Precisamente por esa coincidencia en el lugar de fabricación y porque utilizan la misma plataforma específica para coches eléctricos, la MEB, el Cupra Born tiene muchas características similares a las del Volkswagen ID. 3, aunque su carrocería sea bastante más atractiva que la de su “primo” alemán. Más adelante analizaremos como es esta carrocería que sinceramente ha llamado bastante la atención, primero veamos como es su planta motriz 100% eléctrica, que es la verdadera novedad dentro de la marca Cupra.
El Born monta, instalado transversalmente en la parte trasera, un motor eléctrico que proporciona una potencia de 204 CV y un par de 310 Nm. Como en la mayoría de los vehículos eléctricos, las prestaciones en lo que se refiere a aceleración son realmente brillantes, por ejemplo en este caso, de 0 a 100 km/h, se tarda solo 7,3 segundos, mientras que por el contrario, la velocidad máxima no suele ser tan destacable, en el Born se cifra en 160 km/h. Por otro lado, hay que destacar que la autonomía homologada con la batería completamente cargada y condiciones favorables de poco consumo y conducción más bien relajada es de 415 kilómetros. En la práctica, con un manejo mixto, ciudad carretera y aprovechando en ocasiones esa mencionada contundente aceleración y a buen ritmo de marcha, la autonomía rondaba los 350 km, que no esta nada mal en comparación con otros coches de similares características.
Como resumen técnico de esta planta motriz eléctrica, se puede decir que ésta consiste principalmente en un motor síncrono de imán permanente integrado en el eje trasero, que incluye un módulo electrónico de potencia y control para el accionamiento eléctrico y una caja de cambios. El citado módulo electrónico de potencia y control para propulsión eléctrica, conversor, controla el flujo de energía de alto voltaje entre el motor y la batería, de manera que convierte la corriente continua almacenada en la batería en corriente alterna para el motor de tracción. Al mismo tiempo, un transformador suministra baja tensión a la red de a bordo del vehículo de 12 V. La potencia se transmite del motor al eje trasero a través de una caja de cambios de una sola velocidad. Por su parte, la batería de construcción plana, va instalada en los bajos del vehículo para así ahorrar espacio y proporcionar un centro de gravedad más bajo. En la parte delantera se encuentran los elementos auxiliares como el compresor del climatizador y su radiador, la caja de la dirección, servofreno, etc. La distribución de los pesos esta muy equilibrada en ambos ejes, casi al 50%, con lo que la estabilidad está más que asegurada.
Volviendo a la batería, digamos que tiene una capacidad de 62 kWh (58 kWh de poder energético útil) y es de iones de litio. El tiempo de carga depende lógicamente del tipo de fuente de alimentación, en un cargador de 100 kW, el tiempo de recarga desde 0 al 80% es de 35 minutos, en un cargador de 11 kW, la recarga total se consigue en 6,25 horas y en un cargador doméstico de corriente alterna de 7,4 kW el tiempo es de 9,5 horas y en uno “normal” doméstico de 3,7 kW que es el que hemos utilizado, al no tener postes de carga más rápida a mano o libres, hemos tardado de un 20% al 100% unas 12 horas.
El comportamiento del Born es muy bueno y reconfortante, pues transmite una gran sensación de seguridad. Su reparto de pesos entre ejes, su bajo centro de gravedad, debido a la ubicación bajo el piso de la batería y su excelente plataforma, unido a un esquema de suspensiones muy logrado, como es tipo McPherson delante y paralelogramo deformable detrás, con sus correspondientes barras estabilizadoras, hacen que manejar con seguridad el coche sea sumamente fácil, pues además la tracción trasera contribuye de forma eficiente a ello. El silencio nos rodea al circular y solamente emite un pequeño ronroneo para avisar a los peatones, cuando se circula por debajo de los 30 km/h, pero que apenas se deja oir en el interior a nada que tengamos la radio en funcionamiento. Todo en el Born es suave, incluso al acelerar y conseguir ganar velocidad de forma rápida y contundente. La dirección es rápida y con un reducido radio de giro, lo que facilita un manejo igualmente suave cuando circulamos en ciudad. Por su parte, el equipo de frenos, a pesar de contar con tambores en el eje trasero, detiene el coche sin problemas, sin bien hay que presionar bien el pie sobre el pedal si no utilizamos la retención eléctrica.
