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Jeep Wrangler 4xe PHEV 4WD

Jeep Wrangler 4xe PHEV 4WD
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Versión híbrida enchufable del modelo más emblemático de la marca

Por Mariano García Viana
jueves 16 de febrero de 2023, 23:32h
Potente, imparable fuera de la carretera y ahora más confortable y fácil de conducir que nunca, el Wrangler 4xe no pierde ninguna de sus cualidades que a lo largo de décadas le ha hecho famoso.

Quién le iba a decir a John North Willys cuando presentó al ejército norteamericano su vehículo General Purpose, GP, que por la fonética inglesa derivó en Jeep y a partir de ahí, se convirtió en la marca más famosa de los vehículos todo terreno, que 80 años después, tendría bajo su marca, un vehículo igualmente de eficaz fuera de la carretera, pero con lo último en tecnología electrónica y equipamiento y además con un motor “ayudado” por otros eléctricos y que su consumo apenas superaría en condiciones normales de circulación los 3,5 litros a los 100 km.

Pues bien, si levantara la cabeza Willys y observara el Wrangler 4ex, vería que se conservan las típicas siete ranuras verticales que conforman el frontal desde su nacimiento, incluso que los faros siguen siendo redondos, que las aletas delanteras continúan sobresaliendo del morro de forma que las hacen independientes de éste. Pero también se admiraría por esa sensación de poderío y fuerza que transmite nada más verle, por esa amplitud de habitáculo al que se accede por cuatro puertas y un portón para el espacioso maletero, incluso se extrañaría de que ahora podría pasar por su lado dejando oir solo un curioso zumbido y al observarle más vería en la parte derecha del arranque del parabrisas, una pequeña portezuela que daría acceso a un todavía más extraño enchufe con varios orificios. Seguro que se preguntaría ¿Y este es mi Willys que se enchufa como una lavadora?

Veamos ahora como es esa motorización que supuestamente tanto hubiera llamado la atención al creador del Jeep. El motor de combustión empleado es un gasolina de dos litros de cilindrada, todo de aluminio, cuyo rendimiento es de 272 CV a 5.250 r.p.m. y su par de 400 Nm entre 3.000 y 4.500 revoluciones. Una potencia más que suficiente para mover con soltura las más de 2 toneladas (2.276 kg) que pesa el vehículo, pero que en esta ocasión al ser la versión híbrido enchufable (4xe), se ve complementada por dos motores eléctricos, situados como el de combustión de manera longitudinal en la parte delantera. Uno de esos dos motores, cuyo cometido es mover el coche y generar corriente eléctrica, esta integrado en la caja de cambios y dispone de una potencia de 145 CV y un par de 245 Nm y como decimos es capaz de mover el coche por si solo hasta los 130 km/h, además de poder circular fuera de la carretera en modo “campero” mientras haya batería suficiente. El otro motor, que solo es un generador de corriente eléctrica para recargar la batería y suministrar corriente directamente cuando se necesita, reemplaza al alternador y al motor de arranque, disponiendo de una potencia de 63 CV y un par de 53 Nm., estando unido al cigüeñal mediante una correa. La potencia total de que se dispone es de 381 CV y un par de nada menos que 637 Nm, ideal para el funcionamiento motriz en aquellas zonas más difíciles fuera de la carretera cuando se circula muy despacio para superar obstáculos. La batería, situada bajo el asiento trasero, tiene es de iones de litio y tiene una capacidad de 17,3 kWh. Para realizar una carga completa en un poste de 7,4 kW, que es el más habitual si es que se encuentra, se tardan unas dos hora y media y en un enchufe doméstico de 3,2 kW poco más de seis horas, tiempo suficiente para dejarle cargando toda la noche.

Las prestaciones que pueden calificar de correctas para la potencia disponible y el peso y la envergadura del coche. Una velocidad máxima de 180 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h, de solo 6,4 segundos, garantizan unas reacciones rápidas y contundentes. Circulando en modo eléctrico se han homologado 44 km de autonomía y la verdad es que, si el manejo no es muy exigente, sin aceleraciones bruscas y utilizando recorridos mixtos carretera y sobre todo ciudad, la autonomía real se ha acercado mucho a la cifra anunciada por el fabricante, 39 km. Acompañando al conjunto motriz, Jeep ha instalado una caja de cambios de 8 velocidades, denominada TorqueFlite, muy bien “ajustada” a esas características mecánicas, pues su funcionamiento es suave en la inserción de velocidades según se vaya tomando velocidad y en el caso contrario se insertan rápidamente las relaciones inferiores al reducirla. Como no hay levas en el volante, si que quiere utilizar manualmente hay que hacerlo directamente en la palanca selectora.

