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Renault Clío 1.3 TCe 130 RS Line EDC

Renault Clío 1.3 TCe 130 RS Line EDC
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Quinta generación del modelo más icónico de la marca

Por Mariano García Viana
jueves 19 de marzo de 2020, 23:14h
Con unas formas basadas en el anterior modelo, el nuevo Clío incorpora una serie de novedades que le hacen presentarse como una auténtica nueva generación. id:56537
De entrada, el nuevo Clio estrena una nueva plataforma inédita en la Alianza del Grupo Renault, desarrollada en el Tecnocentro de Guyancourt integra un 85% de piezas nuevas y una arquitectura más ligera, con hasta 50 kilos de peso menos, sobre todo en carrocería, ejes y capó. Además, adopta un fondo carenado que mejora la aerodinámica, con lo que significa de ahorro de combustible y de confort al disminuir el ruido aerodinámico.

Con quince millones de unidades vendidas y treinta años a sus espaldas, el nuevo Clío adquiere una línea que, en esta versión RS Line sobre todo, es más juvenil y deportiva, a la vez que conserva los trazos maestros de los últimos modelos de Renault. Si tomamos como referencia la generación anterior, de la cual deriva, se aprecian algunos acertados retoques que revalorizan la novedad que supone una nueva generación. Así por ejemplo el capó adquiere unas suaves nervaduras en su parte central que terminan sobre el logo que preside la estrecha parrilla, que lucen la forma habitual con un labio caído central de otros modelos de la marca. Una línea cromada parte del citado logo hacia unos faros que, en esta versión, incorporan la tecnología led y lucen una luz de día, también lógicamente de led, que esta dividida en dos partes en una recta horizontal y otra vertical en forma de boomerang. En el exclusivo paragolpes de esta versión RS Line, encontramos una gran toma de aire central con tramado de rombos aplastados y a cada lado de ella unos generosos y elaborados huecos en los que se encuentran los antiniebla con iluminación en curvas.

Lateralmente también existen unos sutiles cambios que “dinamizan” la nueva versión. Así pues, en la parte posterior de la aleta delantera, casi a la altura del retrovisor exterior, que por cierto es de color negro brillante, se sitúa el logo de la versión RS Line sobre un adorno cromado a partir del cual una nervadura recorre brevemente la puerta delantera, hasta el citado retrovisor. Otra diferencia se aprecia en la parte baja de las puertas que incluye unas sinuosas formas hacia dentro y un remate de plástico negro en la parte baja de las mismas. Pero quizás el detalle más señalado sea la desaparición de la mínima tercera ventanilla que existía en la generación anterior, tras la maneta de apertura de la puerta posterior, cuya superficie ocupa ahora dicha maneta en toda su extensión. Toda la superficie acristalada esta ahora enmarcada por una línea cromada. Por su parte las llantas de 17” de esta versión son de nuevo y atractivo diseño. Por último, la parte posterior también presenta algunas novedades, siendo quizás la más señalada la incorporación en la parte baja del nuevo paragolpes, de un difusor de aire de color gris, “roto” por la ovalada y cromada salida del escape. Los grupos ópticos son de nuevo diseño y emplean tecnología led y analógica. La luneta también en su parte baja muestra unas líneas más rectilíneas que antes, mientras que la generosa visera de la misma, se prolonga en mayor dimensión por el lateral. Es de destacar que el nuevo Clío es 12 milímetros más corto que antes, aunque gana en habitabilidad, y la carrocería es 8 mm. más baja. En resumidas cuentas y como ya hemos insinuado, una mezcla del diseño anterior y los sutiles y acertados cambios que hacen más actual y deportivo el modelo.

Al contrario que en el exterior, el nuevo Clío presenta una auténtica revolución en el interior, nada recuerda a la generación anterior, todo es nuevo y desde luego más atractivo y actual. El salpicadero esta mucho más elaborado y sobre todo, como el resto de los guarnecidos, dispone de una mayor calidad en los materiales empleados. De diseño rectilíneo, incorpora una deportiva línea roja en las salidas de aire que ahora, al igual que en Audi, ocupan toda la extensión del salpicadero a excepción claro está del cuadro y de la pantalla multimedia, que de forma superpuesta ocupa su parte central. El mencionado cuadro es en realidad una pantalla digital TFT de alta calidad de 10 pulgadas, que se puede personalizar en función de los gustos del conductor, incluyendo la visualización de la navegación. En ella se reflejan las informaciones más habituales y útiles para una conducción segura. Por su parte la multifunción, de 9,3 pulgadas en forma de tablet vertical, al estilo iniciado por el Espace, esta, como toda la consola central, ligeramente orientada hacia el conductor para facilitar su visualización. Además de navegación y de infotainment ofrece un nuevo sistema conectado denominado Easy Link, que tiene un manejo sumamente fácil y sencillo.

