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Un modelo ya icónico en la marca, que ahora se vuelve más ecológico

Toyota RAV4 Hybrid

Toyota RAV4 Hybrid
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Por Mariano García Viana
lunes 25 de julio de 2016, 23:19h

Sin lugar a dudas el RAV 4 se ha convertido en uno de los modelos más populares y conocidos de Toyota, no en vano a él le cabe el honor de ser de los primeros SUV compactos del mercado y por lo tanto de los de mayor venta, hecho éste que ahora seguro que se incrementará con la nueva versión híbrida.

El pasado año uno de los más emblemáticos todocamino del mercado, el RAV 4, recibió una remodelación tan grande y profunda que pasó de tener un aspecto de eso, todo camino al uso, es decir más bien cuadrado, alto e incluso con la rueda de repuesto situada exteriormente en el portón trasero, a tener unas formas, independientemente de más modernas y estilizadas, propias de un SUV actual, es decir casi un “híbrido” entre monovolumen y turismo. Toyota ha acertado plenamente con esta evolución del RAV4, pues ahora es mucho más utilizable y se ajusta más a los gustos actuales.

Este nuevo RAV4 Hybrid, como sus hermanos solo con motores de combustión, presenta nuevo frontal, con los mismos rasgos que los últimos diseños de la marca, con una parrilla muy estrecha, presidida por el logo de Toyota, unos igualmente estrechos e irregulares faros de LED, que incorpora la luz de día, también de LED y un poco más abajo unas entradas de refrigeración, divididas en dos partes, que prácticamente dominan todo el frontal esculpido de tal forma que se identifica como un Toyota en cuanto se le ve. Lateralmente es como se aprecia de forma más definitiva la evolución de la carrocería, que parece más baja, más alargada y sobre todo más moderna. Por su parte, la trasera vuelve a identificarse claramente como la de todos los Toyota de reciente diseño, con los grupos ópticos situados bajo la luneta formando un escalón a partir del cual el plano se vuelve más vertical. En definitiva una línea más ligera y atractiva.

En el habitáculo, donde se ha incrementado la calidad percibida, todo es nuevo. De entrada el salpicadero puede presumir de tener un diseño realmente original, con un cuadro presidido por dos grandes relojes y entre ellos una pantalla TFT de 4,2”, que informa de las diferentes funciones del coche y del ordenador de a bordo, mientras que en el centro del salpicadero se sitúa la pantalla táctil del sistema multimedia Toyota Touch 2, de siete pulgadas, escoltada por los botones auxiliares y las grandes salidas de aire, que se complementan con las prominentes circulares de los extremos del salpicadero. Bajo la pantalla se encuentran los mandos del climatizador, más abajo otros interruptores de distintas funciones auxiliares y ya más abajo en posición horizontal un hueco portaobjetos, la palanca selectora y el tirador del freno de mano sorprendentemente manual y no electrónico como en la mayoría de los modelos actuales. Los asientos son francamente cómodos y los delanteros sujetan bien el cuerpo, la postura ante el volante resulta acertada y quizás se eche de menos una agrupación más lógica de los interruptores auxiliares que están algo dispersos y obligan a desviar la cabeza y fijarse en ellos a la hora de utilizarlos. El trasero acoge hasta tres personas con un elevado grado de confort. El maletero, con las dos filas de asientos montadas, tiene una capacidad de 501 litros, pero que al abatir el asiento trasero, puede llegar hasta los 1.633 litros. Como iremos viendo, el equipamiento es completo para el segmento medio de los SUV donde se mueve el RAV4.

