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Tiempo de vacaciones, tiempo de viajar, tiempo de maletas……

SEAT Alhambra TFSI 2.0 220 CV DSG

SEAT Alhambra TFSI 2.0 220 CV DSG
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Por Mariano García Viana
lunes 18 de julio de 2016, 23:22h

Amplio, cómodo, práctico, funcional, rutero incansable y además potente, así es el coche ideal para emprender los viajes de las vacaciones y sin lugar a dudas, el SEAT Alhambra es uno de los coches más idóneos para ello, pero naturalmente también para cualquier época del año.

A principios de año el SEAT Alhambra cumplió el 20 Aniversario desde su lanzamiento. Tiempo en el que el monovolumen grande de la marca ha ido incorporando y adaptando las últimas tecnologías de la industria del automóvil, a la vez que la carrocería y el diseño en general ha sido renovado profundamente y rediseñado en tu totalidad para obtener un nuevo modelo más moderno y capaz, configurándose así como uno de los monovolúmenes grandes más conseguidos del mercado. Basándose en el modelo especial del citado 20 Aniversario del mes de marzo, la versión que nos ocupa ofrece un corto e inclinado morro que forma prácticamente una continuidad con el parabrisas, incluso más inclinado aún. En ese frontal destacan la típica parrilla de SEAT, presidida por un logotipo de buen tamaño y los modernos faros bixenón que incorporan la doble luz de día. Bajo ellos se sitúan la gran entrada de aire central y a cada lado los faros antiniebla direccionales. Lateralmente se aprecia claramente la mencionada generosa superficie acristalada, compuesta de tres grandes ventillas y también unas igualmente grandes puertas, siendo correderas las traseras, lo que facilita enormemente el acceso a las plazas traseras, incluso a la tercera fila. La trasera está dominada por la enorme luneta que abarca de lado a lado la carrocería y que en su parte superior exhibe un discreto, pero atractivo, alerón aerodinámico. Además de esta luneta, son igualmente grandes los grupos ópticos con tecnología led. El gran portón, de apertura eléctrica da acceso a un maletero de grandes proporciones, bajo cuyo piso se pueden ocultar los dos asientos de la tercera fila, que una vez desplegados tiene casi un tamaño similar a los de la segunda fila.

Si la carrocería puede gustar o no, lo que todo el mundo tiene que reconocer que el habitáculo es de lo más amplio y aprovechable, por eso decíamos en el antetítulo que en esta época de viajes, con la familia, con los amigos o con quien sea, el espacio es fundamental para viajar cómodo, tanto el equipaje como por supuesto los pasajeros. En eso el Alhambra se lleva la palma. Bien es cierto que para aprovechar bien el maletero, es mejor lógicamente que la tercera fila esté plegada, pero si es necesario que viajen 7 personas, solamente habrá que tener en cuenta reducir el número de bultos, pues el maletero se reduce sensiblemente, no así el espacio del que disponen los viajeros pues incluso los dos asientos de la tercera fila ofrecen una buena comodidad aunque el viaje sea largo, siempre que la persona no sea excesivamente voluminosa, pero bueno, para acogerle ya están el resto de los asientos. Si solo se necesitan los dos asientos delanteros, ya se puede transportar la casa entera, dado el espacio disponible. Los asientos, por cierto, resultan confortables y los delanteros además sujetan muy bien el cuerpo en las maniobras producidas por curvas sucesivas. En sus respectivos respaldos se encuentran unas útiles mesitas plegables