Ya que hablamos de ellas, de las retenciones regenerativas, digamos que el Born dispone de dos formas, según la posición de la pequeña palanca basculante, situada a la derecha del reducido cuatro de instrumentos, a poca distancia de la parte media superior del volante y fácil de utilizar. En la posición D, al levantar el pie del acelerador apenas hay retención y hay que emplear los frenos con decisión si queremos reducir la velocidad, mientras que si activamos la posición B, la retención se hace patente e incluso no hace falta pisar el freno si modulamos la velocidad con el acelerador, no obstante, si queremos parar del todo el coche, hay que pisar el freno, pues sino se quedaría moviendo ente 4 y 5 km/h.
El Cupra Born también dispone de tres modos de conducción, que se pueden elegir a través de un interruptor situado bajo la pantalla multifunción. Estos son Range, Comfort y Performance y una cuarta Individual, con la que se puede ajustar cada parámetro por separado, ya que según se active uno u otro modo, naturalmente afecta a la respuesta del motor, la asistencia a la dirección e incluso al funcionamiento del climatizador. Así, si activamos el modo Range, la respuesta a los requerimientos del acelerador es menos dinámica y el climatizador trabaja de forma menos intensa, esta posición esta encaminada a reducir el consumo y ahorrar energía. Mientras, si activamos la posición Comfort, la conducción proporcionada es más confortable y relajada, muy propia para circular por autovías, por último, en el modo Performance, se consigue una conducción más dinámica y con cierto carácter deportivo y al levantar el pie del acelerador es tan intensa la desaceleración como si lleváramos activada la posición B de retenciones.
Como ya hemos insinuado al principio de esta prueba, la carrocería del Born llama poderosamente la atención. Su línea desde luego rebosa personalidad y modernismo, así, si empezamos por el frontal observamos que la aerodinámica esta presente en sus rasgos principales. El corto capó baja suave, pero decididamente hacia la mitad del frontal, estando presidida por el logo y la palabra Cupra en color bronce, los estrechos faros de tecnología full led, con la firma luminosa de la luz de día integrados en ellos. La ausencia de parrilla le da más protagonismo a la entrada de aire, que ocupa gran parte del paragolpes y hay que señalar que esta adornada con un filamento de color bronce que casi la rodea.
Lateralmente se aprecia el contraste que confiere una gran personalidad al conjunto. Por un lado, la suavidad de la parte delantera, con el mencionado morro, la fortísima inclinación del enorme parabrisas, que hace que exista una ventanilla auxiliar de generosas dimensiones, para facilitar la visibilidad, antes de la puerta delantera, mientras que, por otro lado, la rotundidad, casi vertical, de la parte trasera, con un pilar C de grandes dimensiones, que luce un atractivo entramado en relieve. Sinuosas formas recorren la parte baja de las puertas y una arista comienza desde la aleta delantera, a la altura de las manillas de las puertas y termina en el piloto trasero. Las super elaboradas llantas de 19”, muestran zonas coloreadas en bronce, el color corporativo de Cupra.
La no menos atractiva parte trasera tiene realmente poca altura, ya que el techo baja hacia la luneta y el alerón de grandes dimensiones, que la protege, sigue esa línea descendente, con lo que la luneta queda enclaustrada por él, pues también la “protege” lateralmente. Aún así la visibilidad hacia atrás no es mala. Los prominentes grupos ópticos, naturalmente de leds, están unidos por una estrecha banda luminosa que identifica el modelo por la noche. Más debajo de ella el portón tiene una depresión para que sobresalga de él el logo de la marca que sirve de manija de apertura de mismo. A partir de ahí el portón vuelve a ser más prominente hasta el paragolpes que con una zona en color gris y también con originales formas, incluye la matrícula y en su parte más baja un destacado difusor de aire. No se puede decir que esta parte de atrás del Born no este elaborada, entrantes y salientes forman su perfil y le dan ciertamente una acertada originalidad y hasta pudiéramos un cierto toque agresivo.
