La obra original, llevada a color por Andrés Espuelas, representa una cabeza de felino que tiene la boca abierta, mostrando sus colmillos, la hilera superior de dientes y una lengua bífida que sobresale por encima de la mandíbula inferior. Sobre la parte más alta de la cabeza presenta un resalte que marca el pelaje mientras las orejas se inclinan hacia atrás en actitud de ataque. El conjunto se inscribe sobre una placa circular que posee ranuras rectangulares por las que se introducía un pasador que servía para inmovilizar la pieza a la rueda.
Según el autor, “la ilustración cedida a Obras Cristinas adquiere mis característica curvas y el diseño animado que en esta ocasión ha ido a más teniendo en cuenta que serán niños los destinatarios de este interesante proyecto con el que no he dudado en colaborar cuando me lo solicitaron, por el fin social que se busca con el mismo, siendo al mismo tiempo una manera de reivindicar la historia de Huelva a través de su vinculación con la civilización tartésica”.