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Hyundai Ioniq 6 RWD Star

Hyundai Ioniq 6 RWD Star
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Segundo modelo eléctrico 100% de la “serie” Ioniq

Por Mariano García Viana
martes 07 de noviembre de 2023, 23:15h
En este caso se cambia el concepto de “pseudoSUV” del Ioniq 5, por el de un turismo de elegantes, modernas y redondeadas formas.

Efectivamente, el Ioniq 6 es una berlina que puede presumir de tener unas líneas maestras de lo más exclusivas. Si bien la parte delantera, muy aerodinámica por cierto, puede parecer menos creativa dentro de su originalidad, la zona trasera desde luego si que es poco vista, con esa “caída” de la línea del maletero y esa especie de difusores de aire compartimentados en la parte baja del paragolpes trasero.

Ya que hemos empezado por describir someramente las formas del Ioniq 6, sigamos por esa línea y veamos con algo más de detalle como son las formas de este original vehículo. Éstas están inspiradas en el diseño del prototipo Prophecy de 2020, del que toma algunas de sus líneas fundamentales. Con sus 4.855 mm. de largo, el Ioniq 6 se conforma, como decimos, como una berlina de tamaño medio alto de casi 2.000 kilos de peso, que parecen muchos, pero que gracias al dinamismo que más adelante veremos, parecen muchos menos. El frontal se muestra muy aerodinámico debido a su poca superficie contra el viento, ya que es realmente bajo, pues el redondeado y liso capó desciende decididamente hasta el paragolpes, quedando los faros, Matrix full led por supuesto, conformando la parte alta de las igualmente redondeadas de las aletas. Bajo el lugar de la matrícula se despliega una estrecha entrada de aire a todo lo ancho del coche, en cuyo centro se sitúa el radar de aproximación.

Lateralmente es como mejor se aprecia el suave perfil que recorre el coche. Desde el corto morro, hasta la mitad del techo que desciende de forma muy marcada hasta la mitad de la tapa del maletero. La inclinada luneta contiene en su parte inferior un alerón de buen tamaño que integra la tercera luz del freno en casi toda su anchura. Otro alerón marca el final del descenso de la silueta, para volverse ya vertical y ofrecer una línea lumínica de lado a lado, a base de cuadritos de led, que conforman los grupos ópticos traseros. Hay que destacar también, en el original diseño, que la tercera ventanilla sigue en su parte inferior esa acusada inclinación descrita, formando un ángulo en su remate fina verdaderamente llamativo. Como también lo son las aerodinámicas llantas de 18” de esta versión RWD.

El interior es amplio y puede acoger a cinco personas sin problemas de espacio. La calidad en general de los materiales empleados es correcta, aunque quizás se note demasiado el plástico, como por ejemplo en el salpicadero que ahora veremos, por el contrario, hay que destacar que todos los elementos están muy bien ajustados y no producen vibraciones. Volviendo al salpicadero señalemos que su diseño es eminentemente horizontal, debido a que las salidas de aire recorren todo el frontal del mismo y a que las dos pantallas, de 12,3 pulgadas, están unidas por un marco y dispuestas una a continuación de la otra, como ya ha puesto de moda Kia y seguido de Mercedes en alguno de sus modelos.

Como decimos, el cuadro es una pantalla configurable cuya información más importante se refleja en el parabrisas. La multifunción de las mismas medidas, ofrece una amplia información y su manejo es relativamente fácil, siendo compatible con Apple CarPlay y con Adroid Auto. Bajo la zona de esta última pantalla y de las salidas centrales de aire, se despliega una línea color aluminio que integra varios pulsadores para manejar el volumen del excelente equipo de sonido, así como el sintonizador de emisoras, alguna de las funciones de la mencionada pantalla, como navegador, mapa, media, cámaras, etc. Y algo más abajo otra línea, esta vez de plástico brillante, que contiene otros pulsadores táctiles para utilizar el climatizador, sin necesidad de entrar en la pantalla con la consiguiente distracción que ello conllevaría. Son llamativas una especie de aletas de plástico que rematan el salpicadero en sus extremos, ello se debe a que ahí se sitúan las pantallas que reflejan la visión del ángulo muerto, cuando se utilizan cámaras en lugar de retrovisores exteriores, que no es el caso de la versión de la unidad probada.

Ya en la parte horizontal, encontramos la consola que tiene dos pisos, el superior que contiene los mandos de los elevalunas, ya que no están como es habitual en las puertas. También se dispone de un par de lugares para los botes de bebidas y una bandeja para cargar los móviles de forma inalámbrica. En el piso inferior se ubica un generoso hueco para dejar objetos de considerable tamaño. Y hablando de huecos, también existe bajo el reposabrazos central, uno de buena capacidad y la guantera de apertura de cajón, no se queda atrás en ese aspecto. Los asientos, de agradable y fuerte tejido, sujetan bien el cuerpo y disponen de regulación eléctrica en el caso de los delanteros, así como calefacción, al igual que el trasero y el volante. Es de destacar que en la mencionada tapicería se han utilizado fibras procedentes de plástico PET reciclado y también de este mismo tipo de plástico son muchas de las piezas del salpicadero. También se cuenta con una agradable luz ambiental, en puertas y zonas del salpicadero cuyo color se puede elegir entre varias opciones. Entre las muchas cosas de las que puede presumir el Ioniq 6, una de ellas es la de ofrecer un espacio para las piernas de los pasajeros del asiento trasero difícilmente igualable, desde luego los coches de su tamaño ninguno se acerca a ello e incluso los que son más grandes tampoco ofrecen ese espacio. Ahora bien en contrapartida, encontramos un maletero que, para las dimensiones del coche no es muy grande, “sólo” tiene 401 litro de capacidad, aunque en la parte delantera también se cuenta con otro supletorio de 45 litros y además se puede abatir el asiento trasero en dos partes, para ampliar la capacidad de carga. Tanto en ese hueco anterior, como en otro que existe bajo el piso del maletero principal, se pueden guardar los cables de carga sin que vayan “rodando” por el coche.

