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Dacia Duster Prestige TCe 1.0 Eco-G

Dacia Duster Prestige TCe 1.0 Eco-G
Ampliar

Líder del mercado europeo de particulares en el segmento de los SUV

Por Mariano García Viana
domingo 04 de septiembre de 2022, 23:46h

Dotado de un motor que funciona con gasolina y gas, el Duster consigue la etiqueta ECO y lo que es más importante, la posibilidad de utilizar un combustible sensiblemente más barato, casi la mitad, que la gasolina.

Dentro de la cada vez más extensa gama de Dacia, el Duster quizás sea el modelo hoy por hoy más apreciado y por lo tanto más solicitado. Ello es debido a que la mayoría de los clientes ven en él, no solo el modelo tipo crossover, sino un vehículo familiar que, debido a su altura, un poco mayor que la de una berlina, puede llegado el caso, circular sin problemas por pistas de tierra y superar ciertas dificultades, hablando siempre de una versión de tracción delantera que es la más habitual.

Pues bien, la marca consciente de esta apreciación como vehículo familiar y de utilización diaria, que se une a un precio realmente incomparable, ha realizado hace apenas unos meses, para hacerle aun más atractivo, un restyling tanto de la carrocería como en el interior, incluyendo además la posibilidad de utilizar el gas como combustible, como veremos más adelante.

De entrada, podemos decir que la carrocería en general tiene mucho más empaque que antes, se mire por donde se mire. El frontal, dominado sobre todo por un gran protege carter de color aluminio que sube por el morro hasta más de la mitad del paragolpes, formando parte de él, y que en su interior engloba la entrada de aire inferior. Debido a esta sobredimensión de lo que se puede llamar cubre carter prolongado, la parrilla en sí se estrecha para ocupar la misma anchura que los faros principales, en los que se incluye la luz de día de led. Los faros antiniebla se sitúan a cada lado de la parte inferior del paragolpes. Desde luego, esta visión frontal ha ganado muchos enteros y ofrece un aspecto más robusto, además de lo comentado porque los pasos de rueda son ahora más voluminosos y dan más anchura al frontal, porque el capó motor luce unas formas más dinámicas y porque el propio tramado de la parrilla a base de rectángulos cromados redondeados la hacen más sólida.

Lateralmente se aprecian claramente los pasos de rueda más sobresalientes y marcados, así como una inclinación del parabrisas con un ángulo más tendido. Son también destacables unos embellecedores verticales en color negro, situados en la parte posterior de la aleta delantera, inmediatamente antes de la puerta delantera y las fuertes barras del techo en color aluminio y anchos soportes negros. Para rematar esta también agradable visión lateral, también hay que señalar unas formas que evitan, que las puertas, en su parte media baja, sean rectas, los abultamientos del lugar que ocupan los pilotos traseros, que se prolongan por encima de la aleta posterior, los retrovisores en color aluminio y unas originales llantas en acero y negro. Por su parte la trasera ofrece una luneta lo suficientemente grande como para permitir una buena visibilidad trasera, unos grupos ópticos situados en las esquinas, tanto que obligan a ese mencionado abultamiento lateral, cuyos indicadores de dirección son en forma de cruz como es habitual en este modelo y una forma en color aluminio que, como en la parte anterior, sube por el paragolpes hasta la apertura del portón y que en su interior contiene un difusor de aire negro. En definitiva e insistimos en ello pues en un hecho, el Duster ha ganado en atractivo después de su última remodelación.

Lo mismo podemos decir del interior, ahora tiene un aspecto de calidad superior, aunque siguen dominando los plásticos duros, pero que realmente resultan agradables al tacto. La terminación es buena y no hemos detectado vibraciones intempestivas. EL salpicadero es sencillo de aspecto, pero muy funcional, estando dominado en su parte superior por el cuadro y las redondas salidas de aire, con tres centrales que aseguran un buen caudal de aire. El mencionado cuadro dispone de los dos clásicos grandes relojes para velocímetro y cuentavueltas y entre ellos una pequeña pantalla monocroma para los datos de viaje, situación de los elementos del coche que se pueden controlar y la velocidad en número, que siempre es muy útil con tanto radar “suelto”.

En la parte central del salpicadero lo más destacable es la pantalla multimedia de 8 pulgadas, que en esta versión dispone del sistema Media Nav, que incluye navegación integrada y conectividad Wi-Fi (inalámbrica) para Apple CarPlay y Android Auto y también la posibilidad de controlar la conducción en versión económica para reducir el consumo. El manejo de la pantalla es satisfactorio, con unos menús bien organizados y utilizables de forma intuitiva. El equipo de radio dispone de 6 altavoces, radio DAB, conectividad Bluetooth y activación del reconocimiento de voz. Bajo la pantalla encontramos una hilera de botones, se suave accionamiento, para activar o desactivar diversos elementos, como la luz de emergencia, la cámara, la anulación del Star&Stop, la conducción ECO, etc. Más abajo aún, ya a la altura de la parte inferior del salpicadero que contiene la guantera de mediana capacidad, se sitúan los mandos del climatizador a base de tres generosas ruedas, también de suave accionamiento y que en su parte interior de forma luminosa nos indican la posición o la temperatura deseada.

La consola horizontal es muy corta y solo dispone de un pequeño hueco, para las llaves del coche o un bote de bebida y ya inmediatamente se encuentra la palanca del cambio manual, tras el cual volvemos a encontrar pequeños huecos, el freno de mano y otros dos espacios para envases de bebidas, pero ya utilizable por las plazas traseras. El reposabrazos sale de respaldo del conductor por lo que su empleo esta casi reservado para él.

