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Opel Mokka 1.2 Turbo 131 CV AT8

Opel Mokka 1.2 Turbo 131 CV AT8
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Aunque con el mismo nombre que su antecesor, le mejora en la mayoría de sus aspectos y cualquier parecido con él es pura coincidencia

Por Mariano García Viana
jueves 14 de octubre de 2021, 23:41h
El nuevo Mokka ha sido el primer modelo de Opel en adoptar el concepto de diseño Vizor, que rompió con todos los moldes anteriores vistos en la marca, sobre todo en su original parte delantera. id:76830
Efectivamente el nuevo Mokka ha supuesto una auténtica revolución en la marca, pues además de incorporar por primera vez ese morro Vizor, también lo ha sido en lucir el nuevo logo, Blitz (Rayo) y en estrenar el Pure Panel o puesto de control digitalizado a través de dos pantallas, como ahora veremos. El nuevo Mokka utiliza la plataforma CMP (Common Modular Plattform), la cual dada su diversidad permite integrar distintos tipos de impulsión del coche, es decir, ya sean coches de gasolina, diésel o gas, en incluso eléctricos. Al estar Opel integrada en el grupo Stellantis, la misma plataforma la utilizan el Peugeot 2008, el DS 3 Crossback o el Corsa incluida su versión eléctrica.

Como decimos el nuevo Mokka ofrece un aspecto exterior (y también interior) que no tiene nada que ver con su antecesor, su moderno frontal y sus líneas en general, le confieren un aspecto mucho más moderno y hasta más juvenil, sobre todo en la versión probada con la carrocería blanca y detalles en rojo. Los faros que disponen de iluminación matricial IntelliLux LED® completamente adaptativa que no provoca deslumbramientos, que cuenta con 14 diodos, forman un todo con una calandra de una sola pieza sin calados para entrada de aire, presidida por el nuevo logo de Opel. Como en ella no hay fisuras para refrigerar el motor, un poco más abajo se sitúa una estrecha franja negra que permite el paso del aire y ya, bajo la matrícula la igualmente negra entrada principal de aire, escoltada por dos pequeñas en sentido vertical.

Como decimos conseguido aspecto frontal y que posteriormente han incorporado primero el Crossland, después el Grandland y ahora el nuevo Astra a punto de presentarse. Lógicamente cado uno de ellos incorpora las variaciones propias de cada modelo. Lateralmente el Mokka, conserva las dos únicas ventanillas laterales, una para cada puerta, marcando una ligera subida en su parte baja, la trasera. Los pasos de rueda, sin apenas abultamiento con respecto a la vertical de la carrocería, incorporan zonas de plástico oscuro, que se prologan por el bajo de las puertas y las partes inferiores de ambos paragolpes. Es de destacar la gruesa línea en color rojo, que, comenzando en la zona de apertura del capó motor, recorre el lateral por encima del marco de las puertas y termina en la parte baja de la luneta. Ese detalle en rojo se complementa con otros de mismo color que recorren el aro exterior de las atractivas llantas de aleación de 17”. La parte trasera, más compacta, ofrece una alta luneta, protegida por un alerón que se prologa por sus laterales, mientras que los grupos ópticos, de led, se sitúan en las dos esquinas y se prolongan, como una estrecha línea, por el portón del maletero.

En el interior del nuevo Mokka todo es totalmente nuevo y como ya hemos mencionado digital. De entrada, podemos observar que el salpicadero es muy rectilíneo pero francamente atractivo, sobre todo por las líneas rojas que remarcan la visera que protege tanto el cuadro de instrumentos como la pantalla multifunción y las salidas de aire, tanto centrales como laterales. El mencionado cuadro es en realidad una pantalla de 12 pulgadas, que ofrece una información completa y clara y además puede adaptar distintas configuraciones según los gustos o las necesidades del conductor. Por su parte, la pantalla táctil multimedia, de 10 pulgadas, es compatible con Apple CarPlay y Android Auto y ofrece una serie de posibilidades de utilización más o menos habituales en este sistema utilizado normalmente por otros modelos del Grupo Stellantis.

Aunque hay sistemas que se activan a través de la propia pantalla multimedia, bajo ella se sitúan una hilera de teclas para seleccionar la función de la pantalla y el volumen del equipo de sonido. Más abajo, de una salida de aire, se encuentran los mandos del climatizador monozona y ya más abajo un enchufe de 12V y una entrada USB. En la parte horizontal de la consola, existe una bandeja para cargar de forma inalámbrica los móviles y varias teclas de ayuda a la conducción y aparcamiento. Más atrás encontramos la pestaña que actúa como selector del cambio automático, a la derecha de la cual se sitúa otra para seleccionar el modo de conducción.

