www.economiadehoy.es

Peugeot 308 Puretech 130 GT AT8

Peugeot 308 Puretech 130 GT AT8
Ampliar

Tercera generación de uno de los modelos más populares de la marca del león que estrena en él el nuevo logo corporativo

Por Mariano García Viana
martes 12 de abril de 2022, 23:45h
Más largo, más bajo, con una nueva plataforma que le confiere una mayor distancia entre ejes, para conseguir una mejor habitabilidad posterior, el nuevo 308, resulta ahora con un aspecto más agresivo y deportivo. id:82958
Hace poco más de un año que Peugeot presentó su logotipo corporativo, regresando de alguna forma al de primeros de los 60, es decir, el escudo con la cabeza del león, pero que ahora tiene el fondo negro y los trazos de león son más modernos. Pues bien, el primer modelo nuevo que estrena la nueva identificación corporativa de la marca es precisamente el modelo que nos ocupa en esta ocasión; el nuevo 308. Un coche que al igual que el logo recuerda a modelos anteriores, ofrece una aspecto distinto, más moderno y deportivo, sobre todo por una muy lograda parte trasera y por una menor altura en general, confirmando, como otros modelos de la competencia que, en este segmento de los compactos, se han abandonado definitivamente, los rasgos altos de un medio-monovolumen, por los de turismos bajos y más dinámicos.

El nuevo diseño del 308, ofrece un morro dominado por una gran calandra que alterna los trazos negros con los cromados, haciéndose más pequeños según van convergiendo en el nuevo logo situado en el centro de la misma, detrás del cual se esconde el radar para las ayudas a la conducción, tecnología radómica que usa indio compatible con las ondas del radar. Los faros con tecnología full led forman parte del extremo superior de la mencionada parrilla, mientras que la luz de día se despliega verticalmente en los extremos del paragolpes. La estrecha entrada de aire inferior, se prolonga por los extremos, para ensancharse y proporcionar aire a los frenos delanteros. El capó muestra unas elaboradas formas que aumentan el atractivo de esta parte delantera. En la visión lateral, se aprecia rápidamente, la mayor longitud del morro y por lo tanto del voladizo delantero. Lo mismo se puede decir de lo elaborado de la carrocería en esta parte lateral, pues, si bien la zona acristalada se puede considerar similar a la de la generación anterior, las suaves formas de la parte baja de las puertas y las aristas que recorren, desde los faros hasta la inicio de la puerta delantera y desde la parte posterior de la puerta trasera hasta los grupos ópticos traseros que se prolongan por el lateral de la carrocería.

Y ya entramos en la parte trasera, la más lograda y deportiva. Baja, sumamente elaborada y realmente muy, muy conseguida, tanto es así que, siendo un coche compacto, llamaba la atención a todo aquel que lo veía. El alerón sobre la luneta y su prolongación lateral, empequeñecen ésta pero la verdad que no perjudican prácticamente en nada la visibilidad hacia atrás como hemos podido comprobar durante la prueba. Los alargados grupos ópticos se prolongan lateralmente y además están unidos por una franja oscura, son de tecnología led y las clásicas tres “garras” del león que siempre han caracterizado estos pilotos a los modelos de Peugeot desde hace años, han sido sustituidos por tres líneas de led oblicuas, al estilo del nuevo Citroën C4. Más abajo el portón ofrece unas sinuosas líneas suaves pero muy marcadas, que se rematan con otra, también redondeada y suave, que marca el paragolpes, que en la mayoría de su superficie muestra una gran zona oscura satinada, que integra la matrícula, las luces de marcha atrás y antiniebla y las figuradas trapezoidales salidas del escape. Insistimos una parte trasera muy bien diseñada y que favorece la aerodinámica, como todo el coche en general.

Como ya hemos dicho, la mayor batalla se traduce en un mayor espacio para los ocupantes traseros, siempre que el conductor o el acompañante no superen el 1,90 (Que no es habitual) y se vean obligados a echar el asiento hacia atrás. El aspecto en general del habitáculo respira una excelente calidad en los materiales empleados en guarnecidos, detalles o distintos elementos, una calidad superior a la mayoría de los modelos de la competencia en este segmento. El salpicadero es sumamente lineal, pues además para acentuar esta afirmación, lo recorren, en su parte superior, prácticamente en su totalidad las persianillas de las salidas de aire, unas efectivas y otras de adorno, dejando casi todo el frontal, como una zona maciza de color aluminio, en esta versión GT, bajo la cual se sitúa la guantera, en el lado del acompañante y unas teclas pardistintas funciones, en el lado izquierdo del volante.

Como en todos los modelos Peugeot de los últimos años, el cuadro, que sobresale muy poco de la línea superior del salpicadero es, como lo denomina la marca i-Cockpit. Es decir, que hay que visualizarlo por encima del volante y no a través de él como en el resto de los coches. Ello obliga, por un lado, a diseñar un volante pequeño y achatado, tanto en su parte superior como en la inferior. Por otro, también el conductor con una estatura media, tiene que sentarse más bien en posición alta y situar el volante más bajo de lo que pudiéramos señalar como normal. No es que sea un impedimento insalvable para conseguir una postura cómoda para conducir, pero requiere un cierto período de aprendizaje para sentirse a gusto, como ya nos ha ocurrido en otros Peugeot. Una vez conseguido acostumbrarse a ello, no plantea el más mínimo problema, como no sea que se pierde algo de visión de la información situada en la parte baja del cuadro, que obliga a estirar el cuello para verla, pues el volante se maneja con facilidad gracias a una dirección muy directa y efectiva. El mencionado cuadro es en realidad una pantalla de 10”, que se puede configurar según los gustos o necesidades del conductor, apretando fácilmente un botón situado en el extremo del mando de los intermitentes. La información ofrecida es muy completa, útil y fácil de interpretar, ofreciendo unos gráficos más modernos que los de la generación anterior.