Los asientos son francamente mejores que en las versiones anteriores, se nota el esfuerzo por dotar de más calidad al Duste, tanto su diseño como los tejidos empleados ofrecen un aspecto estupendo y además sujetan muy bien el cuerpo al haber aumentado el tamaño de la banqueta y el de los “pétalos” laterales. El trasero puede acoger por espacio perfectamente a tres personas, pues incluso el pasajero central, aunque no dispone del diseño ergonómico de los laterales, puede viajar bastante cómodo al no tener el mullido muy duro como suele ser habitual en esa zona central. El maletero dispone de una capacidad de 445 litros que no esta nada mal y además que se pueden ampliar hasta los 1.478 abatiendo de forma sencilla el asiento trasero. Es de destacar la cantidad de huecos repartidos por el habitáculo, para dejar pequeños útiles, incluyendo además las bolsas de las puertas que pueden acoger botellas de litro y medio y un oculto cajón bajo el asiento del acompañante. En resumidas cuentas, un habitáculo cómodo y lo suficientemente amplio para viajar muy a gusto, ofreciendo al conductor una buena posición ante el volante, regulable en altura y profundidad, y una visibilidad igualmente buena en todas direcciones.

A lo largo del artículo hemos indicado en más de una ocasión la utilización del GLP en esta versión del Duster y las ventajas que ello reporta. Veamos pues como es esa planta motriz. El motor es un tres cilindros, todo de aluminio, de 999 c.c. y que proporciona una potencia de 101 CV a 4.600/5.000 r.p.m. y un par de 170 Nm entre 2.000 y 3.500 vueltas. No es una potencia significativa, pero si la suficiente como para mover con cierta soltura los 1.331 kg. que pesa el Duster y siempre que no vaya muy cargado. Si bien las prestaciones, como es de esperar no son muy brillantes, velocidad máxima de 170 km/h y aceleración de 0 a 100 km/h, en 13,8 segundos, lo cierto es que tanto en ciudad como en carretera, el coche se muestra ágil y hasta dinámico. Cierto es también que si queremos mantener una velocidad de crucero de 120 km/h, en las pendientes pronunciadas o al tratar de adelantar de la forma más rápida, tendremos que manejar el cambio y reducir alguna velocidad. Y lo mismo nos ocurre si queremos que la recuperación sea lo más contundente posible, si las revoluciones son bajas, hay que reducir para salir con soltura. A excepción de esas circunstancias el Duster es, como decimos, muy satisfactorio de conducir, pues el nivel sonoro no es alto, a pesar de tratarse de un motor de 3 cilindros, y el rumor de la rodadura apenas se deja sentir en el habitáuculo, al disponer de una buena insonorización.

El conductor puede elegir el tipo de carburante con el que quiera circular, gasolina o GLP, mediante un botón situado a la izquierda del volante. El motor al ponerse en marcha, lo hace siempre con gasolina, pero una vez alcanzada la temperatura normal de funcionamiento, pasa automáticamente al combustible con el que circuláramos antes de apagar el motor. El cambio de GLP a gasolina se produce instantáneamente, mientras que al pasar de gasolina a GLP tarda unos 10 segundos, que se pueden evitar si levantamos el pie del acelerador unos instantes y volvemos a pisarlo. En caso de que circulando con GLP éste se agote, automáticamente comienza a consumir gasolina sin que el conductor note nada, como no sea por el indicador luminoso correspondiente. Al contrario, ocurre lo mismo, no hay que hacer nada, el coche solo se adapta.

La ventaja del GLP radica en dos circunstancias, una que su precio es sensiblemente menor que el de la gasolina, casi la mitad y la otra es que al ser el gas menos contaminante que la gasolina, tráfico te adjudica la etiqueta ECO, con la ventaja que ello supone para circular por zonas de bajas emisiones o al conseguir descuentos al aparcar en zonas reguladas por parquímetros o similares. Aunque de mucha menos importancia, podíamos señalar que utilizar este combustible tiene dos pequeños inconvenientes, uno subsanable con el tiempo, que es el encontrar gasolineras con este tipo de combustible y que además funcione o al menos que el operador sepa ayudarte si es necesario y el otro es que el consumo de GLP es más elevado que el de la gasolina, aunque hay que señalar que siempre al final será bastante más barato y se puede ahorrar un dinero que siempre viene bien. En cuanto a las prestaciones, se puede decir que son prácticamente las mismas en ambos combustibles y el conductor no notará ninguna merma en ellas en función del elegido.

Como decimos el Duster es un coche fácil de conducir y resulta además bastante cómodo, dado que las suspensiones son más bien blandas y si bien absorben perfectamente las irregularidades del terreno, la verdad es que permiten un balanceo de la carrocería que nos gustaría que fuera menor, lo que no quiere decir que el coche no sea seguro ni mucho menos, pues el Duster se agarra a la carretera perfectamente, gracias al sistema de suspensiones con McPherson delante y rueda tirada con elemento de torsión. Además, como la altura con respecto a suelo es de 21 cm. y aunque sea solo un tracción delantera, el Duster se permite circular por terrenos o pistas con ciertas dificultades. La dirección es suave y permite cualquier tipo de maniobras sin apenas esfuerzo y lo mismo podemos decir de los frenos que, a pesar de contar con el sistema mixto de discos ventilados delante y tambores en el eje trasero, se muestran siempre eficaces y sin muestras de cansancio por mucho que se les utilice.

El equipamiento en esta versión Prestige es completo y contamos, por citar unos ejemplos, con avisador de vehículos en el ángulo muerto, encendido automático de luces, limitador de velocidad, cámara trasera, retrovisores exteriores calefactados y cromados, frenada de emergencia……y muchos más elementos, de confort y ayuda a la conducción y todo ello por algo menos de 19.000 €.

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