El Ioniq 6, en esta versión RWD, monta un motor eléctrico de imanes permanentes en la parte trasera de forma transversal, cuya misión es impulsar el vehículo y generar energía en las recuperaciones, como luego veremos. La potencia disponible es de 228 CV y un par de 350 Nm. Al apretar el botón de arranque se ilumina todo lo “iluminable” como señal de que el coche esta dispuesto a iniciar la marcha, para hacerlo la palanca selectora esta situada tras el volante, un poco más debajo de la clásica que activa el limpiaparabrisas, haciéndola girar hacia delante podemos insertar la D, en el centro la N y haciéndola girar hacia abajo, la R de marcha atrás. La P se activa empujando la palanca hacia el centro del volante. El circular del coche es realmente silencioso, tanto a poca velocidad como a mucha, la ausencia de ruidos es una característica indudable del Ioniq 6, se desliza con suavidad y absorbe las irregularidades del firme con suma eficacia.

Las prestaciones que se pueden alcanzar están muy de acuerdo con la concepción del coche como un turismo muy cómodo y seguro para viajar y hacer trayectos largos, siempre claro que la autonomía o las recargas nos lo permitan. La velocidad máxima se cifra en 185 km/h y la aceleración de 0 a 100 km/h en 7,4 segundos, mientras que la recuperación de 80 a 120 km/h, se queda en sólo 4,4 segundos. Por su parte la autonomía homologada es de algo más de 600 kms, que depende, como es lógico del tipo de utilización que se haga. Con trayectos en los que domine la circulación por ciudad, se puede uno acercar a esa cifra, pero cuando mayormente se hace por autovía o autopista a buena velocidad o con adelantamiento que requieren una pronta aceleración, apenas se llega a los 400 kms de autonomía. La batería, de polímeros de litio, tiene una capacidad de 77,4 kWh y para su carga se dispone de una potencia máxima de 350 kW en corriente continua, en cuyo caso se tardarían 20 minutos en cargarla desde 0 al 80%. Si la carga es de corriente alterna, que admite una potencia de 11 kW, el tiempo en que se necesitaría para una carga completa superaría las 7 horas.

El conductor dispone de cinco modos de conducción que se seleccionan desde un botón situado en el volante. Las tres habituales ECO, Normal y Sport, más otras dos más exclusivas, Snow y My Drive Mode, esta última le permite personalizar y ajustar a voluntad la potencia del motor, la sensibilidad del acelerador y la intensidad de la asistencia a la dirección. En el caso de las tres primeras, es el propio coche el que modula las distintas intensidades, Maximizada, Estándar y Minimizada, en el caso de la potencia del motor, Alta, Moderada y Baja, en el de la sensibilidad del acelerador y Normal y Sport, en el de la asistencia de la servodirección. Siguiendo con las opciones disponibles para las distintas formas de conducción, también se cuenta con dos modos de frenada, Normal y Sport, la primera con una utilización del pedal más progresivo y cómodo y la segunda con una frenada algo más brusca pues es más difícil regular la intensidad de presión sobre el pedal. En cualquier caso, los cuatro discos ventilados detienen el coche sin ningún problema.

Como todos los coches eléctricos e incluso híbridos, el Ioniq 6 dispone de frenada regenerativa, es decir que con el motor eléctrico se retiene el coche y a la vez se produce energía eléctrica que va a la batería. En este caso se ofrecen cinco niveles de retención que, según su intensidad, van desde 0, en cuyo caso no hay ninguna, hasta el denominado i-Pedal, que frena el coche hasta su parada sin necesidad de pisar el freno o sea que con sólo manejar el pedal de acelerador y modulándolo, se puede disminuir la velocidad hasta la parada final o circular muy despacio y reteniendo con levantar un poco el pie del acelerador. Esta función es muy útil para conducir por ciudad y es realmente cómoda una vez que se coge “el tranquillo”. Los otros niveles del 1 al 3, retienen el coche según la opción elegida, circulando normalmente por autovía, pero con tráfico abundante, el nivel 3 es también muy cómodo pues sin necesidad de pisar el freno vamos también modulando la intensidad del acelerador y adaptando la velocidad a las circunstancias del tráfico. Todas las opciones se manejan desde las levas situadas tras el volante, izquierda para intensificar la frenada regenerativa y derecha para disminuirla. Si no queremos manejar las levas, el coche por si sólo detecta la retención que requiere el tráfico y la aplica en mayor o menor medida.

Como ya hemos comentado líneas atrás, el Ioniq 6 es un coche suave de movimientos y fácil de conducir. Aunque es un coche cercano a las dos toneladas de peso, realmente se muestra ágil en todo tipo de carreteras y gracias a su rapidez de aceleración y sus buenas prestaciones en general, no plantea ningún problema, como tampoco lo hace desde el punto de vista de la seguridad y el comportamiento. En la primera premisa, incorpora todos los sistemas de ayuda a la conducción y elementos de seguridad que ofrece la industria del automóvil hoy en día. En la segunda, el comportamiento excelente esta más que asegurado, gracias a una buena combinación del sistema McPherson en el tren delantero y al de paralelogramo deformable en el trasero, ambos con sus correspondientes barras estabilizadoras. La amortiguación por su parte, también logra un buen equilibrio, entre el confort, al absorber las irregularidades del asfalto con eficacia y con evitar balanceos excesivos de la carrocería y mantener el coche firme, aunque las curvas sean sucesivas.

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