Entre todos los países que conforman la zona euro, España es uno de los países con los impuestos más elevados. id:50746
Según los datos ofrecidos por la oficina estadística comunitaria, Eurostat, España ocupa el tercer lugar entre los países con un alto impuesto sobre la renta de personas físicas (IRPF) con aproximadamente un 52% de tipo máximo aplicado, un IVA del 21%, también por encima de la media europea y, además, es el sexto país con el tipo más alto en cuanto al Impuesto de Sociedades, el cual ronda el 30%. Pero, ¿a qué se debe esto? El comparador financiero y de
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Si bien existen múltiples posturas, una constante parece ser la baja recaudación. España en los últimos años ha sido uno de los países europeos que, a pesar de los altos impuestos, es el país que menos recauda en el año fiscal.
Para muchos, esta paradoja se debe al alto porcentaje de fraude fiscal que existe. Sin embargo, esta situación también se debe a las altas exenciones e incentivos fiscales que existen. En cada uno de los impuestos recaudados en España, existen una gran variedad de beneficios fiscales y tratamientos diferenciados que, al final solo benefician a las grandes empresas.
El sistema tributario español presenta una amplia cantidad de fallas que se reflejan en el déficit recaudatorio, en la falta de simplicidad del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, así como en el Impuesto de Sociedades, y en la gran cantidad de deducciones que ambos poseen en la actualidad. Del mismo modo, se encuentra el alto índice de fraude fiscal y la incapacidad del sistema español en combatirlo. Es por ello y más que en el Índice de Competitividad Fiscal de la zona euro, España se encuentra entre las posiciones más bajas.
Es por ello que diversos expertos en la materia proponen una reforma fiscal en profundidad, en la cual no solo se tomen en cuenta el hacer la recaudación más justa y eficiente, sino que también disminuya la cantidad de cargas impositivas a la sociedad española. Pues, a pesar de que en una gran cantidad de países ha comenzado una práctica de reducción de las mismas, en nuestro país se mantienen intactas. Así mismo, se habla de la reducción de impuestos en gran medida, pero también de un aumento de la responsabilidad entorno a la lucha contra el fraude fiscal, lo cual representa uno de los sectores más deficientes en el sistema tributario español.