Aunque de momento el Austral sólo se ofrece en versiones, de hibridación ligera e híbrido autorrecargable que es precisamente la que os ocupa en esta ocasión, en el futuro se lanzaran otras variantes electrificadas que completaran la gama. La denominada tecnología E-TECH full hybrid patentada por Renault, consiste en la conexión de un motor térmico, con un motor eléctrico para la tracción con esa energía y otro igualmente eléctrico que actúa como generador de alta tensión, para así garantizar el arranque del motor de combustión, la actuación de la caja de cambios inteligente multimodo con crabots, así como recargar la batería.
La descripción de los motores se podía resumir en uno de gasolina de 1.199 c.c., 3 cilindros, todo de aluminio, con inyección directa, turbo e intercooler, que desarrolla una potencia de 131 CV a 4.500 revoluciones y un par de 205 Nm a 1.750 vueltas. En la parte eléctrica el Austral cuenta con dos motores, uno delantero transversal, como el de combustión, de 34 CV y 50 Nm de par, cuya misión es generar corriente eléctrica y otro, igualmente transversal en la parte delantera, con una potencia de 68 CV y un par de 205 Nm y que tiene como cometido, además de generar corriente, mover el coche en determinadas circunstancias y ayudar al de gasolina cuando el conductor requiere una respuesta rápida y por lo tanto con una elevado nivel de potencia. Ésta en todo el conjunto, dispone de 200 CV, que no están nada mal para mover con más que soltura este moderno y atractivo SUV.
La batería de iones de litio, ubicada bajo en la parte trasera, tiene una capacidad de 2 kWh y tiene dos opciones para recuperar carga, una gracias al motor eléctrico que genera corriente, al de combustión que a su vez le suministra corriente a este citado motor y a través de las retenciones de recuperación de energía y de los frenos, que permiten cambiar la energía calórica por corriente eléctrica. La citada caja de cambios, sin embrague y de múltiples velocidades, pero que gracias al sistema multimodo con pares de engranajes, es como si tuviera 2 velocidades para el motor eléctrico y 5 relaciones para el de combustión. Con este sistema es muy agradable conducir el Austral, pues se evitan las elevadas revoluciones en aceleraciones decididas, hasta que el motor alcance las vueltas del cigüeñal, típico de los motores de ciclo Ackinson, con el consiguiente elevado nivel sonoro, consiguiendo en este caso, por el contrario, una suavidad de marcha realmente reconfortante. Solamente se deja sentir el motor de gasolina, cuando esta funcionando como generador de energía, pues transmite cierta vibración y ronroneo al habitáculo. En su desarrollo habitual de mover el coche, apenas se deja sentir. Las prestaciones, sobre todo en aceleración y recuperación son realmente rápidas, consiguiendo pasar desde parado y hasta los 100 km/h en tan sólo 8,4 segundos y recuperarse desde 80 km/h, hasta los 120 en 5,6 segundos. La velocidad máxima se cifra en 175 km/h.
Realmente el cambio inteligente selecciona por sí mismo el modo de funcionamiento de sistema E-Tech full hybrid. Es decir puede optar por el modo 100% eléctrico, en el que lógicamente sólo impulsa las ruedas el motor eléctrico, puede elegir el modo híbrido, en el que ambos motores, combustión y eléctrico mueven las ruedas, también puede optar por la opción e-drive, en la que el motor eléctrico impulsa las ruedas, mientras que el de gasolina funciona para recargar la batería, otra opción es la térmica en la que exclusivamente el motor de combustión funciona, bien para mover el coche o bien para recargar batería y por último se puede conectar el sistema de recuperación de energía a través de las ruedas que accionan el motor eléctrico.
Ya que hablamos de recuperación de energía, mencionemos que el frenado regenerativo dispone de cuatro niveles que se activan desde las levas situadas tras el volante, izquierda para ir aumentado el nivel de retención y derecha para ir liberándole. Así, la energía cinética de la desaceleración o del frenado se transforma en energía eléctrica y se puede almacenar en la batería. De este modo, aumenta la eficiencia y la autonomía eléctrica del vehículo preservando los frenos y pudiendo por tanto circular en eléctrico hasta un 80% del recorrido en ciudad en modo eléctrico, ahorrando un 40% del combustible que consumiría un motor térmico.