Como decimos, en líneas generales, el habitáculo del Mokka tiene un aspecto moderno y alegre y además todos sus elementos tienen una buena terminación. A ello contribuyen unos excelentes asientos de fuerte tela, con los bordes de piel y detalles en rojo. Aunque la regulación es manual, sí se cuenta con la de altura en los dos delanteros. Ahora bien, hay un detalle que no podemos pasar por alto, a pesar de que ya son bastantes modelos los que caen en el mismo error: la falta de agarradores interiores sobre las puertas. No hay acompañante que no lo eche de menos y me insiste en que lo haga costar en el artículo, pues además en el Mokka tampoco existe un agarrador en la propia puerta y solo existe un hueco en el apoya brazos para tirar de la puerta al cerrar, para más inri en el Mokka no hay ni siquiera un ganchito sobre las puertas posteriores para colgar una chaqueta. ¿Dónde se sujeta el acompañante si conducimos por carreteras por sucesivas curvas? ¿Tan caro resulta instalar lo que siempre ha existido? Siguiendo con el interior, pero cambiando de tema, digamos que sí se cuenta con diversos huecos para dejar objetos, como el portabotes de la consola, la guantera de buenas dimensiones, las bolsas de las puertas, etc. En cuanto al maletero, este cuenta con una capacidad de 350 litros que se pueden ampliar hasta los 1.105 al abatir fácilmente el respaldo trasero.

La motorización se puede decir que esta muy de acuerdo con ese aspecto juvenil y alegre que tiene el coche en general, pues en todo momento el 3 cilindros de 1,2 litros de cilindrada, todo de aluminio, se ha mostrado fulgurante en las aceleraciones y en las recuperaciones, y ha permitido una conducción rápida y casi deportiva, aunque el tráfico obligara a adelantar, reducir, etc. También hay que señalar, que su tamaño, de poco más de cuatro metros y su peso que no llega a los 1.300 kilos, contribuyen a esa excelente agilidad que ofrecen los 131 CV de potencia, a 5,500 vueltas y los 230 Nm, desde 1.750 revoluciones, de par. El consumo es bastante contenido para las prestaciones que se pueden alcanzar, 6 litros en una conducción mixta ciudad-carretera, la velocidad máxima es de 200 km/h y la aceleración de 0 a 100 km/h de 9,2 segundos.

El conductor puede elegir entre tres modos de conducción, ECO, Normal y Sport, siendo esta última la que saca más partido al motor al “aguantar” más tiempo en elevadas revoluciones antes de cambiar a la siguiente velocidad, ahora bien, en la posición Normal, dado el dinamismo del motor y al entrar el turbo en funcionamiento desde bajas revoluciones, en esta posición es suficiente para dar esa alegría innata a la conducción del Mokka. La posición ECO, lógicamente para una conducción más relajada, tiene la ventaja que al circular sin pisar el acelerador o en pendientes suaves, la caja automática engrana el punto muerto para circular por inercia y con un consumo mínimo. Por cierto la caja de cambios automática de 8 velocidades tiene un funcionamiento muy suave y apenas se notan los cambios entre una velocidad y otra. Se puede utilizar de forma manual a través de las levas situadas tras el volante.

El comportamiento del Mokka es realmente sano y no plantea ningún problema, aunque circulemos a altas velocidades y queramos sacar partido al motor en zonas viradas. Las suspensiones con McPherson delante, con su barra estabilizadora y rueda tirada detrás con elementos de torsión, sujetan al coche con gratificante eficacia, la misma sensación que transmite el buen equipo de frenos. En cuanto al confort, éste no se resiente en zonas bacheadas a pesar de que el tarado de la suspensión sea más bien duro.

El nuevo Mokka esta bien equipado tanto en elementos de seguridad, ayuda a la conducción y de confort. Freno de aparcamiento eléctrico, así como reconocimiento de señales de tráfico, cámara de visión trasera panorámica de 180 grados, el Asistente de Aparcamiento Automático, el Asistente lateral y el Aviso de Vehículos en el Ángulo muerto del retrovisor, programador de velocidad activo, que tiene la capacidad de detener y reanudar la marcha durante los atascos. Funciona en conjunción con el sistema de mantenimiento de carril para dotar al coche de un nivel 2 de conducción autónoma entre 20 y 180 km/h.

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