El conductor dispone de tres modos (“Selec”) de conducción, cada uno con su tecla correspondiente, situados a la izquierda del salpicadero, bajo la rueda de selección del alumbrado, para nuestro gusto, un tanto incómodos de accionar y pues requiere “buscarlos”, ya que incluso están semiocultos por el volante. Estos modos son Hybrid, Electric y eSave. Lo más normal es que llevemos activado el modo Hybrid, en el que por defecto, al arrancar el coche lo haga en modo eléctrico y sigue así hasta que aceleremos con contundencia o sea escasa la carga de la batería. Según la forma de conducir se activará un motor u otro, combustión o eléctrico, o en caso de que se requiera un cierto dinamismo y aceleraciones rápidas se activaran ambos motores. El conductor apenas notará en que motorización se circule. En la posición Electric, lógicamente se circulará solamente con el motor eléctrico y el silencio que proporciona el circular así, lo hace ideal para callejear con tranquilidad en las zonas urbanas de bajas emisiones. Por último, en la posición eSave, se guarda una reserva de energía en la batería para una posterior utilización, por ejemplo en las citadas zonas de bajas emisiones. En esta posición el conductor, a través del menú de la pantalla multifunción, puede elegir, BatterySave (para mantener el nivel de la batería) o BatteryCharge (para cargarla utilizando el motor de combustión).

El Wrangler 4xe, también dispone del sistema de frenada regenerativa que, en condiciones normales se activa cuando el conductor presiona el pedal del freno, para así ayudar a éste, pero también se puede aumentar este tipo de frenada y además recargar algo la batería, si activamos el modo Max Regen, mediante el botón situado bajo el climatizador, en cuyo caso se produce la retención nada más levantar el pie del acelerador. Ya que hablamos de frenada, digamos de paso que se cuenta con cuatro frenos de disco ventilados, que detiene el coche sin problemas y esfuerzo por muy deprisa que se circule o su uso sea intensivo.

Como es lógico en un modelo de la marca y más si se trata de un Wrangler, el heredero de sus duros y eficaces ancestros, éste se mueve como pez en el agua fuera de la carretera y cuantas más dificultades aparezcan en la ruta elegida, más se crece. Para ello cuenta con el Wrangler Trail Rated, que ofrece dos avanzados sistemas de tracción a las cuatro ruedas de tipo mecánico, es decir con conexión física entre los dos ejes, siendo el denominado Command Trac el elegido para esta versión 4xe. Este sistema de tracción tiene una novedad importante, que existe un diferencial central, gracias al cual se puede circular con tracción a las cuatro ruedas sobre asfalto, algo que no era posible en versiones anteriores. Ahora, desde la palanca de la caja de transferencias, por cierto, bastante dura de manejar, situada junto a la selectora del cambio automático se puede elegir circular en tracción trasera, en tracción total permanente y en tracción total con el diferencial bloqueado, con y sin reductora.

Gracias a esa eficacia para superar los obstáculos y a unas cotas del ángulo de ataque, de salida y ventral, además de la altura con respecto al suelo de 242 mm., el Wrangler permite aventurarse por terrenos pantanosos, con nieve, arena, barro, rocas etc., pues además si accionamos el control de descenso y llevamos la reductora engranada, podemos bajar pendientes que de entrada nos pondrían los pelos de punta. Desde luego pocos todoterreno, cada vez hay menos pues la mayoría derivan en SUV, pueden superar al Wrangler y con esta versión híbrida, acompañados solo por el sonido de las ruedas sobre el terreno y los de la propia naturaleza.