El Austral E-Tech se pone en marcha con el motor eléctrico y seguirá con este sistema si la carga de la batería es suficiente o no aceleramos con intensidad. El conductor puede elegir, a través de un botón situado en la parte baja derecha del volante y del sistema Multi-Sense, entre cuatro modos de conducción, Eco, Comfort, Sport y Perso. La utilización de cada uno de ellos afecta a la dureza de la dirección, el funcionamiento de la motorización y la respuesta de éste, así como a la iluminación del habitáculo, el color del cuadro de instrumentos e incluso el confort térmico. Con el sistema Extended Grip, se cuenta también con dos otros modos adicionales, el Snow (nieve) y el all terrain (Todo terreno), dos modos a nuestro modo de ver con una denominación un tanto optimistas, pues no olvidemos que el Austral es un tracción delantera y su altura con respecto al suelo de 180 mm., le permiten circular sin problemas por pistas forestales de tierra, pero de ahí a todo terreno a una diferencia bastante grande.
En cualquier modo, el Austral es un coche muy fácil de conducir, se deja llevar con una suavidad encomiable y no muestra nunca reacciones imprevistas. Si ya de por sí es un coche manejable en las maniobras en ciudad e incluso en la alta velocidad en curvas, esta versión probada contaba además con el sistema 4Control Advanced de ruedas traseras directrices. Este sistema comercializado por Renault desde 2007, permite combinar la dirección de las ruedas delanteras con las traseras, según la velocidad a la que se circule. Así, por debajo de los 50 km/h, las ruedas traseras se mueven hasta 5 grados en sentido contrario a las delanteras, mientras que, por encima de esa velocidad, las ruedas traseras se mueven hasta 1 grado en el mismo sentido que las anteriores. Con este sistema el conductor tiene que mover menos el volante para hacer las maniobras de aparcamiento, cambios de dirección o al desenvolverse por calles en ángulo recto, pero eso sí, hay que adaptarse un poco para no “girar demasiado”. Todo el conjunto de la dirección, tanto delantera como trasera, están controlados por una centralita electrónica que, en función de los parámetros de giro de las ruedas anteriores, velocidad de circulación o modo de conducción elegido, envía una señal a la dirección posterior.
El Austral emplea una nueva plataforma CMF-CD, que será también implementada en futuros modelos, como el recién presentado Espace. Ésta es más rígida e incorpora un sistema antibalanceo reforzado que mejora el comportamiento de ambos trenes de rodaje. Así, en el delantero se monta un McPherson con su barra estabilizadora, mientras que, en el trasero, en esta versión de cuatro ruedas directrices, se utiliza un sistema multibrazo 4 links, también con su correspondiente barra estabilizadora. El resultado es el de un coche muy seguro y, como ya hemos dicho, muy agradable de conducir, pues además la amortiguación absorbe perfectamente las irregularidades del firme y la buena insonorización de la rodadura y el silencio de marcha de la planta motriz, salvo cuando el motor de combustión esta cargando batería como ya hemos comentado, hace que escuchar la música o mantener conversaciones sin levantar la voz, sea realmente fácil.
Desde luego el diseño del Austral es de lo más acertado y casi se puede decir que es el más logrado realizado por Renault en los últimos años. Un morro redondeado y dominado por una gran parrilla con un tramado de pequeños rectángulos verticales “diamantinos”, sobre fondo negro presididos por un generoso logo de la marca, se combina perfectamente con unos faros estrechos con tecnología Matrix led, pero que se prolongan en forma de C con la luz de día, invadiendo incluso la zona de la parrilla. Como ya vimos en el Megane eléctrico, unas formas que recuerdan la parte de las plumas de una flecha, separan parte del paragolpes de la entrada inferior de aire. El capó esta recorrido por diversas formas que hacen más dinámico esta parte delantera del vehículo, mientras que lateralmente, se aprecia claramente la cintura ascendente hacia atrás desde la puerta trasera, lo que hace reducir de tamaño la tercera ventanilla, pero no exageradamente, hasta casi desaparecer, como en otros modelos, mientras que el techo decae sobre la visera de la luneta.
Toda la parte superior desde dicha cintura, esta pintada en negro, así como los pasos de rueda protegidos por una zona brillante en ese color. Diversas formas más o menos sinuosas, recorren la carrocería, haciéndola, al igual que el capó, más dinámica a la vista. Llaman la atención las grandes ruedas de 20 pulgadas de un logrado y moderno diseño, mientras que, al contrario, pasan desapercibidas las barras del techo que apenas sobresalen de él. La trasera, igualmente acertada como el resto del diseño del coche, debido a la bajada del techo reduce su altura y hace más deportiva esta zona que queizás se asemeje a un coupé, mostrando una luneta no muy grande protegida por una generosa visera que aún así, no perjudica la visión hacia atrás. Dominan todo el panel posterior, los grupos ópticos de led también con forma de C, pero en este caso “aplastada”, prolongándose en su parte superior hasta casi el centro del protón, donde se sitúa el logo de Renault, mientras que la parte inferior de esa C, se queda a mitad del camino. Un negro difusor de aire destaca en toda la oscura zona inferior del paragolpes.
