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Volkswagen ID. 4 GTX

Volkswagen ID. 4 GTX
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Versión más deportiva y potente del segundo modelo eléctrico de la marca

Por Mariano García Viana
martes 03 de enero de 2023, 22:50h

Con sus casi 300 CV y tracción integral el GTX, se sitúa dentro de la gama del ID.4 en la parte más alta.

Naturalmente, como perteneciente a la familia ID. 4, el GTX conserva una fisonomía similar a la de sus hermanos menores de gama, pero tanto en la parte estética, como luego veremos, como en la mecánica, existen diferencias que marcan la personalidad del modelo. De entrada, el GTX es un tracción total, ello es debido a que monta dos motores eléctricos, uno en el eje trasero transversalmente, el más potente, cuyo rendimiento se cifra en 204 CV y su par en 310 Nm y otro en el delantero, también transversalmente, y con una potencia de 109 CV y un par de 162 Nm. Con ambos se dispone de un rendimiento total de 299 CV y un par de nada menos que 460 Nm. Con esas cifras es fácil comprender que la marca lo compare con un auténtico GTi y seguro que en esa comparación nos vendrá a la cabeza rápidamente la famosa versión deportiva del ya legendario Golf, pero a pesar de esa elevada potencia, el GTX, no se puede decir que sea similar, éste es más voluminoso, más orientado al confort y aunque se muestra ágil y dinámico, no en el nivel del Golf. Es decir que cada uno tiene su personalidad y un público distinto como posible cliente.

En fin, volviendo a las características del GTX, digamos de entrada que nos ha parecido un coche suave y contundente a la hora de acelerar con decisión, es capaz de proporcionar su potencia máxima más de 30 segundos, con lo cual las arrancadas o los adelantamientos, pueden ser realmente fulgurantes, gracias a la intervención de los dos motores, mientras que, en una conducción más relajada, incluso con bastante decisión, es el motor trasero el que normalmente moverá el coche, pero en una cuestión de milisegundos el motor delantero se pondrá en marcha si así lo requieren las exigencias del conductor. Los motores entre sí no tienen ninguna interconexión física, sus funcionamientos o no están regidos por la electrónica.

Las prestaciones del ID.4 GTX son más que brillantes en lo que se refiere a la aceleración, gracias al gran par de que disponen los motores eléctricos en general y en este caso en particular. Así, si bien la velocidad máxima, esta limitada a 180 km/h, la aceleración de 0 a 60 km/h, es de 3,2 segundos, la de 0 a 100 km/h de 6,2 segundos y la recuperación desde a 80 a 120 km/h de 4 segundos. Realmente “emocionante”. La autonomía anunciada y homologada por el fabricante, es de poco menos que 500 kilómetros (480 km), pero en la práctica, con una conducción mixta autovía y algo de ciudad y a velocidades contenidas y alguna aceleración contundente, se quedaba en unos 360 kilómetros. La batería de iones de litio, situada en posición central, tiene una capacidad de 82 kWh y admite recargas con una potencia de 125/135 kW. En un cargador precisamente con esa potencia de 135 kW, de 0 al 80% se tarda unos 36 minutos, en otro, más habitual, de 11 kW es tiempo sería de 7 horas y media y lo más normal (En un uso cotidiano del coche), cargarlo en casa con un enchufe doméstico a 3,2 kW, partiendo de un 60% al 100%, que supone que aún se disponen de 285 km de autonomía, pasar a 355 km, se ha tardado unas 10 horas.

El conductor, mediante la selección del modo de conducción, puede configurar según sus preferencias el funcionamiento de los motores eléctricos, la suspensión y la dirección, en los perfiles Eco, Comfort, Sport, Individual y Traction. También cuenta con tres ajustes para el frenado regenerativo, uno desconectado, en el que el coche avanza por inercia sin que los motores opongan resistencia, dos activado y tres, automático. Estos últimos, mediante la información proporcionada por el navegador y el radar delantero, ajusta la deceleración en función del escenario, siendo siempre el motor trasero el encargado principal de transformar la energía cinética en eléctrica; el delantero también lo hace, pero de manera ocasional.

El ID. 4 GTX es el primer modelo eléctrico con tracción total de la marca en emplear la plataforma MEB. Su estructura de suspensión esta basada en un sistema McPherson delante y en paralelogramo deformables detrás, dotados ambos con sus correspondientes barras estabilizadoras. El resultado es un comportamiento muy sano, aunque se quiera “disfrutar” de la elevada potencia de la que se dispone por zonas de curvas entrelazada, en las cuales el GTX, muestra su poder de recuperación y su contención en inclinar la carrocería por muy bruscas que sean las maniobras. Su elevado peso, de más de dos toneladas (2.224 kg) y su envergadura, como ya hemos dicho, le impide ser eminentemente ágil, pero se defiende a pesar de ello con un elevado nivel de dinamismo. En carreteras despejadas y a velocidades elevadas, solo el ruido aerodinámico nos acompaña y su excelente asentamiento sobre la carretera, su rápida dirección y un buen equipo de frenos, a pesar de que atrás se cuenta “solo” con tambores, proporcionan un viaje de lo más agradable y reconfortante, tanto para el conductor como para los pasajeros.

