Una superficie de 115.000 m2, 1.600 expositores, 130.000 visitantes y más de 5.000 coches en venta: son unas cifras que convierten al salón del automóvil “Auto e Moto d'Epoca” de Padua en uno de los principales eventos de clásicos en Europa. Una inclusión esencial en tal escenario tenía que ser la de la división Heritage de Stellantis, fundada en 2015 para proteger el patrimonio histórico de Alfa Romeo, Fiat, Lancia y Abarth, y transmitir los valores de sus más de 120 años de pasión por los coches. Por ello, esta división ha destacado en el evento con un asombroso stand en el que se expusieron seis coches clásicos de diferentes épocas y marcas.
Junto a estas joyas del pasado, debutó mundialmente el Abarth Classiche 1000 SP, cuyo diseño se presentó hace un año, también en Padua. Inspirado en su histórico predecesor, el Fiat Abarth 1000 Sport Prototipo de 1966, el Abarth Classiche 1000 SP es un singular modelo que se producirá únicamente por encargo, con un máximo de cinco unidades. Además, es el primer modelo que se va a producir únicamente para una de las marcas Classiche bajo la tutela de la división Heritage.
Padua también fue elegida para la presentación de las renovadas certificaciones de autenticidad de Alfa Romeo Classiche, desarrolladas en estrecha colaboración con la firma del Biscione. Este reconocimiento oficial sobre la originalidad de los coches clásicos en propiedad de particulares es emitido ahora por un comité de certificación formado por la alta dirección de Alfa Romeo, expertos de la marca y técnicos de Heritage. Prueba de ello fue la presencia en la exhibición de un Alfetta que ha pertenecido a la misma familia, certificado por el equipo. Se mantiene en un estado original ejemplar: el motor es el mismo del primer día, el coche nunca ha salido del garaje familiar de su primer propietario y mantiene tanto su color original de carrocería como su interior. Junto a este clásico se encontraba el deportivo Alfa Romeo S.Z., restaurado por los expertos técnicos de Heritage y que ahora se expone en el Mirafiori Heritage Hub.
Los dos Alfa Romeo expuestos fueron seleccionados por su estrecha correlación técnica: el Alfetta, que este año celebra su 50º aniversario, tiene una sofisticada arquitectura propia basada en la solución “transaxle” (con la caja de cambios, el diferencial y el embrague en disposición trasera) combinada con la suspensión trasera de eje De Dion. Este coche dio lugar a toda una serie de modelos cuya evolución final puede verse en el S.Z de 1989.
Un hecho digno de mención: el Heritage de Turín, donde se guardan todos los coches expuestos en el stand, junto a otros 300 modelos de la colección histórica propiedad de Stellantis Group, ha abierto recientemente sus puertas a las visitas guiadas. A ellas se accede a través de la puerta 31 del complejo industrial de Mirafiori -situado en Via Plava 80, Turín-, los espacios acogen dos visitas guiadas al día los miércoles, viernes y sábados por la mañana y por la tarde. Cada una dura unas dos horas.
Detalle de los coches expuestos:
Abarth Classiche 1000 SP (2022)
El Abarth Classiche 1000 SP es la reinterpretación actual del Sport Prototipo de 1966, uno de los hitos en la historia de Abarth en competición. El coche de competición original se convirtió en un icono de la deportividad, así como en uno de los modelos más queridos de la firma del escorpión por su estilo, sus prestaciones y su palmarés, con victorias a lo largo de toda Europa. Fue un coche legendario, que inspiró a los diseñadores del Centro Stile Fiat y de Abarth, que en 2009 diseñaron a su sucesor y, en 2021, exactamente 55 años después del histórico lanzamiento del modelo, el proyecto fue retomado por Abarth Classiche y se perfeccionó hasta crear un coche que canaliza y moderniza por completo la personalidad de su glorioso predecesor.
El Abarth Classiche 1000 SP recupera las líneas y elementos estéticos característicos del modelo de los años 60. Su zigzagueante carrocería, con unos llamativos guardabarros curvados que refuerzan el impacto visual de sus ruedas, reflejan su aire de spider con motor central. Las geometrías de la parte trasera del Abarth Classiche 1000 SP subrayan la perfecta armonía entre sus pilotos y el sistema de escape. Sus característicos, color rojo, entradas de aire y salidas de refrigeración están presentes en todas partes, desde el capó delantero hasta en la zona posterior. Su iluminación también respeta el esquema minimalista del histórico 1000 SP, con unos puntiagudos faros en su frontal y un único par de pilotos traseros redondos, para enfatizar la impresionante anchura del coche. El coche está equipado con un motor de 1.742 cm3, capaz de desarrollar 240 CV a 6.000 rpm.
