Desde REMAX España analizamos la viabilidad de emprender en el negocio inmobiliario en estos momentos. Para ello, realizamos una comparativa entre iniciar esta actividad mediante una franquicia inmobiliaria o hacerlo de manera independiente y particular, tomando como referentes estos parámetros: riesgos, costes y beneficios. id:67086
La pandemia del COVID-19 está teniendo un impacto de gran alcance en la situación económica mundial y el sector de la intermediación inmobiliaria no es ajeno a ello. Si bien, estamos ante un momento de incertidumbre, éste es aún un escenario positivo para emprender en el ámbito inmobiliario, pues se trata de una situación en la que compradores y vendedores necesitan en mayor medida los servicios de un profesional inmobiliario.
En este sentido, y con nuestra experiencia de más de 25 años en el sector en España; habiendo superado todas las crisis acontecidas en esos periodos de tiempo, desde REMAX España analizados la viabilidad de emprender en el negocio inmobiliario en estos momentos. Para ello, realizamos una comparativa entre iniciar esta actividad mediante una franquicia inmobiliaria o hacerlo de manera independiente y particular, tomando como referentes estos parámetros: riesgos, costes y beneficios.
Emprender a través de una franquicia inmobiliaria en tiempos de crisis
Una de las principales ventajas de iniciarse en el sector de la intermediación inmobiliaria mediante una franquicia en momentos de incertidumbre como este, es sin lugar a duda la posibilidad de hacerlo mediante un modelo de negocio ya constatado y probado; que permite emprender bajo una gran seguridad evitando la dispersión y la falta de foco. Lógicamente, este aspecto supone una disminución de riesgo empresarial al contar ya con esta orientación; algo que aún es más valorado en tiempos de pandemia.
A su vez, una de las grandes posibilidades que brinda una franquicia inmobiliaria es el reconocimiento de marca. Y es que, desde que una persona cuelga un rótulo en su oficina con el logo y nombre de una marca reconocida, automáticamente el público lo conoce y lo relaciona con una forma de trabajar y operar en el sector inmobiliario; desde sus inicios, sin necesidad de tener que trabajarse ese posicionamiento y conocimiento sobre su profesionalidad. Un arduo trabajo aún más complicado en momentos de crisis.
La independencia, es otro de los factores que, aunque parezca contradictorio, se da en gran parte de las franquicias inmobiliarias. Si bien, esta independencia para trabajar no está reñida con el soporte y asesoramiento que siempre ha de brindar el master franquicia, vitales por otra parte en la actualidad.
Junto con el modelo de negocio, el soporte, los servicios, la formación y las herramientas que ofrece una franquicia inmobiliaria son de los aspectos más y mejor valorados por los franquiciados. Además de suponer una menor inversión en ellos, pues forman parte del sistema de trabajo de la franquicia, estos son muy innovadores, y ofrecen en la mayoría formación sobre las mismas y facilitan enormemente el día a día de los franquiciados. Herramientas de marketing, de gestión, bases de datos y tecnología y formación son los principales recursos que ofrecen las franquicias inmobiliarias. Además, éstos ya han sido testados previamente por el franquiciador, reduciendo la necesaria acción de prueba/error que debería asumir cualquier gestor de una oficina inmobiliaria con sus consecuentes gastos económicos y desperdicio de tiempo.
Finalmente, tampoco podemos obviar el trabajo en red y en colaboración; aumentando así las posibilidades de éxito de agentes y clientes en sus transacciones.
No obstante, existen otra serie de puntos relativamente negativos de asociarse a una franquicia inmobiliaria. Así, la inversión previa siempre es mayor, el franquiciado ha de asumir el pago de una licencia o un fee mensual. Además, si el dueño de la agencia inmobiliaria decide dejar la franquicia, la marca nunca se la puede llevar consigo.
Evidentemente, también se renuncia a un cierto nivel de independencia; no obstante, es importante analizar los beneficios que supone emprender con una franquicia inmobiliaria frente a esta renuncia y la multitud de recursos que prestan.
Y finalmente, no podemos obviar que, si el franquiciado cuenta con grandes profesionales también franquiciados en su zona, sin duda este éxito también le va a catapultar; aunque puede pasar lo contrario; asumir esa mala imagen. Si bien es cierto que las franquicias cuentan con importantes protocolos para expulsar a estas personas de su red evitando cualquier daño en la imagen de los franquiciados de la zona.
Emprender en el sector de la intermediación inmobiliaria de forma independiente en tiempos de pandemia
Asumir riesgos es algo intrínseco a cualquier negocio, pero cuando se decide emprender en épocas de crisis e incertidumbre como la actual, puede convertirse en algo que nos abogue directamente al fracaso. Con ello, no queremos decir que emprender mediante una agencia inmobiliaria particular sea un fracaso, pero sí que sea algo más complejo en estos momentos.
Si bien las agencias independientes necesitan de una menor inversión, supone la necesidad de que el propietario tenga que crear y consolidar su propio modelo de negocio, asumiendo por tanto en su persona todo el riesgo empresarial.
A su vez, debe de crear su propia marca personal, posicionarla y consolidarla en la zona; algo que supone un dilatado periodo de tiempo. Como punto a favor, es totalmente independiente, aunque eso le supone estar solo ante el mercado y no contar con ningún soporte. Además, los costes por servicios y herramientas son bastante más elevados, pues no cuenta con el poder y la fuerza que puede logra un master franquicia para contratar estos servicios.
Y es que, si bien, una franquicia inmobiliaria reduce enormemente el riesgo empresarial, en estos momentos esta diferencia es aún más grande. En la actualidad el cliente final necesita seguridad, servicios, medios y soporte; y una franquicia inmobiliaria está más preparada para poder ofrecérselo.
Franquicia inmobiliaria REMAX, un ejemplo de respuesta de éxito ante las crisis
Tal y como apuntábamos, REMAX España ha sobrevivido y salido reforzada de las importantes crisis económicas que le ha tocado hacer frente en sus 25 años de historia en nuestro país; y es que, nuestro modelo de negocio está pensado y preparado para estas situaciones especiales.
Así, nuestro modelo de asociación y no de contratación de agentes, hace que los Brokers realicen una inversión mínima; lo que supone a su vez para los agentes contar con su propio negocio y poder crecer tanto como se lo propongan. Un modelo de negocio que reduce enormemente el riesgo empresarial y atrae a los mejores talentos inmobiliarios ya que disponen de los mejore servicios.
A su vez, el paraguas de una marca como la de REMAX supone un enorme valor añadido y la posibilidad de trabajar en colaboración con cientos de miles de asociados por todo el mundo; multiplicando las opciones de éxito.
Con una formación constante, el soporte personalizado que brindamos desde el master franquicia y la adquisición y actualización de herramientas de marketing y tecnología, las posibilidades de éxito se multiplican entre nuestros Brokers y Agentes.
Todo ello nos hace estar preparados para minimizar el impacto de la actual emergencia sanitaria e incluso salir reforzados, tal y como ocurriera en las anteriores crisis; convirtiéndose REMAX en una ventaja competitiva. Y un valor seguro.