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Citroën C4 X BlueHDI Shine AT8

Citroën C4 X BlueHDI Shine AT8
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El ya popular C4 crece y se convierte en un estilizado tres volúmenes

Por Mariano García Viana
domingo 18 de junio de 2023, 23:37h
De forma similar a lo realizado con su hermano mayor, el C5, aunque éste derivándose de un crossover, el Aircross, el C4 incorpora a su denominación la X, lo que significa que se convierte en un elegante fastback.

Como es lógico parte del C4 X es similar a la del C4, como luego veremos, pero a simple vista parece un coche completamente distinto, sobre todo, claro está, en su parte trasera, ahora más alargada, para incorporar el tercer volumen, lo que da como resultado unas formas más elegantes, pero perdiendo por otro lado, ese aspecto más deportivo que siempre aporta un coche con la trasera más vertical y compacta y la luneta muy inclinada. Como decimos, a partir de la puerta trasera el C4 X es un coche distinto. La ventanilla de esa puerta, aunque conserva en su parte baja el pequeño escalón en subida del C4 “normal”, al final de la misma sigue con esa elevación para formar una tercera ventanilla más pequeña, pero que forma parte de la continuación del diseño y terminado con un corte vertical. Igualmente, la también inclinada luneta forma parte de la continuación del techo y lo mismo se puede decir del pequeño colín que se transforma en un tercer volumen.

La tapa del maletero, pues desaparece el portón, luce en su borde un pequeño alerón integrado y más abajo unas acertadas formas que aligeran la superficie hasta el paragolpes. A pesar de que la citada tapa no es muy grande, pues la propia luneta se lo impide, el hueco que deja de acceso al maletero es lo suficientemente grande como para no impedir el acceso de los bultos o maletas típicos de un viaje. La capacidad del mismo es de 510 litros, mucho mayor que la del C4 (380 litros). También se puede abatir el respaldo trasero y ganar aún más espacio, aunque no ofrezca la practicidad de un portón, pero claro la elegancia tiene un precio y desde luego, en este caso para llenar el maletero hacer falta mucho equipaje. Los grupos ópticos de led, se prolongan por el lateral de la carrocería, con dos brazos asimétricos.

Por lo demás las formas del C4 X son, como ya hemos dicho, muy similares a las del C4 y a modo de resumen lo repasamos someramente. El frontal es lo que más identifica un modelo de Citroën y en este caso ocurre lo mismo. Los “chevrones” se prolongan a todo lo ancho de la carrocería, el superior hasta los alargados y finos dobles puntos luminosos de la luz de día, mientras que el inferior hace lo propio hasta los originales faros principales de led con forma triangular y cuyos puntos lumínicos estas distribuidos en dos “plantas”. La parrilla es muy estrecha y se sitúa bajo los mencionados chevrones y los faros principales, por lo que toma más protagonismo la gran entrada de aire inferior, a cada lado de la cual se encuentran los faros antiniebla direccionales, protegidos por un marco de color aluminio. El capó motor, muy horizontal, ocupa todo el ancho del coche y casi se desborda por los extremos sobre las aletas delanteras, unas suaves formas cóncavas le dan un toque de personalidad.

En la visión lateral, se aprecia claramente su mayor longitud con respecto al C4, 24 cm, la acertada silueta de un fastback con una buena personalidad. Unas formas suaves, pero terminadas en aristas más marcadas, que recorren ambas puertas, mientras que zonas de plástico gris oscuro casi negro protegen y enmarcan los resaltados pasos de rueda, con llantas de 18” de igualmente acertado diseño. Ese mismo material y color recorre la parte baja de las puertas y de ambos paragolpes como emulando a un crossover, que desde luego el C4 X no lo es. En la parte baja de las puertas delanteras, se encuentra un irregular rectángulo, ya identificativo de que se trata de un modelo de Citroën, del mismo color aluminio que hemos señalado en el marco de los antiniebla.

El habitáculo del C4 X es amplio como ya deja entrever por sus dimensiones exteriores y los espacios están bien resueltos para que cinco personas viajen con comodidad, pues además los asientos son parecidos a butacas. El salpicadero esta muy elaborado y quizás un poquito recargado a simple vista en la mitad correspondiente al conductor, aunque como hemos visto con la utilización del coche, todo esta muy bien colocado, muy al alcance de la mano y de forma muy ergonómica. En el citado salpicadero encontramos dos pantallas, una más pequeña de lo habitual, solo cinco pulgadas, para el cuadro de instrumentos, pero que aún así, ofrece cinco útiles formas de visualización y además está complementada por el más útil todavía, head-up display en color que se refleja en una lámina de plástico frente al conductor. Por el contrario, la pantalla táctil multifunción, situada de forma superpuesta en el centro del salpicadero y de aspecto muy brillante, tiene nada menos que 25,4 cm. es decir, 10 pulgadas. En ella se concentran la mayoría de las funciones auxiliares, además de la navegación, los ajustes de los distintos elementos y ayudas a la conducción o el equipo de sonido de excelente calidad por cierto. Muy acertadamente, el climatizador bizona se maneja con unas ruedas “físicas” más o menos habituales y mucho más útiles que si se tuviera que entrar a buscarlo en la pantalla.

