros. Estas plazas no disponen de salidas del climatizador, pero si de enchufes y puertos USB. El mencionado respaldo, se puede abatir en la proporción 60/40, Pero una vez abatido el piso del maletero queda más bajo, con lo que si bien longitudinalmente se gana espacio no así en el deslizamiento de una posible carga pesada. La capacidad del maletero, se reduce en esta versión eléctrica, con respeto a las de combustión, quedando en 267 litros en lugar de los 309, debido a la presencia de la batería de alta tensión.

Con respecto a las versiones equipadas con motores de combustión, el Corsa-e ha cambiado por completo la suspensión delantera, debido al incremento de peso en 298 kg. principalmente por la batería e incorpora por ello unos muelles, unos amortiguadores y una estabilizadora más rígidos, aunque el esquema general sigue siendo el de un típico McPherson. Por su parte el eje trasero, por la misma circunstancia, incorpora una barra Panhard y ha colocado más hacia atrás la barra de torsión, para dejar sitio a la batería. En general la carrocería ha incorporado también diversos refuerzos para conseguir una mayor rigidez torsional. En resumen, un conjunto que no plantea problemas de agarre en las curvas y que permite manejar dócilmente el coche. Cierto que no es un coche eminentemente deportivo para poder enlazar curvas y curvas en las carreteras de montaña, pero en esa situación se comporta dignamente, siendo la ciudad por su maniobrabilidad y las carreteras más o menos despejadas y con curvas amplias, por su silenciosa y suave marcha, sus situaciones más adecuadas. Los frenos están a la altura del resto del coche, es decir que no plantean el más mínimo problema por mucho que se les utilice.

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