El habitáculo esta muy bien aprovechado y ofrece un generoso espacio teniendo en cuenta las dimensiones exteriores de 4,3 metros. El diseño en general es más bien minimalista, pero ciertos detalles y adornos le confieren también un aspecto tecnológico y sobre todo moderno y original. Tiene algunos elementos similares al ID. 3 de Volkswagen, pero en conjunto se nota que Cupra ha trabajado más en los detalles y supera al modelo alemán en lo que a diseño se refiere y calidad percibida se refiere. Uno de los elementos compartidos es el pequeño cuadro de instrumentos que es una pantalla de 5,3 pulgadas, solidaria con los ajustes del volante, que integra en su lado derecho, la pequeña palanca basculante del “cambio” que, aunque no sea una posición muy habitual, queda muy al alcance de la mano, sobre todo cuando hay que actuar frecuentemente para activar la posición B de retención regenerativa.
La pantalla multifunción, situada sobrepuesta en el centro del salpicadero, es de 12 pulgadas, ofreciendo una información correcta y compatible con Android Auto y Apple CarPlay. En la propia pantalla se activan bastantes funciones que de otro modo serían manejables desde teclas o interruptores, siempre más cómodos y rápidos de activar. Debajo de ella, dentro del mismo marco, se sitúan unos disimulados pulsadores para subir o bajar la temperatura del aire acondicionado, cuyo manejo principal también se realiza a través de la pantalla. Las salidas de aire centrales preceden a la consola central que prácticamente desde su nacimiento es horizontal, ofreciendo un hueco con cierre tipo persiana, para dejar pequeños objetos y los botes o botellas de bebida. Bajo el reposabrazos entre asientos, se sitúa la bandeja para la carga inalámbrica de los móviles. Tras él las plazas traseras, disponen de enchufes USB, aunque no de unas salidas del climatizador.
Los asientos delanteros son tipo baquet y como parece por su aspecto deportivo, sujetan perfectamente el cuerpo por muy bruscas que sean las maniobras y además resultan cómodos. El trasero por espacio permite la ubicación a tres personas, pero por su propio diseño, es más acogedor para dos. El maletero tiene una capacidad de 385 litros, que se pueden ampliar hasta los 1.267, abatiendo el asiento trasero. El equipamiento es realmente completo, tanto en ayuda a la conducción, como en elementos de confort o de seguridad. Cabe destacar que las funciones de asistencia están respaldadas por una cámara multifunción en el parabrisas, capaz incluso de reconocer las señales de tráfico. Las funciones de confort y seguridad del Born incluyen el sistema de vigilancia Front Assist con función de frenada de emergencia en ciudad y sistema de detección de peatones, freno anti colisiones múltiples y asistente de aviso de salida del carril, sistema de aparcamiento asistido con sistema de cámara de marcha atrás y sistema de cierre y arranque sin llave "Keyless Access" ("Kessy Advanced").
La ayuda de aparcamiento dispone de con función de frenada al maniobrar, evitando así en gran medida, los choques durante el aparcamiento. La función puede prevenir colisiones inminentes o reducir la gravedad de una colisión mediante la activación de la frenada de emergencia en el momento más tardío posible. La frenada se produce hasta que el vehículo se detiene (a una velocidad de entre 1,5 km/h y 10 km/h en marcha atrás y de entre 2,5 km/h y 10 km/h en marcha adelante). También se cuenta con cámara de marcha atrás, control de crucero adaptativo, asistente de aviso de salida del carril, asistente de cambio de carril… Pero se echa de menos la falta de avisador de vehículos en el ángulo muerto y otro detalle que no nos ha gustado y que ya vimos en el ID. 3 y es que, si bien los cuatro elevalunas se pueden manejar desde la puerta del conductor, solo existen dos teclas, con lo que para activar los traseros hay que reconvertirlos pulsando otra tecla adicional y viceversa, desde luego son mucho más útiles los cuatro pulsadores habituales.
En fin, un coche muy agradable de conducir por su suavidad, su confort, seguridad y un nivel de dinamismo alto y reconfortante, sin olvidar la parte que podríamos llamar “lúdica”, que es el conducir un coche distinto y de acertado y hasta agresivo diseño.