La consola, ofrece un generoso hueco en el que se pueden cargar de forma inalámbrica los móviles y un poco más atrás se sitúa la pestaña que hace las veces de palanca del cambio automático de 8 velocidades. Junto a este mando encontramos el botón deslizante para seleccionar el Drive Mode, para seleccionar la forma de conducción, que incluye, los modos Eco, Normal y Sport. Más atrás un útil cajón con cierre de cremallera, precede al reposabrazos central.

Por su parte, los asientos, con unas originales costuras en respaldo y banqueta, resultan realmente cómodos, como cómodo es el coche en general, tanto por el espacio disponible, como por su suspensión, como luego veremos, y elementos que nos rodean. Si los ocupantes delanteros disfrutan de una posición más que agradable, los del asiento trasero no se quedan atrás, siempre que sean dos los viajeros, aunque un tercero en la zona central del asiento tampoco iría nada mal, pues sitio hay suficiente, pero el propio diseño del asiento le impediría un acomodo más confortable. El ambiente del habitáculo es realmente agradable, con “tiras” lumínicas que nos rodean, con mullidos en muchas partes del guarnecido y con un techo panorámico de generoso tamaño.

Veamos ahora el motor que monta esta versión, que pudiéramos llamar de entrada, en lo que a motorización se refiere, en el mundo del C4 X. Se trata del 1.499 c.c. BlueHDi, es decir diésel, del que se obtienen 131 CV de potencia a 3.750 r.p.m. y un par de 300 Nm a 1.750 r.p.m. Un motor que si bien puede parecer escaso para un coche del porte del que tratamos, a la hora de la verdad se comporta más que dignamente, consiguiendo superar los 200 km/h como velocidad máxima (206 km/h) y una aceleración de 0 a 100 de 10,8 segundos que no esta mal. Las cifras de consumo medio apenas superan los 4 litros a los 100 km. Bien es cierto que al ralentí en frío el motor diésel se deja oir quizás demasiado, pero no es menos cierto que en cuanto coge temperatura y se van insertando velocidades largas, permite viajar a buena velocidad sin apenas dejarse oir en el habitáculo.

Como ya es habitual en los motores modernos se dispone de la función Star&Stop, sin que el conductor apenas note la parada del motor y su puesta en marcha. La “culpa” de ese excelente comportamiento es de la moderna tecnología aplicada en el diseño y construcción del motor. Así nos encontramos con dos árboles de levas en culata, inyección directa common rail, turbo de geometría variable, intecooler, etc. Resultado, un excelente funcionamiento que desmiente sobradamente la primera percepción que se puede tener nominalmente de un coche medio con un original diseño y un motor de solo 1,5 litros y 131 CV de potencia. Acompañando a esta eficaz y austera motorización nos encontramos una caja de cambios automática de 8 relaciones, bien escalonadas para que el coche no pierda velocidad según se van engranando las velocidades. A través de las levas situada tras el volante, el conductor puede utilizar manualmente el citado cambio.

Al igual que el C4, el X utiliza la plataforma de Stellantis CMP, lo que ya es una garantía de solidez y sano comportamiento. En el tren delantero monta un sistema McPherson, con su correspondiente barra estabilizadora, mientras que en el trasero se emplea rueda tirada con elemento de torsión. Es de destacar que se utilizan también unos topes hidráulicos, que contrarrestan los impactos más fuertes que se producen debido a las irregularidades del firme. La consecuencia de todo ello es que la suspensión en general es más bien blanda y si bien ello es fundamental para el extraordinario confort que proporciona a los ocupantes y del que puede presumir el C4 X, también la carrocería se balancea sensiblemente al cambiar de orientación en curvas sucesivas o incluso al frenar bruscamente o arrancar con decisión. En cualquier caso esta blanda suspensión, no perjudica para nada la seguridad y el buen agarre del coche en cualquier tipo de trazado.

En cuanto al equipamiento, esta versión Shine es la más completa y pocas cosas se pueden echar de menos, tanto en elementos de ayuda a la conducción, como de seguridad, como de confort. Entre todos ellos destacamos los faros full led, aviso de cambio involuntario de carril, aviso de vehículos en el ángulo muerto, Drive Mode, Head up dispaly, excelente equipo de sonido, frenada de emergencia, etc, etc.

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