Bajo la vertical pantalla se sitúan una serie de interruptores, como teclas de piano para activar diversas funciones auxiliares, como la activación de la cámara frontal, el warning, del auto aparcamiento, etc., ese mismo estilo de teclas se emplean en los interruptores situados a la izquierda del volante para activar el sistema de centrado en el carril, subir o bajar los faros o la luminosidad del cuadro. Más abajo de las teclas se sitúan los redondos mandos del climatizador, que no es bizona, pero tiene un excelente funcionamiento y más abajo aún ya encontramos una pequeña plataforma para la carga inducida de los móviles y los enchufes auxiliares USB, etc. Como toda esta parte de la consola, esta sobre elevada, la palanca selectora del cambio automático, es corta y queda muy al alcance de la mano. Ya a nivel de los asientos se encuentra el freno electrónico de mano y un hueco con cierre de persiana, bajo el reposabrazos central. Es de destacar también, que alrededor de la consola hay una línea luminosa que da un ambiente acogedor al conjunto.

Los asientos, en esta versión R Line, tienen un diseño francamente acertado, con grandes pétalos de sujeción, tanto en banqueta como en el respaldo, lo que hace que la sujeción del cuerpo este más que asegurada, aunque las maniobras sean bruscas o con curva sucesivas. Tres rayas rojas que le recorren marcan la versión de la que hablamos. Aunque la regulación de ellos es manual, adaptarlos a cualquier anatomía no plantea problemas y sentarse cómodamente ante el agradable volante, por tacto, grosor y funcionalidad, esta al alcance de cualquier conductor. El trasero, que por espacio admite a tres personas que no sean muy voluminosas, por diseño es más apropiado para dos. En cualquier caso hay más que suficiente espacio para las piernas gracias a la carcasa semiflexible del respaldo de los asientos delanteros. Por su parte, el maletero dispone de una capacidad de 391 litros, que no esta mal para las dimensiones del coche, a lo que hay que sumar otros 26 litros de los compartimentos portaobjetos interiores, de todas formas, la capacidad aumenta considerablemente al abatir el respaldo trasero.

El nivel de equipamiento de esta versión RS Line, es muy completo y pocos modelos de su segmento ofrecen tanto por un precio bastante contenido. Tanto en sistemas de seguridad, como de ayuda a la conducción o elementos de confort, este Clío esta “sobrado”. Por citar algunos, mencionemos la alerta de cambio de carril, aviso precolisión con frenada automática en ciudad, sensor de lluvia, lector de señales de tráfico, control de crucero adaptativo con limitador, sistema multimedia, bluetooth, Apple CarPlay y Android Auto, cámara posterior y sistema de visión 360º, detector de vehículos en el ángulo muerto, selector de modos de conducción, etc., sin olvidar un excelente equipo de sonido Bose.

Para mover esta versión RS Line del nuevo Clío, se ha elegido un motor que desde luego está a la altura de lo que se espera del aspecto deportivo del coche. Se trata del 1.333 c.c. de cuatro cilindros de gasolina, cuyo rendimiento se fija en los 131 CV a 5.000 r.p.m. y un par de 240 Nm a 1,600 r.p.m. Un motor que como decimo le va como ni pintado al Clío. El cambio automático tiene sus primeras relaciones más bien cortas, con lo que las arrancadas y primeras velocidades son realmente fulgurantes, reservando las más largas y que dan más “reposo” al motor la 6ª y la 7º velocidad, con lo cual se puede decir que a este fulgurante motor se ha adaptado un cambio automático EDC de 7 velocidades de lo más acertado, pues además las distintas inserciones de las velocidades apenas se dejan notar a excepción, como decimos, de esa 1ª y 2ª que lanzan al coche hacia delante con hasta casi demasiada decisión, con lo cual es mejor dosificar el acelerador en esas circunstancias sino queremos quedar “pegados” al respaldo del asiento. Quizás parezca exagerado el comentario, tratándose de un motor de 131 CV, pero es que prácticamente es así. En cuanto a las prestaciones, la velocidad máxima se cifra en 200 km/h y la aceleración de 0 a 100 km/h en los 9 segundos. Con respecto al consumo y a pesar de las considerablemente altas prestaciones y que permite, e invita, a una conducción fulgurante y rápida, se puede decir que es bastante contenido, con poco más de 5 litros y medio en una conducción más bien relajada y apenas 8 si ya vamos conduciendo rápido por zonas viradas, con continuas aceleraciones y retenciones.

El Clío R-Line tiene un comportamiento de lo más sano y ágil. No sorprende al conductor con reacciones intempestivas, aunque vayamos conduciendo rápido por zonas viradas. Es noble y siempre va por donde queremos sin que apenas deslice de atrás si ya vamos “pasados”, admitiendo ese tipo de conducción sin problemas y desde luego con un manejo más relajado, aunque también rápido, en las carreteras despejadas se muestra muy estable y sin que el viento le influya apenas. Es una versión hecha para disfrutar de la conducción y además con un buen nivel de confort, pues el motor no se deja oir y solo la rodadura llega ligeramente al habitáculo. Las suspensiones con McPherson delante y rueda tirada atrás sujetan muy bien el coche y unos tarados de la amortiguación tirando a duros, evitan el balanceo excesivo de la carrocería. Los frenos se han comportado siempre muy bien, sin que denoten síntomas de fatiga por mucho que se les utilice. Por último, comentar que en ciudad, dado su compacto tamaño, se deja llevar con una agilidad envidiable.

Pero no podemos cerrar el artículo sin recalcar, la excelente relación precio-calidad, que ofrece este Clío, mezcla de deportivo y ágil urbano, con la ventaja de ofrecer una terminación y equipamiento realmente premium.

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