Para realizar este reportaje hemos contado con la colaboración de la Agencia Villa Mediterránea, www.villamediterranea.es/, que tiene más de 30 años de experiencia en el mercado. Atienden a clientes nacionales e internacionales ya que hablan 7 idiomas. Disponen de almacenes, apartamentos, casas de pueblo, chalets y villas, chalets adosados, estudios, fincas rústicas, garajes, locales comerciales, parcelas, parkings subterráneos y solares.
Las propiedades está ubicadas en: Alfaz del Pi, Alicante, Altea, Benidorm, Benissa, Benitachell, Bocairent, Calpe, Finestrat, Javea, Moraira, Pedreguer, Polop, Teulada y Villalonga.
Comprar una propiedad no es como comprar una escoba. Aparte de las implicaciones financieras, que en la mayoría de los casos suponen el uso de una hipoteca a devolver en un largo periodo de tiempo, comprar una propiedad a través de una agencia no es lo mismo que comprar un coche por bueno que sea.
La compra de una propiedad que se corresponda con sus necesidades y gustos requiere que busque, que sepa leer un anuncio inmobiliario y que esté al tanto del nivel de precios en la zona de búsqueda. para no equivocarse, para encontrar la propiedad de sus sueños y para comprarla al precio adecuado.
El proceso no sólo lleva mucho tiempo, sino que también requiere un cierto conocimiento del mercado local y de la normativa específica del sector inmobiliario. Sólo un profesional puede aportar esta experiencia.
Un buen conocimiento del mercado inmobiliario
Una agencia inmobiliaria sólo es viable si vende o alquila inmuebles. Se les remunera por el precio de los inmuebles que consiguen vender y/o por la gestión de las viviendas en alquiler. Su actividad principal es la publicación de anuncios de venta y alquiler (casas, pisos, terrenos, locales), y la realización de búsquedas por cuenta de compradores privados mediante mandatos.
Como comprador, puede confiar al agente inmobiliario la tarea de encontrar la propiedad para usted según los criterios que le haya dado (tipo de propiedad, superficie, número de habitaciones, barrio, comodidades, rango de precios, etc.). Hará varias propuestas, organizará las visitas, actuará como intermediario entre usted y el vendedor, y acompañará a ambas partes hasta la conclusión de la venta.
Como profesional acreditado, el agente conoce perfectamente la legislación que regula los bienes inmuebles, en particular los procedimientos obligatorios, como los diagnósticos necesarios para una venta, los regímenes de inversión en alquiler y las normas que rigen la copropiedad.
Una evaluación justa de los precios de mercado
Lúcidos o ilusos en cuanto al valor real del inmueble en venta, los propietarios suelen tener la desafortunada tendencia a sobrevalorar su propiedad. El agente inmobiliario está ahí para abrirles los ojos y recordarles que el objetivo final es vender la propiedad lo antes posible al precio adecuado.
El papel del agente es estimar el valor del inmueble a nivel de mercado, basándose en sus características intrínsecas y en el equilibrio o desequilibrio entre la oferta y la demanda. Si la propiedad está sobrevalorada, el agente trabajará duro para encontrar un comprador, a veces en vano, y no recibirá su comisión. Gracias a su total objetividad, el vendedor y el comprador pueden hacer negocios. Aunque no es responsable en caso de fracaso (no encuentra comprador), el agente inmobiliario tiene, sin embargo, una obligación de resultado si quiere cobrar por el trabajo realizado. Por otro lado, tiene una obligación de recursos, es decir, se compromete a hacer todo lo que esté en su mano para cumplir su misión.
La obligación del agente inmobiliario de informar y asesorar
La profesión de agente inmobiliario está estrictamente regulada. Este especialista también está obligado a proporcionar información y asesoramiento en base a una construcción jurisprudencial: debe proporcionar lealmente toda la información que posea que pueda influir en la decisión del comprador y poner en conocimiento del comprador toda la información que no haya sido mencionada por el vendedor, verificar la exactitud de la información que transmite a las partes e informar al comprador de cualquier defecto aparente del inmueble en venta.
También debe llamar la atención del vendedor sobre la importancia de no ocultar información a los futuros compradores y sobre los riesgos que corre si se niega a hacerlo. Por el contrario, el agente inmobiliario no es responsable si el defecto está oculto.
Al dar buenos consejos, el agente inmobiliario compensa la inexperiencia de sus clientes: debe influir positivamente en su comportamiento en su interés. También es posible encargarle la redacción del contrato de arras. En resumen, comprar una casa no es una tarea fácil, por eso una agencia aporta:
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Confianza
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Facilita los trámites.
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Le ayuda a que se adapte a su presupuesto.
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Le orienta según el mercado.
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Gestiona la postventa.
- Le ofrece garantías.