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Hyundai i20 N

Hyundai i20 N
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El más pequeño de la gama deportiva N de la marca, hace honor a la letra que lo identifica

Por Mariano García Viana
jueves 09 de febrero de 2023, 23:26h
Con unos antecedentes envidiables en el Campeonato del Mundo de Rallyes, el i20 N en su versión de calle, con 204 CV, hace las delicias de los aficionados a la conducción más dinámica.

Basado en el i20 “normal”, el modelo más pequeño de la gama de la marca coreana e inspirado en la eficaz versión de rallyes, el i20 N presenta una serie de novedades estéticas y sobre todo mecánicas, que le convierten como el alter ego del utilitario que recorre nuestras calles. Como los otros tres modelos de Hyundai de la “clase” N, el i30 5 puertas, i30 Fastback y Kona, adopta de entrada un color azul cielo completamente personal y único, que identifica sin lugar a dudas a todos ellos.

Además de ese color identificativo, el i20 N luce una parrilla completamente negra que ocupa todo el frontal que le deja el capó que desciende sobre ella, para facilitar la aerodinámica, y en la que luce la N precursora de lo que encierra tras ella. Una línea roja recorre la parte inferior de ambos paragolpes y puertas, también son rojas las pinzas de los potentes frenos. A los lados de la mencionada parrilla, en los extremos del frontal, se abren dos negras entradas de aire para refrigerar los frenos, que incluyen los faros antiniebla direccionales. Hablando de faros digamos que los principales, por supuesto con tecnología full led, se prolongan por el lateral de la carrocería de tal forma que los puntos de luz tienen que estar en posición escalonada. La firma de la luz de día es una angulosa L invertida.

En la visión lateral se aprecia claramente la fuerte inclinación del parabrisas, las formas rectilíneas que recorren la carrocería sobre las manillas de las puertas y que unen ambas aletas, otras en la parte baja de las puertas y desde el guardabarros trasero hasta el inicio de los pilotos posteriores. Entres esas mencionadas líneas, las grandes llantas de 18”, por cierto con un diseño original y rabiosamente deportivo, así como el que sea de color negro desde la cintura del coche hacia arriba, es decir, techo y montantes, más la también mencionada líneas rojas, hacen que el coche parezca más grande que la versión “normal”, a parte del espíritu dinámico y deportivo que transmite. Para rematar este juvenil aspecto, un alerón también de color negro, corona la luneta trasera, que tiene un generoso tamaño y monta también su correspondiente visera que se prolonga por los laterales. Como no podía ser de otra manera, los grupos ópticos, son angulosos, con la firma lumínica en forma de Z alargada en su parte inferior y están unidos por una línea roja iluminada. El elaborado difusor de aire, dividido en dos partes por el triangular piloto antiniebla, contiene en una de ellas la generosa salida del escape en forma de óvalo. A todos estos detalles descritos y a alguno que se nos pase por alto, hay que añadir que el N es 10 mm. más bajo, con respecto al suelo, que el modelo utilitario, con lo que se consigue un aspecto muy compacto y indudablemente deportivo como así es su comportamiento en todos los sentidos.

Pero antes de entrar en este último aspecto, veamos como es el interior de este pequeño “bólido”. Nada más abrir la puerta el aspecto deportivo exterior se traslada al habitáculo, sin que ello signifique renunciar a la también perceptible comodidad y excelente terminación. El color negro domina por doquier, solo “alterado” por discretos detalles en el azul de la carrocería, que por cierto, la marca lo denomina Performance Blue, como son las costuras de volante y asientos, partes de los reposabrazos de puertas o las exclusivas teclas N, situadas en el volante. En el salpicadero destacan, el cuadro de mandos digital en pantalla TFT y la gran pantalla multifunción de 10,25” que sobresale en el centro del mismo. La instrumentación, configurable en función del modo de conducción elegido, siempre esta basada en los dos indicadores circulares de velocidad y cuentarrevoluciones y puede estar complementado por otros más pequeños propios de motores de altas prestaciones, como son el de temperatura del aceite, presión del turbo o cronómetro. La pantalla táctil LCD, además de navegador, dispone de Apple CarPlay y Android Auto y también de la última versión de Bluelink, los servicios de coche conectado de última generación de Hyundai, que ofrece una amplia gama de servicios de coche conectado, como Hyundai LIVE Services, navegación conectada y navegación de último tramo, así como funciones remotas a través de la aplicación para teléfonos móviles Bluelink.