Si el exterior esta muy conseguido, el habitáculo no lo es menos y muestra en muchos detalles la idea de innovación y tecnología que los diseñadores han querido plasmar en él. Solo el salpicadero muestra claramente esa idea, pues desde la salida de aire lateral izquierda, el cuadro de instrumentos, la pantalla multifunción en formato vertical y parte de la consola, forma un sólo conjunto plano sin viseras adicionales y separado ligeramente del propio salpicadero que hace de soporte, mientras que en la zona inferior de la consola también se separa de la parte horizontal de la misma. La idea que transmite es desde luego moderna y nada vista en otros modelos. La pantalla de la instrumentación es de 12,3 pulgadas y se puede configurar en cuatro visualizaciones distintas, “clásica”, con los dos relojes para cuentavueltas y velocímetro, separados por una zona para información adicional, “Navegación”, en la que se despliega el mapa del GPS y se reducen los tamaños de los demás indicadores e información, “Zen”, en la que solo se reproducen las informaciones más o menos necesarias y “Realista”, en la que esquemáticamente se reproduce la carretera y el tráfico que nos rodea. Para completar, cualquiera de las opciónes elegida, se dispone también del sistema de proyección de información en color en el parabrisas, en una superficie de 9,3 pulgadas y presidida por la velocidad a la que se circula.
La pantalla de infoetretenimiento es de 12 pulgadas en formato vertical y utiliza un sofrware OpenR Link, desarrollado por Android Automotive OS, que es de lo más moderno y eficaz que existe en el mercado. Por supuesto que es compatible con Android Auto y Apple CarPlay. Tanto el volante, de pequeño tamaño y achatado por arriba y por abajo, como parte del salpicadero, asientos y paneles de puertas, ofrecen una terminación en Alcantara con atractivas costuras. Bajo la pantalla multimedia, encontramos una serie de mandos unos táctiles y otros mediante sensibles teclas, que en su mayoría son para manejar el climatizador. Ya en la parte horizontal de la consola, encontramos un hueco para dejar objetos y envases de bebidas. Más cerca del conductor, existe un soporte un tanto elevado para apoyar la muñeca si estamos manejando la pantalla o simplemente la mano, bajo el cual se sitúa la bandeja para la carga inalámbrica del móvil. El apoyabrazos entre asientos es de apertura de libro da acceso a un profundo y útil hueco.
Los asientos, de alcantara, piel y tejido en su parte central, son confortables y sujetan correctamente el cuerpo, en los que a los delanteros se refiere, que además disponen de un reglaje eléctrico, así como calefacción, como el volante por cierto. El trasero ofrece un espacio para las piernas realmente grande, pues incluso si se desplaza hacia delante el asiento a través de un carril, a su máxima posibilidad, 16 centímetros, sigue ofreciendo un espacio superior al de otros coches del mismo tamaño. También su respaldo se puede inclinar en tres posiciones y como igualmente se dispone de salida del aire del climatizador, enchufes auxiliares e incluso unas redes en los respaldos delanteros para dejar revistas o similares, estos ocupantes pueden viajar casi tan confortablemente como los de la primera fila. El maletero, en esta versión hibrida, tiene una capacidad de 430 litros, que se pueden ampliar hasta los 1.455 litros, abatiendo el asiento trasero.
Por último, señalar que este estupendo Austral, esta muy bien equipado, echándose en falta muy pocos elementos de confort y prácticamente ninguno en los que se refieren a ayudas a la conducción y seguridad, algunos de los cuales ya hemos mencionado a lo largo del artículo, pero a modo de ejemplo señalar, la alerta de cambio involuntario de carril, la frenada de emergencia, aviso de distancia de seguridad con el vehículo que nos precede, reconocimiento de señales de tráfico, aviso de vehículos en el ángulo muerto del retrovisor exterior, cámara trasera y de visión periférica, programador de velocidad activo, frenada con tráfico cruzado en marcha atrás, etc.
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