Abarth 1000 SP (1966)
El Fiat Abarth 1000 SP, en cuyo nombre “1000” hace referencia a su cilindrada en cm3 y “SP” a las iniciales de Sport Prototipo, es un coche de carreras ligero y potente con una carrocería de tipo spider biplaza que fue concebido en 1966 por el diseñador Mario Colucci. Equipado con un chasis multitubular de acero y motor central, el 1000 SP fue llevado a los circuitos por el equipo oficial Abarth, y los excelentes resultados cosechados en prestigiosas competiciones constituyeron la mejor publicidad para promocionarlo entre los clientes particulares.
El Sport Prototipo está impulsado por la enésima evolución del motor Abarth de doble árbol de levas construido sobre la base del empelado en el Fiat 600, diseñado para destacar tanto en carreras cortas de subida en montaña como en las largas y duras carreras de resistencia. Su ligero chasis y carrocería de poliuretano y fibra de vidrio aguantaban los 480 kg de peso en seco en orden de marcha y permitían alcanzar una velocidad máxima superior a los 220 km/h. Sus líneas simples, bajas y aerodinámicas, especialmente en su frontal, fueron posibles gracias a la colocación de los radiadores en los laterales.
El primer importante éxito deportivo se alcanzó el 4 de septiembre de 1966 en la carrera de 500 km en el circuito de Nürburgring, cuando el Abarth 1000 SP pilotado por Müller y Steinmetz venció en la categoría 1000, quedando tercero en la general. El eco de esa victoria resonó nuevamente unos días después en el Valle de Aosta, en la carrera de subida de montaña Aosta-Pila. La noticia de estos dos sorprendentes éxitos comenzó a circular y Abarth no tardó en recibir los primeros pedidos del vehículo. Tras producir 50 unidades, en marzo de 1968 Abarth consiguió la homologación Grupo 4 Sport/Clase 1000. Y el 1000 SP siguió acumulando éxitos. Con numerosos desarrollos y transformaciones el coche continuó compitiendo durante más de una década, satisfaciendo a muchos clientes, algunos de los cuales esperaban con gusto años para recibir los vehículos que habían encargado a Abarth.
Abarth 750 Record (1956)
Presentado en el Salón del Automóvil de Turín de 1956, el 750 Record destacó de inmediato por su característica carrocería realizada por Bertone y diseñada por Franco Scaglione. Su perfil se definió específicamente para maximizar la aerodinámica, con un cockpit cerrado que se prolongaba en su zona posterior con una gran aleta.
Su motor, en disposición trasera, procede del Fiat 600, con su cilindrada aumentada a 750 cm3 por Abarth. Mantiene las suspensiones de serie y algunos componentes mecánicos, mientras que la caja de cambios se modificó con sólo tres velocidades, con una última de desarrollo especialmente largo para satisfacer las necesidades de velocidad punta. A pesar de una potencia máxima de solo 47 CV, su pequeño tamaño y carrocería montada sobre un chasis de chapa de sección cuadrada, que pesaba menos de 390 kg, hacen posible que el 750 Record acelere hasta una velocidad máxima superior a 190 km/h. Gracias a este coche, en junio de 1956, Abarth estableció nada menos que seis nuevos récords de Clase H en el circuito de Monza: el de 24 horas, el de 5.000 km, el de 5.000 millas, el de 10.000 km, el de 48 horas y el de 72 horas, sin bajar la velocidad media en ningún momento de 140 km/h.
Alfa Romeo Alfetta (1974)
En 1967 Alfa Romeo inicia uno de los proyectos fundamentales para el futuro de la empresa. Fruto de las constantes mejoras e innovaciones, se orientó hacia el estudio del coche que se convertiría en el Alfetta (tipo “116”), encargado de elevar el nivel técnico de las berlinas deportivas de Alfa Romeo por encima de sus competidores. Este coche debía ser el principal exponente de la evolución técnica y de los éxitos conseguidos durante los veinte años anteriores, primero con el Giulietta y luego con el Giulia.
El Alfetta, presentado en mayo de 1972, tuvo éxito de inmediato. El piloto argentino Juan Manuel Fangio, Campeón del Mundo de F1 en 1951 con el “159”, informalmente conocido como “Alfetta”, participó en la presentación: esta circunstancia es un significativo ejemplo de cómo la historia y la tradición siempre han desempeñado un papel fundamental entre los valores corporativos de Alfa Romeo. La berlina Alfetta de 1972 recurrió a este nombre por la adopción de una solución técnica: la suspensión trasera de eje De Dion, uno de los principales componentes de la sofisticada mecánica de este coche, que también se encontraba en el monoplaza de 1951. Una vez más, la superioridad de la ingeniería de Alfa Romeo se reitera en las especificaciones técnicas del Alfetta; equipado con un motor de 1,8 litros que desarrollaba 122 CV a 5.500 rpm y alcanzaba una velocidad máxima de 180 km/h. El Alfetta de 1972 se produjo en la planta de Arese hasta 1984, con un total de 476.000 unidades fabricadas.