Bajo la pantalla disponemos de una serie de pulsadores táctiles, para según lo queramos ver en ella, emisoras, mapa, navegador, ajustes, etc. y más debajo de las salidas de aire centrales, otra pantallita para el manejo y ajustes del climatizador y pulsadores auxiliare relacionados con él. En la consola horizontal y tras un hueco para la carga inalámbrica del móvil, aparecen otras teclas para la calefacción de los asientos delanteros (El volante también está calefactado), anulación ayuda al aparcamiento, etc. Y ya la palanca del cambio de 6 velocidades, precede al freno de mano mecánico, portabebidas y apoyabrazos central. Los asientos delanteros son de aspecto deportivo, con el reposacabezas integrado en el respaldo que, como no, luce también detalles en Performance Blue. Sujetan muy bien el cuerpo y además resultan cómodos, recogiendo perfectamente los muslos. A pesar de que el coche mide poco más de cuatro metros, la habitabilidad para los pasajeros traseros, dos mejor que tres, esta muy lograda, pues disponen de un espacio para las piernas más que suficiente y sin agobios. El maletero con 352 litros de capacidad, también sorprende para las dimensiones exteriores del coche, aunque si no se considera suficiente, siempre se puede abatir el asiento y obtener 1.165 litros.

El corazón de este pequeño deportivo, con traje de utilitario, es un moderno motor de gasolina 1,6 T-GDi, de la serie Gamma II de la marca, con cuatro cilindros, todo de aluminio, que proporciona una potencia de 204 CV entre 5.500 y 6.000 revoluciones y un par de 275 Nm entre 1.750 y 4.500 vueltas, lo que da idea del rango tan amplio y aprovechable de su máxima potencia y su capacidad de respuesta y aceleración. Este dinámico motor cuenta con un exclusivo sistema turbo que se refrigera mediante un intercooler y la circulación de agua del propio motor. Un raíl de inyección de alta presión de 350 bares permite la atomización del combustible, una respuesta más rápida del motor y una preparación de la mezcla más eficiente. Además, utiliza la nueva tecnología de apertura de válvulas de duración continuamente variable (CVVD) de Hyundai para optimizar aún más la eficiencia de combustible.

El conductor del i20 N dispone de una serie de funciones específicas para aumentar su experiencia de conducción deportiva y divertida. Una de ellas es el sistema de control N Grin, con cinco modos de conducción: Normal, Eco, Sport, N y N Custom. A través de estos modos de conducción se ajustan los parámetros del motor, el control electrónico de estabilidad (ESC), el sonido del escape (Que puede ser realmente electrizante) y la dirección. En el modo N Custom, el conductor puede además seleccionar entre los ajustes Normal, Eco, Sport y Sport+ para que cada uno de los componentes mencionados anteriormente se ajusten a las condiciones de la carretera. Los botones específicos N ubicados en el volante permiten asignar de manera flexible cualquier tipo de preajuste según las necesidades o gustos de cada conductor.

Para un placer de conducción aún más deportivo, el control electrónico de estabilidad (ESC) puede operar en tres etapas: encendido, deportivo y completamente desactivado. Para seguir con el talante superdeportivo del i20 N, señalemos que también se dispone de otro sistema, denominado RevMatching, que al reducir da un golpe de gas para suavizar la maniobra, como si fuera un punta-tacón, que hace volver la cabeza a los peatones por su sonido deportivo. Otro más de los sistemas es el Launch Control, con el que se sale desde parado con la máxima aceleración posible y sin que las ruedas delanteras patinen demasiado. Por su parte, el cambio manual de seis velocidades, es suave de manejo y muy preciso, lo que permite utilizar la palanca con suma rapidez. Para proporciona una tracción óptima y mejora el agarre en cada curva para una conducción más deportiva y ágil, también se dispone de un diferencial mecánico de deslizamiento limitado.

Con todo este equipamiento (Y más), que mejora la respuesta a una conducción deportiva, es fácil imaginar cómo es el comportamiento del i20 N. El coche desde luego va sobre raíles, ya sea en rectas a altas velocidades, como en zonas de curvas sucesivas, donde se desenvuelve como pez en el agua. Las suspensiones también son “culpables” de este excelente comportamiento, pues en el tren delantero, si bien monta un esquema tipo McPherson, se complementa con un eje N Power Sense, que lo hace todavía más eficaz, mientras que en el trasero, con sistema de rueda tirada con un elemento de torsión de doble acoplamiento, que proporciona una mayor rigidez, sin que ello signifique “sacrificar” la confortabilidad de los ocupantes, sin bien es cierto que los baches pronunciados o resaltes horizontales se notan bastante en el interior, pero nunca de forma incómoda y excesiva. Los frenos están a la altura de las altas prestaciones que se pueden conseguir y no muestra síntomas de fatiga por un uso intensivo.

En definitiva, una “joyita”, siempre dispuesta a ofrecer lo mejor de sí para satisfacer a los conductores más “cafeteros”.

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