Prevención y prudencia se imponen

La Reserva Federal volvió a sugerir que estos recortes formaban parte de un enfoque preventivo, es decir, prudencial, sobre los riesgos económicos y comerciales globales. Por lo tanto, insiste en sugerir que no depende de los datos.

Sin embargo, se ha registrado desde la segunda mitad de 2018 una desaceleración del crecimiento del PIB estadounidense, según, Sophie Casanova, economista del Banco Central de Edmond de Rothschild.

Además, el motor del crecimiento, que es el consumo de los hogares, podría invertirse rápidamente con la subida de los precios del petróleo y la aplicación de las medidas arancelarias sobre todas las importaciones procedentes de China, prevista para finales de año.

El deterioro de las perspectivas de la economía estadounidense ya no es un riesgo, sino una realidad. Esto significa que los recortes de los tipos de interés de los fondos federales no son un "ajuste de mitad de ciclo", como J. Powell intentó convencernos el pasado mes de julio. Contrariamente a lo que algunos inversores podrían haber pensado, es posible que la Reserva Federal ya esté un poco retrasada en su ciclo de relajación monetaria.

Por otra parte, hemos visto recientemente tensiones en el mercado monetario, aunque los aspectos técnicos explican el aumento de los tipos en el corto plazo, existen, sin embargo, cuestiones más profundas, en particular, el insuficiente nivel de reservas. Esto podría forzar a la Reserva Federal a reanudar la expansión de su balance en un futuro próximo.