Pero la auténtica novedad del modelo es sus sistema híbrido ya que es el primer todocamino de Toyota en incorporar este modalidad motriz, si descartamos a su marca de lujo Lexus que desde hace años dispone de dos modelos SUV que lo utilizan. Realmente esta planta motriz es idéntica a la utilizada en el Lexus NX 300h. El motor de combustión interna es un gasolina de 2.494 c.c., que dispone de una potencia de 152 CV a 5.700 r.p.m. y que actúa sobre las ruedas delanteras, mientras que el motor eléctrico, también asociado a dicho tren delantero, es de 143 CV, con una batería de hidruro de níquel, que tiene una capacidad de 1,59 KWh. La potencia nominal disponible es de 197 CV, que no es la suma de los dos motores, porque ésta queda determinada por la corriente que puede suministrar la batería, no por la potencia de los motores. Incluso en las versiones de tracción integral que incorporan un segundo motor eléctrico en el tren trasero de 68 CV la potencia total sigue siendo la misma. A pesar de esa elevada potencia, las prestaciones se quedan en correctas, ya que la velocidad máxima es de 180 km/h, mientras que la aceleración es algo más significativa, solo 8,3 segundos de 0 a 100 km/h. El consumo mixto se queda en 5 litros a los 100 km. y como es lógico se dispone del sistema de Star&Stop.

La conducción del RAV4 Hybrid es sumamente sencilla y muy similar a la de una berlina, pero como hemos comentado algunos mandos quedan un poco dispersos o que obligan a fijarse en ellos como es el caso del interruptor del modo de conducir, algo escondido en la consola central. Mediante él se pude escoger entre una conducción “Normal”, que es la que se conecta por defecto al arrancar, la “EV Mode” (Sólo con el motor eléctrico), Eco Mode (Para una conducción reposada) y Sport (Para conducir de forma más decidida). En la posición más habitual se combina la entrada en funcionamiento del motor de gasolina y el eléctrico, según se exija o necesite la potencia, para callejear el motor eléctrico mueve el coche con sumo silencio, solamente llega lejanamente el rumor de la rodadura al habitáculo, y solo entra el de gasolina al arrancar en un semáforo subir una pendiente. En los recorridos por carretera se combinan ambos motores, aunque si se quiere ir a un ritmo vivo, será el de gasolina el que empuje el coche “ayudado” por el eléctrico en adelantamientos o subidas, mientras que en frenada o bajadas el sistema se encarga de recargar la batería. Aunque como decimos la rumorosidad del motor está muy bien aislada en condiciones “normales” utilización, por el contrario cuando se acelera con decisión y queremos una rápida respuesta el motor de gasolina se deja oir demasiado y además con un sonido más propio de un pequeño motor de baja cilindrada y no un 2,5 litros. Pero bueno sin llevar a esas aceleraciones bruscas y rápidas, el RAV4 se puede considerar un coche silencioso y que permite oir el buen equipo de sonido sin problemas. Asociado a la planta motriz, se dispone un cambio automático de infinitas relaciones, por lo que una vez insertada la D es cuestión de acelerar sin que se note ni el más mínimo salto de relación, pero es de destacar que Toyota ha dispuesto una función que simula el funcionamiento de un cambio de marchas con relaciones fijas, que se eligen mediante movimientos secuenciales de la palanca selectora, desplazándola por un carril paralelo, lo que también ayuda en las reducciones a través del motor de gasolina.

Como hemos comentado en Rav4 Hybrid es un coche fácil de conducir y proporciona una gran sensación de seguridad, a lo que contribuyen las excelente suspensiones, con McPherson delante y paralelogramo deformable detrás, ambos ejes con barras estabilizadoras, que no solo sujetan bien el coche en las zonas viradas y llenas de curvas, aunque no sea el terreno ideal del coche, más propio para hacer kilómetros y kilómetros por autovía o similar, sino que también absorben sin dificultad las irregularidades de la carretera e incluso los baches fuera de ella por cuyas pistas se puede uno aventurar gracias sobre todo a su altura sobre el suelo de 177 mm.

El nivel de equipamiento del RAV4 es completo y además existen paquetes de opcionales para completarlos más, pero de todas formas incorpora de serie el denominado “Toyota Safety Sense”, que mediante un sistema compuesto por una cámara y un radar, realiza el control necesario de las funciones de alerta por cambio involuntario de carrill, cambio automático de luces, reconocimiento de señales de tráfico, frenada de emergencia, progrmadoir de velocidas activo, avisador de vehículos en águno muerto (BLIS) y el aviso de alerta de tráfico cruzado al dar marcha atrás.

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