La industria del automóvil ha sido hasta ahora un negocio con un modelo tradicional de gestión, pero hoy en día este sector está inmerso en una transformación acelerada gracias a la evolución de los vehículos eléctricos y autónomos. Además de este inminente cambio cabe preguntarse: ¿cuál es el papel que ocuparán los actuales fabricantes de vehículos sabiendo que cada vez se va a vender menos y habrá más competidores? La respuesta a esta pregunta reside en los datos. id:69631
A través del Big Data, el fabricante de automóviles podrá conocer todos los requerimientos de sus clientes y podrá convertirse en quien abastezca energética y mecánicamente a los vehículos calculando los consumos, distancias o desplazamientos. Un vehículo que tiene absolutamente todo medido y calculado y además puede estar en red con decenas de miles de vehículos y dispositivos, sabe si una ruta es más o menos económica, rápida o cómoda porque sabe el tráfico que hay, la velocidad a la que se puede viajar y las vías alternativas.
Gracias a la variedad de datos se pueden tomar iniciativas que aseguren la supervivencia del sector sin necesidad de centrarse exclusivamente en la fabricación de coches. En este sentido, los fabricantes tomarán partido y ampliarán su negocio convirtiéndose en proveedores de servicios para sus clientes.
La extracción de la información que reside en las infraestructuras Big Data es la clave no solo de la supervivencia sino de un futuro muy prometedor para la automoción. La consultora McKinsey estimó hace dos años que la industria crecerá 215 mil millones de dólares, y esto sin la necesidad de construir más automóviles.
La satisfacción del cliente es la clave del éxito de cualquier negocio hoy en día, y los concesionarios podrán posicionarse fuertemente frente a sus competidores gracias a la analítica de los datos, que van de la mano de las infraestructuras Big Data. El buen uso de los datos ayuda a superar sus expectativas y aumentar su fidelización. Conocerlos y entender lo que quieren es lo que toda empresa desea lograr con sus clientes.
Las marcas pueden tener la información que necesitan para predecir las tendencias del mercado, las tendencias de sus clientes y construir una estrategia orientada que permita generar más ingresos. Comprender quiénes son, cómo piensan, cuáles son sus necesidades, es fundamental para entregarles productos o servicios que los satisfagan y les proporcionen experiencias inigualables.
Todas estas expresiones sobre datos y análisis nos resultan familiares a día de hoy, pero hasta llegar a este punto ha habido una gran evolución en la forma en la que se usa el Big Data. La sociedad actual es capaz de producir más datos en 2 días que en siglos de historia. Los datos son ‘el nuevo petróleo’ y se están convirtiendo en pieza clave de la sociedad y la economía. Según la consultora Gartner, en 2020 hubo más de 25.000 millones de dispositivos conectados a Internet. Esta gran cantidad de datos requiere de nuevas técnicas de gestión y análisis y también de una capacidad de gestión mayor y tener muy en cuenta las 3V del Big Data: Velocidad, Variedad y Volumen.
Con todo lo comentado hasta ahora deberíamos preguntarnos si en este momento realmente podríamos sobrevivir sin Big Data y la analítica de datos. Queda demostrado que cuánto más sepa una compañía sobre sus clientes, más competitiva es. El Big Data puede ser clave en todas las organizaciones para una toma de decisiones “inmediatas” mediante el análisis de los datos en tiempo real. Por ello, el Big Data y la capacidad de análisis, que permiten convertir los datos en información, son los absolutos protagonistas para todas las empresas a día de hoy y más aún en el mundo de la automoción.