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Castelldefels tiene hoy una playa más segura con desfibriladores en sus chiringuitos

lunes 18 de julio de 2016, 07:00h
Castelldefels tiene hoy una playa más segura con desfibriladores en sus chiringuitos
B+Safe ha instalado desfibriladores Philips en más de una docena de chiringuitos y formado a varios empleados de cada uno de ellos para que puedan actuar con éxito en caso de presenciar una parada cardíaca repentina. El Ayuntamiento de la localidad barcelonesa ha impulsado esta iniciativa, secundada por los responsables de los establecimientos playeros, muy sensibilizados respecto a la cardioprotección de espacios públicos. El municipio añade a su atractivo turístico y calidad de sus aguas costeras la máxima seguridad en cardioprotección para el turismo estival.

Los bañistas de la playa de Castelldefels se sentirán este verano más seguros gracias a los desfibriladores semiautomáticos, DESA, instalados en sus 13 chiringuitos por la empresa B+Safe.

Los desfibriladores Philips de B+Safe son muy fáciles de manejar por personal sin conocimientos sanitarios previos y su disponibilidad y puede suponer la diferencia entre salvar o no una vida en caso de parada cardíaca, al permitir restablecer el ritmo normal del corazón hasta la llegada de los servicios médicos de emergencia. Además, son equipos eléctricos portátiles que se pueden trasladar con facilidad.

La iniciativa, que ha sido posible gracias al impulso del Consistorio de esta localidad barcelonesa, fue “muy bien acogida por los responsables de los chiringuitos de la playa, plenamente concienciados con la importancia de la cardioprotección, en especial en la época estival, en la que la playa de Castelldefels recibe una gran afluencia de turistas”, explica Raúl Vidal Presidente de la Asociación de Chiringuitos de Castelldefels.

El proyecto se ha completado con la formación de varias de las personas que trabajan en los establecimientos playeros para que sepan manejar con solvencia y seguridad el DESA, así como realizar maniobras de masaje cardíaco y Resucitación Cardiopulmorar en el caso de presenciar una parada cardíaca repentina.

“En la temporada estival, las administraciones locales españolas incorporan numerosos dispositivos de prevención para aumentar la seguridad en las playas, espacios de ocio donde la atención de los servicios de emergencia aumentan su presencia. Sin embargo, las medidas para garantizar la seguridad, no siempre son evidentes. Por eso valoramos de manera muy positiva esta iniciativa tan completa que también, dejará muy buena imagen entre los bañistas y turistas que acudan este verano a disfrutar de la playa de Catelelldefels”, explica Nuño Azcona, Director General de B+Safe.

Además de la instalación de esta tecnología salvavidas en los chiringuitos de la playa de Castelldefells B+Safe, a través de su Proyecto + Vida, imprimirá folletos con las instrucciones del uso del desfibrilador en varios idiomas: castellano, catalán, inglés y francés.

El objetivo del Proyecto + Vida que lidera la empresa B+Safe y junto a su patente DOC® (Desfibrilador Operacional Conectado) es fomentar la cardioprotección e informar sobre su importancia para dar una respuesta eficaz ante las altas cifras de mortalidad por paradas cardíacas que se producen en España, 30.000 al año aproximadamente.

Espacios cardioprotegidos

La cardioprotección es una tendencia emergente orientada a la protección del corazón en caso de episodios cardíacos. El gran número de muertes por paro cardíaco en la población, ha animado a gobiernos, empresas, entidades y asociaciones a concienciar a la población y tomar medidas que permitan revertir la situación gracias a la creación de zonas o espacios cardioprotegidos. Estas zonas cuentan con, al menos, un desfibrilador, con mantenimiento garantizado y con personas adecuadamente formadas para poder garantizar una rápida actuación en caso de paro cardíaco (para conseguir que vuelva a latir el corazón de la persona afectada), hasta la llegada de los servicios médicos de emergencia.

Para que las posibilidades de supervivencia ante un paro cardíaco repentino sean óptimas, se debe realizar de forma inmediata una resucitación cardiopulmonar (RCP) que permita mantener el flujo necesario de sangre oxigenada al cerebro hasta que se restablezca el ritmo cardíaco normal mediante la descarga eléctrica suministrada por un desfibrilador. El tiempo máximo para aplicar la desfibrilación a una persona que ha sufrido un paro cardíaco repentino es de un máximo de 5 minutos.

Hay identificados cuatro pasos críticos para tratar el paro cardíaco repentino, denominados Cadena de Supervivencia:

1. Reconocimiento y llamada al servicio de emergencia.

2. Una rápida resucitación cardiopulmonar (RCP).

3. Desfibrilación temprana.

4. SVA y cuidados post-resucitación

El plazo de intervención para salvar a una víctima es de no más de 4-5 minutos. Además, por cada minuto que se pierde, hay un 10 por 100 menos de probabilidad de supervivencia.

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