Por debajo de las entradas de aire centrales, integrada perfectamente en el salpicadero y algo más baja que el cuadro de instrumentos para facilitar su uso, se encuentra la pantalla táctil de 10 pulgadas y como si formara parte de ella, en su zona inferior, se sitúan una serie, de lo que Peugeot denomina “i-toggles” virtuales, que apenas hay que rozarlos para activar sus funciones, regulaciones del climatizador, un contacto telefónico, una emisora de radio, etc., sustituyendo de esta forma a los mandos físicos. Los menús y los gráficos que resultan de nuestros requerimientos a la pantalla multimedia, no plantean problemas de interpretación y apenas necesitan un período de aprendizaje. Más abajo si que aparecen unos botones físicos, para accionar algunas funciones básicas (menú del coche, menú del climatizador, desempañado, recirculación del aire, apagado de la ventilación e intermitentes de emergencia). Ya en la parte horizontal de la consola, encontramos la bandeja de carga inalámbrica de los móviles, el botón de puesta en marcha y parada, una pequeña pestaña deslizante para seleccionar en el cambio automático, si queremos ir hacia delante, hacia atrás o estar en punto muerto y los botones para el parking y la utilización manual y un poco más hacia al conductor otra también deslizante para elegir el modo de conducción. Junto a todo este conjunto mencionado, se sitúa un generoso hueco para enchufes auxiliares y otro con cierre de persiana, que complementa el de apoya brazos y otros repartidos por el habitáculo.

Los asientos, de alcantara y piel en esta versión GT, en el caso de los delanteros sujetan muy bien el cuerpo y uno se siente incrustado en ellos en el mejor sentido de la palabra, pues por muy bruscas que sean las maniobras, ni nos movemos un centímetro. Las plazas traseras, mejor dos que tres si el viaje es largo, disponen también de un alto grado de comodidad y disponen además de salidas de aire del climatizador. Por su parte el maletero, tiene una capacidad de 412 litros, que lógicamente se pueden ampliar abatiendo el respaldo trasero.

El motor que monta esta versión del nuevo 308, es un gasolina de tres cilindros todo de aluminio, de lo más dinámico por cierto, de 1.199 c.c. y un rendimiento de 131 CV a 5.500 r.p.m., con un par de 230 Nm a 1.750 r.p.m. Como hemos acabamos de escribir, un motor de lo más dinámico y brillante, apenas hay que acelerar y el coche sale con una excelente determinación. Además de las características propias del motor, el turbo entra en acción desde muy bajas vueltas y además el cambio automático de 8 velocidades, esta muy bien adaptado a él y las relaciones, tanto para subir acelerando, como en las reducciones, son rápidas y efectivas, siendo además los engranados muy suaves y apenas notables. Las prestaciones son correctas para la potencia de que se dispone, una velocidad máxima de 210 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h de 9,7 segundos. Por su parte el consumo medio se cifra en 5,8 litros.

Pero una de las mejores virtudes, de las abundantes que tiene el nuevo 308, es su dinamismo. Su manejo es de lo más divertido, pues la dirección es muy rápida y el coche se muestra siempre muy dócil y efectivo. Las suspensiones, con McPherson delante, con su correspondiente barra estabilizadora y con rueda tirada y elemento de torsión atrás, se muestran siempre eficaces y permiten, por un lado, sujetar el coche perfectamente al asfalto en cualquier tipo de carretera, ya sea en velocidad elevada en carreteras despejadas, como en las que tienen un trazado con curvas sucesivas. Por otro lado, favorecer la buena absorción de las irregularidades del firme, con lo que el confort de los ocupantes esta más que asegurado. En ciudad o en el cargado tráfico de los alrededores, el 308 Puretech 130, se desenvuelve con una facilidad pasmosa.

En cuanto al equipamiento, se cuenta con las ayudas a la conducción de última generación y en ese sentido podemos destacar, la conducción semiautónoma, compuesta por el control de crucero adaptativo con función Stop and Go y la ayuda al mantenimiento de carril y añade 3 nuevas funciones disponibles en las vías de calzadas separadas: el cambio de carril semiautomático que propone al conductor el adelantamiento del vehículo precedente y la vuelta al carril original a partir de 70 km/h y hasta 180 km/h. Preconización anticipada de la velocidad: el sistema propone al conductor avanzar la adaptación de la velocidad (incrementar o rebajar) según las señales de limitación de la velocidad. Adaptación de la velocidad en curva: optimiza la velocidad en función del radio de la curva hasta a 180 km/h, avisador de vehículos en el ángulo muerto, etc.

Como decíamos al principio, todo un acierto el diseño del nuevo 308, sus admiradores “callejeros” nos lo han rubricado, tiene todas las papeletas para conseguir ser uno de los superventas en los próximos meses, si la inacabable crisis lo permite.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios