Con 6 centímetros más de batalla, el SW ofrece un habitáculo más amplio que el de la berlina, sin que ello signifique exteriormente perder esa atrayente personalidad que caracteriza esta nueva generación del compacto de la marca del león.
A riesgo de ser repetitivos, desde luego esta nueva generación del 308, es la más conseguida de su ya larga historia. Pues bien, ahora la versión familiar o SW, sigue esa acertada línea y muestra una ligera prolongación de la carrocería y una trasera completamente nueva, pero que muestra algunas angulosas líneas similares a la de la versión de cinco puertas.
Pero para no redundar sobre este tema de forma tan seguida, hagamos un paréntesis y describamos lo que mecánicamente nos ofrece esta potente versión, para más adelante cerrar con un repaso a las líneas maestras del modelo, tanto en el exterior como en el interior. El 308 SW Hybrid en un híbrido enchufable que combina un motor de gasolina y otro eléctrico, para ofrecer una elevada potencia total de 220 CV y un par de 360 Nm, más que suficientes para permitir al coche una conducción deportiva y una envidiable agilidad, refrendada por una estabilidad igualmente destacada.
Como decimos, el motor de combustión es un gasolina de 1.598 c.c. cuyo rendimiento es de 179 CV a 6.000 vueltas y su par de 250 Nm a 1.750 r.p.m. Es un motor que ya conocemos de otros modelos del grupo Stellantis y una vez más nos ha parecido una estupenda “máquina” capaz de recuperarse con prontitud y con una envidiable facilidad para subir de vueltas incansablemente. Como complemento a esta mecánica, también en posición delantera transversal, encontramos un motor eléctrico de 110 CV y un par de 320 Nm. El conjunto de ambos motores, como ya hemos mencionados hace que se dispongan de 220 CV, para dar una “alegría” realmente gratificante al conductor.
La batería de iones de litio, tiene una capacidad de 12,4 kWh, capaz de proporcionar una autonomía de 59 km homologados, pero que en la realidad y en una conducción más o menos habitual, con parte del recorrido por carretera y la mayor parte en ciudad, apenas baja en su previsión, 55 km y si ya se conduce con cierto dinamismo y con aceleraciones determinantes, tampoco encontramos una gran diferencia, 48 km. En cuanto a las recargas pueden llevarse a cabo con una potencia máxima en corriente alterna de 7,4 kW, en cuyo caso el tiempo de una carga completa sería de 2 horas, en un cargador de 3,7 reforzado (16 amperios) el tiempo estimado sería de un poco menos de cuatro horas y en uno doméstico de unas 7 horas la carga completa. En cualquier caso y como situación más probable en unas pocas horas nocturnas tendríamos a la mañana siguiente el coche con la batería completamente cargada.
Siempre que haya batería, el coche arranca con el motor eléctrico y sigue circulando en este silencioso modo, mientras no se demande una aceleración marcada y rápida. De todas formas, el conductor puede elegir entre tres modos de conducción, Electric, Hybrid y Sport. Como decimos si se demanda potencia el coche entraría solo en el modo Hybrid, para que los dos motores empujen mientras se produce la aceleración, para volver al modo eléctrico si ya la aceleración se puede calificar de normal, incluso si se ha elegido el modo híbrido y si hay suficiente carga en la batería, el modo eléctrico tiene preferencia. No así en la posición Sport en la cual siempre estarán funcionando los dos motores y desde luego es cuando se consiguen las mejores prestaciones.
También el conductor puede utilizar la función e-SAVE, a través del menú del sistema multimedia, con dos objetivos. Por un lado, mantener una reserva de carga de la batería, para una utilización posterior en modo eléctrico, como por ejemplo en zonas de bajas emisiones de algunas ciudades. Y por otro lado, aumentar la cantidad de energía contenida en la batería, utilizando el motor de combustión como un generador de electricidad, aumentando por tanto la autonomía, pero eso sí a costa de un mayor consumo de combustible.
En cuanto a las prestaciones señalemos que la velocidad máxima es de 235 km/h, una cifra más que respetable, auténticamente de deportivo desde luego. La aceleración de 0 a 100 km/h es 7,5 segundos y la recuperación de 80 a 120 km/h de 4,2 segundos. Números todos ellos que delatan el extraordinario dinamismo del modelo. Y ya que hablamos de dinamismo, además del que proporciona la elevada potencia mecánica, la excelente combinación del motor de combustión y del eléctrico, hay que señalar también la igualmente eficaz caja de cambios de ocho velocidades. El 308 SW PHEV también dispone de la retención eléctrica, que se puede manejar a través de las levas situadas tras el volante y que francamente apenas dejar notar la retención o en un botón B, situado junto a la pestaña que selecciona el modo de actuar del cambio y que si no lo miras es difícil de activar sin dejar de mirar al exterior, y que tiene más retención, aunque no llega a detener el coche del todo.
Otra de las mejores virtudes, de las abundantes que tiene el nuevo 308 SW, es su dinamismo. Su manejo es de lo más seguro y divertido, pues la dirección es muy rápida y el coche se muestra siempre muy dócil y efectivo, se deja llevar con una facilidad envidiable. Las suspensiones, con McPherson delante, con su correspondiente barra estabilizadora y con rueda tirada y elemento de torsión atrás, se muestran siempre eficaces y permiten, por un lado, sujetar el coche perfectamente al asfalto en cualquier tipo de carretera, ya sea en velocidades elevadas en carreteras despejadas, como en las que tienen un trazado con curvas sucesivas. Por otro lado, permite la buena absorción de las irregularidades del firme, con lo que el confort de los ocupantes esta más que asegurado. En ciudad o en el cargado tráfico de los alrededores, el 308 SW Hybrid, se desenvuelve con una facilidad pasmosa.
El diseño del nuevo 308 SW, ofrece en sus tres cuartos delanteros similitudes con la versión de la berlina, es decir, un morro dominado por una gran calandra que alterna los trazos negros con los cromados, haciéndose más pequeños según van convergiendo en el nuevo logo situado en el centro de la misma, detrás del cual se esconde el radar para las ayudas a la conducción. Los faros con tecnología full led forman parte del extremo superior de la mencionada parrilla, mientras que la luz de día se despliega verticalmente, a modo de colmillos, en los extremos del paragolpes. La estrecha entrada de aire inferior, se prolonga por los extremos, para ensancharse y proporcionar aire a los frenos delanteros. El capó muestra unas elaboradas formas que aumentan el atractivo de esta parte delantera. En la visión lateral, se aprecia rápidamente, la mayor longitud del morro y por lo tanto del voladizo delantero, así como la estilizada prolongación del techo y la fineza de la tercera ventanilla. También son de destacar las suaves formas de la parte baja de las puertas y las aristas que recorren, desde los faros hasta el inicio de la puerta delantera y desde la parte posterior de la puerta trasera hasta los grupos ópticos traseros que se prolongan por el lateral de la carrocería.
Y ya entramos en la parte trasera, la auténticamente novedosa en esta versión familiar. Baja, sumamente elaborada y realmente muy conseguida. El alerón sobre la luneta y su prolongación lateral, empequeñecen ésta pero la verdad es que no perjudican prácticamente en nada la visibilidad hacia atrás como hemos podido comprobar durante la prueba. En su parte baja se conforma un discreto alerón que adorna acertadamente esta parte. Los alargados grupos ópticos se prolongan lateralmente, son de tecnología led y las clásicas tres “garras” del león que siempre han caracterizado estos pilotos a los modelos de Peugeot desde hace años, han sido sustituidos por tres líneas de led oblicuas. Más abajo el portón ofrece una arista en forma de arco bajo la cual se instala la matrícula. En la parte baja del paragolpes se muestra una gran zona negra en cuyos extremos se sitúan las luces de marcha atrás y antiniebla y las figuradas trapezoidales salidas del escape. Una parte trasera que al igual que en la berlina, muy bien diseñada y que favorece la aerodinámica.
La mayor batalla se traduce en un mayor espacio para los ocupantes traseros, siempre que el conductor o el acompañante no superen el 1,90 (Que no es habitual) y se vean obligados a echar el asiento hacia atrás. El aspecto en general del habitáculo respira una excelente calidad en los materiales empleados en guarnecidos, detalles o distintos elementos, una calidad superior a la mayoría de los modelos de la competencia en este segmento. El salpicadero es sumamente lineal, pues además para acentuar esta afirmación, lo recorren, en su parte superior, prácticamente en su totalidad las persianillas de las salidas de aire, unas efectivas y otras de adorno, dejando casi todo el frontal, como una zona maciza de color aluminio, en esta versión GT, bajo la cual se sitúa la guantera, en el lado del acompañante y unas teclas para distintas funciones, en el lado izquierdo del volante.
Como en todos los modelos Peugeot de los últimos años, el cuadro, que sobresale muy poco de la línea superior del salpicadero es, como lo denomina la marca i-Cockpit. Es decir, que hay que visualizarlo por encima del volante y no a través de él como en el resto de los coches. Ello obliga, por un lado, a diseñar un volante pequeño y achatado, tanto en su parte superior como en la inferior. Por otro, también el conductor con una estatura media, tiene que sentarse más bien en posición alta y situar el volante más bajo de lo que pudiéramos señalar como normal. No es que sea un impedimento insalvable para conseguir una postura cómoda para conducir, pero requiere un cierto período de aprendizaje para sentirse a gusto, como ya nos ha ocurrido en otros Peugeot. Una vez conseguido acostumbrarse a ello, no plantea el más mínimo problema, como no sea que se pierde algo de visión de la información situada en la parte baja del cuadro, que obliga a estirar el cuello para verla, pues el volante se maneja con facilidad gracias a una dirección muy directa y efectiva. El mencionado cuadro es en realidad una pantalla de 10”, que se puede configurar según los gustos o necesidades del conductor, apretando fácilmente un botón situado en el extremo del mando de los intermitentes. La información ofrecida es muy completa, útil y fácil de interpretar, ofreciendo unos gráficos más modernos que los de la generación anterior, además se complementa con la proyección de los datos principales en el parabrisas.
Por debajo de las entradas de aire centrales, integrada perfectamente en el salpicadero y algo más baja que el cuadro de instrumentos para facilitar su uso, se encuentra la pantalla táctil de 10 pulgadas y como si formara parte de ella, en su zona inferior, se sitúan una serie, de lo que Peugeot denomina “i-toggles” virtuales, que apenas hay que rozarlos para activar sus funciones, regulaciones del climatizador, un contacto telefónico, una emisora de radio, etc., sustituyendo de esta forma a los mandos físicos. Los menús y los gráficos que resultan de nuestros requerimientos a la pantalla multimedia, no plantean problemas de interpretación y apenas necesitan un período de aprendizaje.
Más abajo si que aparecen unos botones físicos, para accionar algunas funciones básicas (menú del coche, menú del climatizador, desempañado, recirculación del aire, apagado de la ventilación e intermitentes de emergencia). Ya en la parte horizontal de la consola, encontramos la bandeja de carga inalámbrica de los móviles, el botón de puesta en marcha y parada, una pequeña pestaña deslizante para seleccionar en el cambio automático, si queremos ir hacia delante, hacia atrás o estar en punto muerto y los botones para el parking y la utilización manual y un poco más hacia al conductor otra también deslizante para elegir el modo de conducción. Junto a todo este conjunto mencionado, se sitúa un generoso hueco para enchufes auxiliares y otro con cierre de persiana, que complementa el de apoya brazos y otros repartidos por el habitáculo.
Los asientos, de alcantara y piel en esta versión GT, en el caso de los delanteros sujetan muy bien el cuerpo y uno se siente incrustado en ellos en el mejor sentido de la palabra, pues por muy bruscas que sean las maniobras, ni nos movemos un centímetro. Las plazas traseras, mejor dos que tres si el viaje es largo, disponen también de un alto grado de comodidad y disponen además de salidas de aire del climatizador. Por su parte el maletero, tiene una capacidad de 608 litros, que lógicamente se pueden ampliar abatiendo el respaldo trasero para conseguir hasta 1.634 litros.
En cuanto al equipamiento, se cuenta con las ayudas a la conducción de última generación y en ese sentido podemos destacar, la conducción semiautónoma, compuesta por el control de crucero adaptativo con función Stop and Go y la ayuda al mantenimiento de carril y añade 3 nuevas funciones disponibles en las vías de calzadas separadas: el cambio de carril semiautomático que propone al conductor el adelantamiento del vehículo precedente y la vuelta al carril original a partir de 70 km/h y hasta 180 km/h. Preconización anticipada de la velocidad: el sistema propone al conductor avanzar la adaptación de la velocidad (incrementar o rebajar) según las señales de limitación de la velocidad. Adaptación de la velocidad en curva: optimiza la velocidad en función del radio de la curva hasta a 180 km/h, avisador de vehículos en el ángulo muerto, etc.