Como la mayoría de los coches de origen alemán, el salpicadero resulta quizás un tanto sobrio, pero por el contrario se muestra muy ergonómico y el conductor puede encontrar una postura ideal fácilmente y llegar a todos los mandos sin dificultad, incluido el selector de velocidades. El cuadro es típico de la marca, presidido por los dos grandes indicadores de velocidad y cuentarrevoluciones, separados por una pantalla que indica las funciones que se requieran al ordenador de a bordo o la útil velocidad en guarismos. Dentro de cada “reloj” se encuentran los demás indicadores y los avisadores ópticos de funciones. En el centro del salpicadero, se sitúan las generosas salidas de aire y entre ellas la pantalla táctil multifunción de 6,5”, que contiene el Radio Media System Plus, que proporciona un excelente sonido en cualquier plaza en la que se viaje. Bajo la pantalla y separada de esta por una “hendidura” que recorre la parte derecha del salpicadero, se encuentra la consola central propiamente dicha, en la que se encuentran los mandos del climatizador y otros auxiliares como la calefacción de los asientos, etc. Por todo el amplio habitáculo se reparten distintos huecos para dejar objetos de diversos tamaños, destacando la amplia guantera y los huecos con tapa situados en el maletero a la altura de terminación de la tercera fila. Para dar más sensación aún de espacio y confortabilidad, el Alhambra cuenta con un techo panorámico, cuya parte delantera se puede abrir parcial o totalmente.

El equipamiento está a la altura de lo que se espera en un coche tan completo. Además del mencionado excelente equipo de sonido, se cuenta con apertura y encendido sin llave, apertura y cierre eléctrico de las puertas corredera trasera, asistente de aparcamiento, sensores de aparcamiento delanteros y traseros (Este con cámara), sensor de lluvia, sensor de cambio de luces carretera-cruce, sistema de frenado multicolisión, BLIs en retrovisores exteriores, avisador de cambio involuntario de carril, control velocidad de crucero adaptativo, control de estabilidad, control ele´ctronico de tracción……. En fin una lista interminable de elementos tanto de confort como de seguridad.

Volviendo al inicio del reportaje, en el que indicábamos la idoneidad para viajar que tiene el Alhambra, no podemos dar la importancia que se merece su motor, pues a un excelente vehículo, a un atractivo exterior y un confortable habitáculo, se merece una no menos notable mecánica y ésta es, en esta ocasión, la más potente de la oferta, el motor de gasolina del tipo TFSI de dos litros de cilindrada, que muestra un rendimiento de nada menos que 220 CV, una potencia ideal para mover con una envidiable soltura los 1.790 kilos que pesa en vacío el Alhambra, más los posibles 7 ocupantes y su equipaje. La velocidad máxima es de 226 km/h y su aceleración de 0 a 100 km/h de solo 7,8 segundos, cifra más que notoria para un monovolumen de 7 plazas. El moderno y potente motor, muestra siempre un envidiable brío tanto en aceleraciones como en recuperaciones y cuando las revoluciones son altas, éstas están acompañadas de un sonido bronco lejano que solo los buenos motores de gasolina pueden proporcionar. El consumo medio, siempre que no se quiera conducir en plan deportivo, para lo cual el Alhambra solo encuentra la limitación de su volumen, apenas llega a los 7,2 litros, pudiendo mantener una media de crucero muy alta. Se cuenta con el sistema de Star&Stop, cuyo funcionamiento es apenas imperceptible, tanto para pararse como para ponerse en marcha. Acompañando a esta estupenda mecánica, la unidad probada montaba el cambio automático DSG de 6 velocidades, con doble embrague un función de punto muerto para ahorrar en las bajadas.

SEAT ha dado con un ajuste muy bueno de la suspensión. El Alhambra reacciona bien a las órdenes del volante, sin un balanceo excesivo, con rapidez. Incluso en zonas de curvas deja muy buenas sensaciónes porque cambia de trayectoria con facilidad y la carrocería no se mueve excesivamente. Como la dirección, con asistencia en función de la velocidad, tiene muy buen tacto deja que el conductor pueda conducir con precisión, aunque se quiera conducir deprisa. El equipo de frenos se muestra a la altura y no presenta síntomas de fatiga aunque se utilice en demasía y cargado.

En fin, una vez más volvamos al principio, tiempo de vacaciones, tiempo de viajar, tiempo de bultos….a lo que hay que añadir después de lo expuesto, tiempo del Alhambra por muy lejano que este el destino.

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