Como ya hemos mencionado, exteriormente el Wrangler 4xe, conserva sus típicas características físicas que le han hecho famoso, a excepción de la pequeña portezuela sobre la aleta izquierda para enchufarle. Parrilla de siete huecos y seis barras verticales, faros redondos, aunque ahora son full led, aletas delanteras tan prominentes que estrechan el capó motor y que incorporan la luz de día en los intermitentes y fuerte paragolpes que incluyen los antiniebla. Alto, respetable y sumamente personal e identificativo frontal. Lateralmente se aprecia lo cuadrada que es la carrocería para aprovechar al máximo su espacio interior y conseguir unos voladizos muy cortos. Las tres ventanillas, igualmente cuadradas, son prácticamente iguales, mientras que la aleta trasera también sobresale de la línea vertical. En la trasera, con la misma verticalidad, se exhibe una luneta, abrible, de generosas dimensiones y un medio portón, de apertura de compás de izquierda a derecha, que incorpora la rueda de repuesto sobre la que se sitúa la tercera luz del freno. Por doquier encontramos detalles que hacen más todoterreno y funcional al vehículo, como son las visibles bisagras de puertas, luneta y parabrisas, estribo, pernos de sujeción del capó o salidas de aire sobre el mismo. Las llantas de 18 pulgadas y gruesos y altos neumáticos apropiados para un uso mixto, dan, por su propio diseño un cierto aire deportivo al robusto conjunto.

El habitáculo es amplio y en contra de lo que puede parecer por el aspecto funcional exterior, resulta cómodo y transmite una buena terminación y un amplio equipamiento como así es. El salpicadero, muy rectilíneo, esta recorrido en su parte superior por una ligera visera, bajo la cual se “protegen” todos los elementos que lo configuran. El cuadro esta dominado por los grandes indicadores circulares, de cuentavueltas y velocímetro, bastante separados entre sí para permitir que entre ellos hay una pantalla que entre otras configuraciones reproduce la velocidad a la que se circula, siempre útil de un solo vistazo y otros muchos datos que resultan de utilidad para el conductor.

La pantalla multifunción de 8,4”, situada en el centro del salpicadero, tiene un manejo fácil y además de las funciones habituales, navegador, sistemas de infoentretenmiento, etc., ofrece otras específicas de un todoterreno auténtico, como son los grados de inclinación del coche, tanto lateral como longitudinal, brújula, tracción seleccionada, etc. Destacan sobremanera en todo ese frontal del salpicadero las cuatro grandes salidas de aire, dos laterales y dos centrales. Debajo de la citada pantalla, se despliegan todos los mandos del climatizador, mucho mejor que andar buscándolos en la pantalla como en otros modelos. Más abajo aún se concentran los cuatro mandos de los elevalunas, posición un tanto incómoda e inhabitual, pero hay que tener en cuenta que las puertas se pueden desmontar como otras partes de la carrocería que luego comentamos. Delante de las dos palancas selectoras de la transmisión, la del cambio y la de las reductoras, se muestra una pequeña bandeja y dos enchufes auxiliares. Encima del salpicadero, en su centro, en un pequeño abultamiento, mediante una sucesión de puntos luminosos, se indica, cuanto se esta cargando la batería, la cantidad que queda para la carga total.

Los asientos de piel son cómodos y tienen una buena sujeción en lo que a los delanteros se refiere y acoge perfectamente por espacio a tres personas en lo referente al trasero, que se puede plegar para ampliar un maletero que ya de por si es bastante grande, con 533 litros de capacidad y que puede llegar a los 1.910 litros. Como particularidades del Wrangler, digamos que dispone de un parabrisas nuevo con tratamiento Gorilla Glass, que aumenta por tres la resistencia a chinazos o fisuras. También y como hemos insinuado se pueden desmontar, aunque de forma un tanto laboriosa, partes del techo, las puertas y abatir el parabrisas sobre el capó motor.

Entre el contenido tecnológico con el que esta equipado el Wrangler 4xe cabe destacar el sistema Uconnec NAV, conectividad integral con Apple CarPlay y Android Auto, y Uconnect Services (para controlar los parámetros del vehículo a través de la aplicación My Uconnect), información sobre los niveles de carga de la batería y la autonomía (en los modos eléctrico e híbrido), sistema de sonido Alpine de 9 altavoces con subwoofer de 552 W, detector de ángulo muerto y Control de cruce en la parte trasera, cámara de visión trasera, Control electrónico de estabilidad (ESC) con Mitigación electrónica del balanceo (ERM), sensores de aparcamiento delantero y trasero, Control de crucero adaptativo, el Aviso de colisión frontal plus y un largo etcétera de sistemas de ayuda a la conducción y seguridad.

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