Lógicamente el GTX carece de palanca de cambio de marchas, pero en un mando que es como si fuera un apéndice del sencillo cuadro de instrumentos, sobresale una “pastilla” oscilante, que según se gire inserta la marcha adelante (D), hacia abajo insertándose la marcha atrás (R) o si se deja en el centro (N) o punto muerto. Situada muy cerca de la mano se puede activar facilmente y además, si cuando vamos circulando en directa, oscilamos la palanca hacia delante, se activará la reducción regenerativa (B) y con una nueva oscilación se vuelve a insertar la directa o D. Si una vez parados apretamos el botón situado en el lateral de la pastilla oscilante, se activará la P de parking y el coche quedará clavado. Todo realmente muy sencillo y fácil de utilizar, sin apenas desviar la mano derecha del volante.

Con respecto al ID. 4 “normal”, el GTX presenta algunas diferencias, como son los llamativos tres leds que luce en los extremos del redondeado paragolpes delantero, todo pintado en el color de la carrocería, a excepción de la negra boca de entrada de aire situada en el punto más bajo del mencionado paragolpes. También la pintura de la carrocería aparece en la parte baja de las puertas que en el ID.4 son de plástico gris, el montante final, tras la tercera ventanilla ahora es negro y el paragolpes trasero tiene un diseño distinto, así como también varían las combinaciones de las inserciones en el color de la carrocería y el plástico oscuro de la zona de la matrícula. Por último, la pieza cromada decorativa, situada en la aleta delantera con la inscripción GTX se prolonga por la puerta delantera.

En general el interior del coche, es idéntico al ID. 4. Esta francamente logrado a pesar de su estilo minimalista, que hace que, al carecer de aditamentos superfluos, mandos a la vista y las propias líneas rectilíneas de salpicadero y guarnecidos, influyen en que sea muy luminoso, pues para más inri se cuenta con techo panorámico y una buena superficie acristalada, en la que solo “desentona”, por decir algo, la luneta más bien estrecha y sobre todo muy protegida por el alerón superior y sus prolongaciones laterales. Varias inserciones con las siglas GTX, en el respaldo de los asientos por ejemplo, identifican al modelo. La instrumentación se ve en una pantalla de 5,3 pulgadas que se mueve solidaria con la dirección. Aunque no ofrece muchas posibilidades de configuración, la información que facilita es siempre clara y precisa, estando dividida en tres zonas, una para reproducir los datos del navegador, otra para la velocidad y otra para el programador de velocidad. La información se complementa con la que ofrece el head-up display que se refleja en el parabrisas.

La pantalla multifunción es más generosa, pues tiene 12 pulgadas, ofreciendo una información correcta y compatible con Android Auto y Apple CarPlay. En la propia pantalla se activan bastantes funciones que de otro modo serían manejables desde teclas o interruptores, siempre más cómodos y fáciles de accionar. Debajo de ella se sitúan cinco pulsadores, prácticamente los únicos, para conectar o desconectar algunas funciones y más abajo y en la parte horizontal, libre de palanca de cambios y otros “estorbos”, huecos, portabotes, bandeja para carga inalámbrica del móvil, reposabrazos….. Es de destacar en sentido que pudiéramos llamar negativo, el que si bien los cuatro elevalunas se pueden manejar desde la puerta del conductor, solo existen dos teclas, con lo que para activar los traseros hay que reconvertirlos pulsando otra tecla adicional y viceversa, desde luego, mucho más útiles los cuatro pulsadores habituales. Como elemento original, destaquemos que en la parte baja del parabrisas hay una línea luminosa, que puede pasar desapercibida, llamada ID. Light, que cambia de color, las zonas que se iluminan y la frecuencia con que lo hacen, para, además de servir como decoración, proporcionar al conductor información para indicar direcciones de navegación, señalar el estado de la carga de la batería o advertir ante situaciones de peligro de colisión con el coche precedente. Por todo el habitáculo encontramos huecos para dejar cosas, por cierto, todos ellos muy bien dispuestos y útiles.

Los asientos delanteros resultan realmente cómodos, aunque la sujeción del cuerpo en zonas viradas no sea su fuerte. El del conductor tiene accionamiento eléctrico y desde él se domina perfectamente todo lo que ocurre alrededor. En la zona trasera reside uno de los puntos fuertes del diseño, el espacio disponible para las piernas de los ocupantes de este asiento posterior, es realmente grande y aprovechable, más propio de modelos con unas mayores dimensiones exteriores. La anchura disponible no es tan brillante, aunque tres ocupantes podrían viajar con suficiente comodidad, pues además el piso es completamente liso y el techo no agobia para nada. El maletero es generoso, con una capacidad de 543 litros, que se pueden ampliar hasta los 1.575 litros, al abatir el asiento trasero. El suelo del maletero se puede configurar en dos alturas y además contiene un hueco para dejar los cables de carga.

El ID.4 GTX está muy bien equipado y cuenta con asistentes a la conducción que le dotan de nivel 2 de conducción autónoma. Para evitar que el conductor suelte el volante y deje el manejo a los asistentes, este tiene la superficie capacitiva, es decir que basta con tocarlo para que detecte las manos. Otros asistentes por ejemplo son, el programador de velocidad activo, el asistente de mantenimiento de carril con aviso de abandono involuntario y detección de obstáculos con frenada de emergencia, incluyendo una función de frenada en mitad de una curva o un giro, por ejemplo, al torcer en una esquina y encontrarse repentinamente con un peatón, y otra que ayuda a esquivar obstáculos imprevistos. Como es lógico también cuenta con los sistemas y elementos habituales en los automóviles de hoy en día, aviso de vehículos en el ángulo muerto, asistente de tráfico cruzado en la parte de atrás en las maniobras de aparcamiento, que si es necesario frena el coche, asistente de arranque en cuesta, cámaras de visión trasera y periférica, etc.

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