Alfa Romeo S.Z. (1989)
Con sólo unas 1.000 unidades fabricadas entre finales de 1989 y 1991, el Alfa Romeo S.Z. (Sprint Zagato) es un deportivo de pura raza con una línea única e inconfundible. Diseñado en el taller de Zagato, el Alfa Romeo S.Z. se ensamblaba prácticamente a mano en la fábrica del carrocero a las afueras de Milán. Montado sobre una plataforma de acero, con una carrocería fabricada en materiales compuestos, toma la base del chasis y especificaciones mecánicas del Alfa Romeo 75 de competición, con su motor V6 de 3 litros con 207 CV y una velocidad máxima de 245 km/h. El modelo expuesto es más que único. Fue uno de los primeros que se fabricaron, y es un vehículo “de fábrica”, procedente del circuito de Balocco, que se utilizó para la puesta a punto de diferentes soluciones. Un auténtico vehículo laboratorio que difiere tanto de los posteriores S.Z. que podría considerarse como un prototipo.
El taller Heritage Officine Classiche de Mirafiori ha desmontado por completo esta unidad y la ha sometido a una cuidadosa restauración; su carrocería se ha despintado y tratado; su interior se ha renovado con un enfoque conservador; el depósito de combustible se ha limpiado y revestido; el motor se ha revisado cuidadosamente, con la sustitución de aceites, filtros y bujías antes de su puesta a punto general; las llantas originales se han limpiado meticulosamente para respetar su originalidad y se han sustituido los cuatro neumáticos.
Lancia Aurelia B20 GT (1951)
Producido de 1951 a 1958, el inolvidable Lancia Aurelia B20 tuvo un inmediato éxito de ventas que también se reflejó en las carreras, tanto en Italia como internacionalmente. El Lancia Aurelia B20 se presentó en el Salón del Automóvil de Turín el 2 de abril de 1951 y supuso la introducción de un formato completamente nuevo, el Gran Turismo de 2+2 plazas (con las traseras de uso ocasional). Su extraordinario motor de 2 litros, el primer V6 de la historia del automóvil, creado por la brillante mente del diseñador Francesco De Virgilio, desarrollaba 75 CV a 4.500 rpm y permitía al coche alcanzar una velocidad máxima de 162 km/h. Estas prestaciones lo convirtieron en un gran éxito comercial, a pesar de su precio, de 2,6 millones de liras, una suma considerable en aquella época.
La carrera elegida para el debut de este nuevo coche fue la Mille Miglia de 1951, en la que Lancia inscribió cuatro B20 GT 2000 prácticamente de serie. El coche pilotado por Bracco/Maglioli terminó en un muy alentador segundo puesto en la general, tras el Ferrari 4500 de Villoresi. Este excelente rendimiento se vio refrendado por los buenos resultados de los otros tres coches, que consiguieron la quinta, séptima y decimoséptima posiciones. En junio de 1951 el B20 de Bracco se impuso en su categoría y terminó duodécimo en la general en las 24 horas de Le Mans. También en 1951 los B20 ganaron las “6 horas” de Pescara y la Coppa d'oro delle Dolomiti. Al año siguiente, el B20 de dos litros repitió éxito en la Mille Miglia, con un tercer puesto en la general y cuatro coches entre los diez primeros: una excelente publicidad, sobre todo teniendo en cuenta lo poco que se había gastado en la preparación de los coches. El Aurelia se ganó así la fama de coche eficiente y seguro que incluso de serie podía ser utilizado con éxito en competición.
Hoy en día el Lancia Aurelia B20 sigue siendo el Gran Turismo por excelencia que conserva su atractivo clásico y atemporal. El coche expuesto, una unidad de gran elegancia, en la que la carrocería de color negro se combina con un interior con tapicería Lancia de tela gris, es una de las 500 unidades del Aurelia de la primera serie producidas en 1951.
Lancia Delta HF Integrale (1994)
El coche expuesto nunca ha salido de la compañía y apenas tiene unas decenas de kilómetros en su marcador. Pertenece a la quinta y última serie del Delta HF Integrale (conocido como “Evo 2”). Se trata de la última evolución del Delta con tracción integral (un coche que entra en la leyenda de los rallies con sus seis victorias consecutivas en el Campeonato del Mundo entre 1987 y 1992), que cuenta con suspensiones y frenos reforzados y un motor de cuatro cilindros de dos litros con turbo que desarrolla 215 CV, lo que permite a este Delta alcanzar una velocidad máxima de 220 km/h. Junto a este glorioso deportivo, que encarna la elegancia atemporal de la marca, al igual que el Aurelia B20, se expusieron los parachoques y las láminas metálicas producidos especialmente para el Delta Integrale, fabricados por Heritage y Mopar y que están disponibles para su adquisición para los coleccionistas.